No hay duda de que el coche eléctrico es ya una realidad. Cada vez es más eficiente, ofrece mayores rangos de autonomía y, en líneas generales, es mucho mejor producto que hace unos años. En este sentido, la evolución ha sido notable, aunque sigue habiendo algunos ‘peros’. ¿Merece la pena comprar un coche eléctrico en 2024? Te contamos todas las ventajas y desventajas.

El coche eléctrico genera todo tipo de opiniones a favor y en contra. Lamentablemente, se ha convertido en un asunto político, de manera que, si estás a favor, perteneces a una ideología determinada y, si estás en contra, eres de la ideología contraria y eres, poco menos, que enemigo del planeta.

Aquí nos desmarcamos por completo de todo eso y vamos a contar lo bueno y lo malo del coche eléctrico. Cabe subrayar, de entrada, que se trata de un producto interesante, ideal para conducción urbana por su facilidad de uso y que permite reducir los niveles de contaminación en las ciudades. Otra cosa es que sea una imposición por parte de las autoridades.

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Ventajas del coche eléctrico

Vamos a empezar desgranando las ventajas que ofrece el coche eléctrico, que son muchas y muy interesantes:

Facilidad de conducción

La primera ya la hemos deslizado. Son coches muy fáciles de conducir, porque están muy automatizados y porque, gracias al sistema de frenada regenerativa, se pueden conducir utilizando solamente el pedal del acelerador, de manera que, cuando se levanta el pie, el coche reduce considerablemente la velocidad, sin apenas hacer uso del freno.

Básicamente, conducir un eléctrico en ciudad supone estar pendiente únicamente del tráfico, manejar el volante y utilizar el pedal del acelerador en la mayoría de las ocasiones. 

Mayor oferta

Otra ventaja del coche eléctrico es que la oferta aumenta cada vez más y lo que es más importante, ese incremento se produce en segmentos inferiores, que es lo que realmente interesa para ‘democratizar’ el vehículo eléctrico.

Recientemente, hemos conocido el nuevo Citroën ë-C3, disponible desde 23.800 euros, a lo que hay que descontar las ayudas del Plan MOVES III. Más adelante, se espera que aterricen en el mercado otros modelos que se sitúen en el umbral de los 25.000 euros. 

Mantenimiento más barato

Una de las grandes ventajas de los coches eléctricos es que tienen un mantenimiento más barato, con respecto a un coche de combustión. Esto es porque son coches más simples, carecen de motor térmico y, por tanto, de un montón de piezas, como bujías, correa de distribución, pistones, turbo, etc. 

Al no tener nada de eso, no hay que sustituir esas piezas, ni hacer el cambio de aceite, filtros… Además, el sistema de frenado se desgasta menos, por el uso de la frenada regenerativa que hemos dicho antes. Eso sí, el elemento vital del coche eléctrico es la batería y, si hay que cambiarla, sí conlleva un importante desembolso. 

Fuera restricciones en las ciudades

Lógicamente, los vehículos a batería se benefician de una serie de ‘privilegios’, como no pagar el impuesto de circulación, poder circular sin ningún tipo de restricción en las ciudades y ZBE o aparcar gratis en las zonas de estacionamiento regulado.

El Plan MOVES III se prorroga hasta julio

Los coches eléctricos siguen siendo caros, pero al menos los usuarios interesados se pueden seguir acogiendo a las ayudas de hasta 7.000 euros del Plan MOVES III que se ha prorrogado hasta julio de este año. Ayudas que están sujetas a una serie de requisitos, como entrega run coche viejo para desguace.

La deducción del IRPF se mantiene

Además de las ayudas públicas, si te compras un coche eléctrico te podrás deducir un 15% del precio del vehículo en el Impuesto de la Renta de la Personas Físicas (IRPF) hasta un máximo de 20.000 euros. 

Desventajas del coche eléctrico

Ahora vamos con la otra cara de la moneda, las desventajas del coche eléctrico:

Precio

El precio sigue siendo el principal escollo que encuentran muchas personas que se interesan por un eléctrico. A pesar de lo que hemos dicho arriba y de las ofertas, los coches eléctricos siguen siendo claramente más caros que los equivalentes con motor diésel y gasolina.

Además, para amortizar esa gran diferencia de precio, sería necesario realizar muchísimos kilómetros, cosa que la mayoría de los conductores no hace y, a parte, no es posible por un eléctrico por razones de autonomía y falta de puntos de carga. Insistimos en que el eléctrico es una opción genial para la ciudad.

Autonomía

Es cierto que los vehículos eléctricos han mejorado mucho en este aspecto, pero sigue siendo escasa. De media, los coches que hay actualmente en el mercado ofrecen una autonomía real de entre 300 y 400 kilómetros. Hay modelos que pueden recorrer una mayor distancia, pero son de gama alta.

Escasez de puntos de recarga

Lo acabamos de señalar. La escasez de puntos de recarga es otro punto crítico que, unido a la autonomía y al precio, echa para atrás a muchos potenciales compradores. El caso de España es particularmente grave, ya que está a la cola de Europa. Además, entre un 25 y 30% de los que hay no funcionan.

El problema aquí es la paradoja que se produce: hay pocos puntos de recarga en España, pero son suficientes para el número de coches eléctricos en circulación. ¿Hay pocos coches eléctricos porque hay pocos puntos de recarga o hay pocos puntos de recarga porque no hay suficientes coches eléctricos?

No son cero emisiones 

Solemos llamar a los coches eléctricos con el calificativo de ‘cero emisiones’ y mucha gente cree que no contaminan, pero no es verdad. Los eléctricos contaminan, sobre todo, durante el proceso de fabricación, donde emiten más CO2 que un coche equivalente diésel o de gasolina.

Desde que sale del concesionario, deja de contaminar, aunque la energía que recarga también ha contaminado previamente para producirse. Sí es cierto también que, aproximadamente, la mitad de la energía que se consume en España procede de fuentes renovables.

Las ayudas no son directas

Otro obstáculo importante a la compra de coches eléctricos es que las ayudas del Plan MOVES III, si bien son interesantes, están mal ejecutadas, porque el descuento no se aplica a la hora de comprar el vehículo, sino que la administración lo descuenta después. De media, se tarda en cobrar esas subvenciones unos 20 meses.

El frío

Por último, otra desventaja del coche eléctrico es el frío, su gran enemigo. El frío, sobre todo, en lugares donde se registran temperaturas bajo cero, merma significativamente el rendimiento de las baterías, lo cual se traduce en una menor autonomía. También afecta al funcionamiento de los cargadores y hasta puede dejarlos inutilizados.