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Porsche Cayenne, cinco virtudes y una debilidad del nuevo SUV alemán

Porsche Cayenne 2023

El Porsche Cayenne será siempre el coche que salvó a Porsche, un referente entre los todocamino de lujo que, para seguir al pie del cañón acaba de estrenar una actualización de mitad de ciclo de vida. Pero, ¿es oro todo lo que reluce? Estas son cinco virtudes y una debilidad del nuevo SUV alemán.

Pero antes de empezar, señalar que hablamos de un modelo que cuesta, como mínimo, 103.371 euros, así que solo está al alcance de los más pudientes.

Un diseño que funciona

Porsche ha optado por solo retocar la estética del Cayenne, algo lógico ya que funciona muy bien tanto con la carrocería convencional como con la Coupé.

Sin embargo, esos pequeños añadidos siempre suman puntos, como son los faros Matrix LED, los nuevos diseños de llantas de hasta 22 pulgadas, el faldón trasero retocado, etc.

 

Más tecnología en el interior

El SUV estrena por primera vez un cuadro de instrumentos digital de 12,6 pulgadas, ligeramente curvado y que se combina con una pantalla central de 12,3 pulgadas, pudiendo además combinarse de manera opcional con un head-up display, así como con una tercera pantalla de 10,9 pulgadas que va delante del copiloto.

Más equipado de serie

Aunque es algo que se da por hecho en un coche de este segmento, Porsche ha aprovechado la puesta al día para completar todavía más el equipamiento de serie del modelo.

Ahora todos los Cayenne cuentan con faros Matrix LED, Porsche Active Suspension Management, llantas de 20 pulgadas, Park Assist delantero y trasero con cámara de marcha atrás y una superficie de carga inductiva hasta 15 vatios para el móvil.

Tres mecánicas a elegir

El Porsche Cayenne es un SUV con poderío incluso desde su versión de acceso, que arranca con un motor 3.0 V6 turbo que entrega 353 CV (260 kW) y 500 Nm, una mejora de 13 CV (10 kW) y 50 Nm respecto a lo que ofrecía antes.

El Porsche Cayenne S pasa a monta run motor 4.0 V8 biturbo que desarrolla 474 CV (349 KW) y 600 Nm de par, lo que de nuevo supone una mejora, en concreto de 34 CV (25 kW) y 50 Nm. Como consecuencia, acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y alcanza una velocidad punta de 273 km/h. 

La guinda la pone el Porsche Cayenne E-Hybrid, que aumenta su rendimiento hasta 470 CV (346 kW), así como la capacidad de su batería, que pasa de 17,9 kWh a 25,9 kWh, lo que le permite homologar una autonomía eléctrica de hasta 90 kilómetros, por lo que tiene la etiqueta CERO de la DGT.

Un comportamiento mejorado

La suspensión de muelles de acero del Porsche Active Suspension Management (PASM) monta nuevos amortiguadores con tecnología de 2 válvulas que logran mejorar su respuesta en situaciones de conducción de lo más variadas.

La compañía señala que destaca especialmente “el confort a baja velocidad, la agilidad en curva, el control del cabeceo y el de balanceo”, pero apunta también que las mejoras se notan al reducir los movimientos de la carrocería cuando se lleva a cabo una conducción deportiva. 

Debilidad: En Europa nos quedamos sin el tope de gama

Ante una puesta al día lo habitual es que se mejore la oferta mecánica del modelo y/o se incluyan nuevas versiones, pero la actualización reciente del Cayenne ha ido en la dirección contraria en Europa: nos hemos quedado sin el Turbo GT.

Y se trata de una pérdida notable, puesto que hablamos del tope de gama y de la versión más deportiva del SUV alemán: monta un motor V8 biturbo de cuatro litros que desarrolla 659 CV, suficientes como para acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y para alcanzar una velocidad máxima de 305 km/h. 

Etiquetas: SUV

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