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Mazda ya trabaja en la segunda generación Skyactiv-G

Mazda ya trabaja en la segunda generación Skyactiv-G. La tecnología por la que apuesta la marca nipona para reducir consumos y emisiones será mejorada con el objetivo de lograr motores que emitan 70 g/km en 2025. Hemos viajado hasta su sede central en Europa para conocer más detalles.

Mazda ya trabaja en la segunda generación Skyactiv-G, su apuesta tecnológica para participar en esa carrera por reducir consumos y emisiones en la que compiten la mayoría de fabricantes. Sin embargo, la marca japonesa va por libre y, mientras los demás avanzan en el 'downsizing' de motores, ellos prefieren el 'rightsizing'.

Esto significa que Mazda no baja la cilindrada de los motores como hacen Volkswagen con los 1.4 y 1.2 TSI, Renault con los 1.2 TCe o Ford, capaz de lanzar un propulsor Ecoboost de solo 1,0 litro que rinde 125 CV. Todos, eso sí, apoyados en un turbo para mantener buenas prestaciones sin renunciar al ahorro. Frente a este 'downsizing', Mazda aplica el 'rightsizing' (término acuñado por ellos) y mantiene cilindradas de hasta 2,0 litros.

Para ellos lo fundamental es obtener una mayor relación de compresión y mejorar al máximo la eficacia de la combustión. Los resultados ya se pueden ver en la tecnología Skyactiv que ya mueve a los Mazda3, Mazda6 o Mazda CX-5 y mejorará aún más su eficiencia en la segunda generación de esta tecnología. La firma nipona ya trabaja en ella con con el objetivo de lograr motores que solo emitan 70 g/km en 2025.

El salto de calidad se denominará Skyactiv-G de segunda generación y estará enfocado a los motores de gasolina, pues los ingenieros japoneses creen que tienen más potencial de ahorro que los diésel. Las líneas maestras en las que trabajan para lograr el reto son aumentar todavía más la relación de compresión, implantar el sistema HCCI para optimizar la combustión y reducir las fricciones. Además, están desarrollando nuevas transmisiones que trabajaran con los motores para reducir el consumo hasta un 30 por ciento frente a los Skyactiv actuales.

Por supuesto, Mazda también piensa en modelos híbridos para hacer frente a Toyota y aquí la nueva tecnología Skyactiv-G presenta otra ventaja. Al obtener mucha energía de la regeneración de frenada, puede alimentar con ella los sistemas electrónicos del coche y necesita tanto un motor eléctrico como una batería más pequeña. El apoyo eléctrico solo es necesario en situaciones de muy baja carga y el ahorro de espacio permite ganar maletero y habitabilidad.

Mazda continúa trabajando así en nuevos proyectos. Pronto veremos el Mazda2 (derivado del concept Hazumi presentado en el Salón de Ginebra 2014) y el Mazda CX-3.

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