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La marca que da una nueva oportunidad al diésel y puede tener mucha razón

Mazda biodiesel

Mazda sigue a lo suyo, chapeau.

Mazda lleva bastante tiempo yendo a contracorriente en la industria del automóvil. Ya en su día apostó por las baterías pequeñas en el Mazda MX-30 cuando todos los fabricantes de coches eléctricos apostaban por pilas cada vez más grandes. Ahora su cruzada es a favor del diésel, cuando la industria lo está abandonando en tromba.

Hace no mucho sorprendió a todo el mundo anunciando que, para su nuevo Mazda CX-60, había desarrollado un bloque de gasóleo de nueva factura, un 3.3 de seis cilindros en línea, que desarrolla 200 o 354 CV de potencia y 450 o 550 Nm de par, según la versión.

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Para sorpresa de nadie, el propulsor va realmente fino, ofrece unos consumos muy ajustados y se postula como una opción muy interesante e inteligente para un vehículo de estas características.

Ahora, la marca nipona vuelve a demostrar su apuesta por el diésel, pero dando una vuelta de tuerca más a su aproximación: el biodiésel. La firma ya está compitiendo en Japón utilizando este combustible en un Mazda 2, en la categoría ST-Q, puesto que es un modelo de calle, pero no está homologado.

La clave de este modelo es que, aunque tiene modificaciones para competir, que afectan a aspectos como la dirección, la suspensión, los frenos, etc.; su motor es completamente de serie, es decir, es un bloque que originalmente fue concebido para funcionar con diésel estándar, pero que puede operar con biodiésel sin recibir ninguna modificación.

Esto supondría un gran avance, puesto que todos los motores de gasóleo que hay circulando, podrían adoptar un combustible más limpio sin necesidad de ninguna inversión.

 

Ahora bien, ¿qué es el biodiésel con el trabaja Mazda? Está hecho a base de aceite de cocina usado y de grasas de microalgas, que se combinan para crear una mezcla que la firma denomina como SUSTEO y que hace las veces de diésel.

La compañía ya está trabajando para llevarlo a la producción en serie, algo que se estima que estará listo para 2025… aunque a priori solo ha intención de comercializarlo en Japón. Eso sí, en función de la aceptación, podría expandirse a otros mercados y tendría sentido en Europa, donde estos vehículos siguen teniendo mucha presencia.

Etiquetas: Diésel

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