No te imaginas qué mítica marca de deportivos está coqueteando con motores de hidrógeno
Aunque no lo creas, Ferrari está coqueteando con la idea de motores de hidrógeno, como muestra la última patente que ha presentado la compañía. En ella se habla de un deportivo con motor invertido de hidrógeno, tecnología híbrida y tracción a las cuatro ruedas.
Los departamentos de ingeniería de la mayoría de fabricantes no paran de trabajar en la búsqueda de soluciones alternativas que mejoren el rendimiento y la eficiencia de sus vehículos. Ahora, esos departamentos parecen centrados exclusivamente en el desarrollo del coche eléctrico, pero hay marcas que van mucho más lejos y se atreven a innovar a niveles nunca vistos.
Es el caso de Ferrari y la última de las solicitudes de patente que ha presentado en las oficinas de Europa y Estados Unidos. La firma de Maranello está coqueteando con los motores de hidrógeno, pero no cualquier motor, sino un desarrollo completamente nuevo que trae consigo multitud de novedades técnicas de las que no habíamos oído hablar antes.
La revolucionaria tecnología de propulsión que está investigando Ferrari
El documento se titula “Coche provisto de un motor de combustión interna impulsado por hidrógeno” y está firmado por Fabrizio Favaretto, gerente de innovación de arquitecturas de vehículos y trenes motrices en Ferrari, donde lleva 24 años trabajando.
Según las patentes, los ingenieros de Ferrari han ideado un sistema de propulsión híbrido en el que el motor de combustión está situado en la parte trasera y el propulsor eléctrico en el frontal.
El concepto de motor de combustión sorprende viniendo de Ferrari. Y es que se trataría de un bloque de seis cilindros en línea alimentado por gas hidrógeno. Esta configuración se habría elegido para dejar espacio a los lados (iría colocado en el chasis en posición longitudinal) para los depósitos de hidrógeno.
El motor térmico está montado al revés, es decir, el cigüeñal está en el punto más alto del motor mientras que la culata está directamente a ras del suelo. Esto permitiría instalar un difusor más agresivo en la parte trasera del vehículo. Destacar que algunos aviones de combate de la Segunda Guerra Mundial ya equipaban motores invertidos como éste.
Las novedades no terminan aquí. La patente de Ferrari contempla diferentes soluciones de sobrealimentación para el motor de combustión. Una de ellas sería la instalación de dos compresores centrífugos montados coaxialmente a cada lado de un único motor eléctrico. La energía para alimentar este motor se obtendría de la frenada regenerativa y se almacenaría en una batería.
Otra solución sería la de colocar dos compresores en una disposición diferente, aunque accionados por un otor eléctrico, mientras que la tercera solución sería un sistema tipo MGU-H (grupo motor-generador, calor) como el que se usa en la Fórmula 1, con una turbina de gases de escape capaz de recuperar energía eléctrica para accionar uno o más compresores.
El sistema ideado por Ferrari es, en resumen, un tren motriz híbrido sobrealimentado, con combustión de hidrógeno, seis cilindros en línea y tracción a las cuatro ruedas. Queda por ver cuánta de esta tecnología se traslada finalmente a un coche de producción y cómo sería este vehículo.
Mientras tanto, es reconfortante saber que Ferrari siguen investigando en motores de combustión interna mientras la industria del automóvil se electrifica. Esto no impedirá que Ferrari tenga su coche eléctrico más pronto que tarde (llega en 2025), aunque el CEO de la compañía asegura que Ferrari nunca abandonará los motores de combustión.
Etiquetas: Tecnología
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