¿Llegaremos a fiarnos de los coches autónomos?
Es una pregunta que toda la industria lleva tiempo haciéndose: ¿Llegaremos a fiarnos de los coches autónomos? La respuesta no es sencilla, dividiendo la opinión pública entre gente a favor y detractores, pero casos de accidentes en pruebas de los vehículos autónomos o, concretamente, como el del primer atropello mortal de uno de estos coches, que acaba de producirse, inclinan la balanza hacia los que se oponen a esta tecnología.
VÍDEO: Sistema autónomo capaz de evitar obstáculos como un piloto
Por supuesto, la industria está volcada con esta tendencia, presentando de manera constante avances en esta línea que hacen cada día un poco más capaces a los coches de conducirse por su mismo. El camino, no obstante, es largo, puesto que todavía queda bastante hasta llegar al denominado nivel 5 de la conducción autónoma, en el que la intervención del conductor será completamente innecesaria.
Ahora bien, por mucho que los fabricantes apuesten por ello, los que tienen la última palabra son los usuarios, que son los que tienen que optar por dejar de ir al volante y confiar plenamente en su vehículo. ¿Está preparada la población para ello?
A tenor del accidente de Uber, en el portal Statista, especializado en estadísticas, han recuperado los datos de de una encuesta que llevaron a cabo a consultora Boston Consulting Group y del Foro Económico Mundial de finales de 2015. Lógicamente, más de dos años después, las opiniones habrán variado dado que la tecnología ha avanzado, pero un rápido vistazo deja claro cuál es el principal motivo por el que los entrevistados no querrían tener un coche autónomo y veían poco probable realizar un viaje en uno de ellos: la seguridad.
La mitad de ellos afirmaron que directamente no se sentirían seguros, el 45% apuntaron que para ellos era importante tener el control en todo momento y un 43% explicaba que no querría que el coche cometiera errores. En la lista hay otros motivos de tono emocional (me gusta conducir) o por simple desconocimiento, pero el ámbito de la seguridad es persistente, tanto a la hora de conducir el propio coche (“no me fiaría en casos de tráfico mixto”) como ante la posibilidad de que sea pirateado.
Fuente: Statista.
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