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No lo vimos venir, así es el mejor Volvo para viajar hecho en la historia

volvo em90

Un monovolumen.

Volvo siempre se ha caracterizado por lanzar coches seguros, fórmula a la que con el tiempo ha añadido otras características como un diseño minimalista y una apuesta temprana por los coches eléctricos. Lo que nadie se podía esperar era que en 2023 fuera a presentar el que seguramente sea su mejor coche para viajar y que, además, se trate de un monovolumen.

El Volvo EM90 ha cogido al sector por sorpresa, pese a que dada su relación con Geely, tenía a su alcance un modelo en el que basarse, el Zeekr 009, al que luego dar la vuelta para plantearlo como un vehículo a la sueca.

 

Todavía no está rodando por la calle, pero por lo que se ha podido ver de él y por lo que se ha anunciado, parece claro que si hay que elegir un Volvo en el que te traslade un chófer, seguramente quieras que sea éste.

Es algo que se puede considerar ya desde un primer vistazo y es que, aunque el formato de un MPV no sea lo más estético del mundo, se trata de un tipo de carrocería creada para ofrecer el máximo espacio interior posible.

Además, el EM90 cuenta con el plus de que sus puertas traseras son correderas, lo que hace que el acceso a la parte trasera sea más fácil, tanto a la fila de asientos intermedia como a la tercera.

En los vehículos con tres filas de plazas suele pasar que la última tiene un espacio testimonial y solo está recomendada para niños o para personas de baja estatura. En el Volvo, aunque lógicamente no están al mismo nivel que las intermedias, que son la auténtica estrella del habitáculo, si parecen ofrecer espacio suficiente incluso para adultos.

Pero lo importante se encuentra, como hemos dicho, en las plazas centrales. 

Al tratarse de dos asientos individuales, hablamos de dos butacas de tipo ‘business’, de gran tamaño, con capacidad para acomodar a personas de talla grande sin problema, con reposabrazos altos y mullidos y que, además, pueden reclinarse hacia atrás, levantando por el camino el reposapiés para que también descansen las piernas.

Además, como se da por hecho, cuentan con múltiples reglajes eléctricos y con las funciones ya habituales en el mercado premium, tales como masaje, calefacción y ventilación.

Del reposabrazos central pueden desplegarse sendas mesitas para que quienes vayan en el coche puedan ir trabajando y el entretenimiento está asegurado gracias a la pantalla de 15,6 pulgadas que baja del techo, que se complementa con un sistema de sonido premium de Bowers & Wilkins con 21 altavoces.

La guinda la pone el hecho de que el Volvo EM90 es un coche eléctrico, lo que al menos sobre el papel le debería otorgar una suavidad de conducción destacada que haga que los viajes largos sean todavía más cómodos. 

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