¿Por qué subió el precio de la gasolina con la guerra de Ucrania y Rusia y no con la de Israel y Hamás?
El precio de la gasolina subió de manera exponencial con la guerra entre ucrania y Rusia, pero no ocurre lo mismo con la actual guerra entre Israel y Hamás. No obstante, los analistas advierten de que un aumento de la tensión podría tener consecuencias graves.
A finales de febrero de 2022, Rusia inició la invasión de Ucrania que dio lugar a una guerra que todavía hoy sigue vigente. Aquella acción provocó una espectacular escalada del precio de la gasolina. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la guerra de Israel y Hamás. ¿Por qué?
La respuesta a esta pregunta no es fácil, porque existen varios factores que hacen que ambos conflictos tengan consecuencias diferentes en cuanto al precio del petróleo, al menos, para los países europeos, entre ellos, España.
La invasión rusa de Ucrania hizo que la Unión Europea cortara el suministro energético con Rusia, algo que no afectó tanto a España, ya que no dependía del gas ruso, sino del argelino. Los países, como Alemania, que dependían del gas y petróleo rusos tuvieron que buscar otras alternativas (más caras, claro) para abastecerse.
Por cierto, España tenía como socio energético a Argelia, a quien compraba gas a un precio razonable. Desde 2022, las relaciones entre España y Argelia se rompieron, tras la crisis con Marruecos (enemigo de Argelia) y nuestro país empezó a comprar gas a Estados Unidos, un gas más caro (al menos, un 30%) que nos llega en barco.
Por otro lado, se da la paradoja de que España (y la Unión Europea), a pesar de las sanciones a Rusia (las últimas entraron en vigor a finales de febrero de este año), siguen comprando crudo ruso. No directamente, pero sí a través de intermediarios. Esto es la geopolítica.
¿Por qué subió el precio de la gasolina con la guerra de Ucrania y Rusia y no con la de Israel y Hamás?
Ahora hay un nuevo conflicto que mantiene en vilo a esta parte del mundo que llaman Occidente. Un conflicto que, por otra parte, no es nuevo, sino que lleva décadas en activo, alternando momento de mayor o menor intensidad. Ahora nos encontramos en un grado de intensidad altísimo. Nos referimos a la guerra entre Israel y Hamás.
Cada vez que se agita algo en Oriente Medio hay que ponerse a temblar, en relación con el precio de los carburantes y, en general, de la energía. Sin embargo, esta vez el conflicto tiene consecuencias distintas, al menos, de momento.
Estas diferencias se explican porque no existe una dependencia tan grande de las importaciones de países del Golfo Pérsico, como sí había del gas y petróleo rusos. No obstante, los analistas advierten de que hay mucha incertidumbre con lo que pueda pasar en las siguientes semanas y meses. Un aumento de la tensión podría tener consecuencias graves.
En cualquier caso, las consecuencias que la guerra de Israel y Hamás pueda ocasionar en la economía dependerán de muchos factores, como el número de países implicados, pero, sobre todo, qué países tomen partido.
Pendientes de Estados Unidos e Irán
La clave está en lo que hagan Estados Unidos e Irán, dos potencias en continuo desafío, que, si se implicaran en el conflicto, la economía occidental sí podría verse muy afectada. La intervención de Irán supondría más sanciones por parte de Estados Unidos, lo cual se traduciría en un aumento del precio del petróleo.
Algunos analistas no descartan que el precio del barril de Brent escale hasta los 150 dólares si se llega a un enfrentamiento directo entre Israel e Irán. Recordemos que Irán es enemigo de Israel y aliado de Hamás, mientras que Estados Unidos es socio de Israel.
En estos momentos, resulta muy difícil hacer un pronóstico de lo que ocurrirá en los próximos días o semanas, pero, por ahora, la guerra de Israel y Hamás no afecta demasiado al precio de la gasolina como se podía imaginar en un principio debido, sobre todo, a que no existe una dependencia directa.
Descubre más sobre Álvaro Escobar, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Autobild España.