La industria del automóvil pierde 20.000 millones de dólares por la crisis de los semiconductores

Una de las consecuencias de la pandemia provocada por el Covid-19 es la actual crisis global de suministro de chips semiconductores, un elemento presente en los dispositivos electrónicos, como ordenadores, televisiones o videoconsolas, y también en los vehículos. Y, precisamente, la industria del automóvil está siendo una de las más castigadas por esta falta de suministro, especialmente, en China y Japón.

Esto se explica porque los fabricantes de automóviles son unos de los más demandantes de estos semiconductores y, por tanto, la producción de vehículos se está viendo muy mermada. En China, el crecimiento de las fábricas ha caído hasta el mínimo en los últimos cuatro meses, como consecuencia de la escasez de chips semiconductores. 

A esto hay que sumar los problemas en la cadena de suministro y un incremento en los costes de las materias primas. 

Caída de la producción en Japón

Japón no se queda atrás y ha cerrado junio con la mayor caída mensual de la producción industrial en un año, un 6%, con respecto al mes anterior, siendo la producción de automóviles y de maquinaria las que más han descendido. Por ejemplo, la fabricación de automóviles se hundió un 19% en junio y buena parte de la culpa es la falta de chips semiconductores, como reconoce el Ministerio de economía, Comercio e Industria nipón. 

Por otra parte, el propietario de los concesionarios de vehículos en Reino Unido, Evans Halshaw y Stratstone ya avisa que es bastante probable que el suministro de coches se restrinja durante la segunda mitad de 2021. 

20.000 millones de dólares en pérdidas

Las consecuencias para la industria de la automoción pueden ser muy graves. Conforme aumenta la demanda de chips semiconductores y supera la oferta, se prevé que el sector del automóvil sea el más perjudicado en 2021, con pérdidas de hasta 20.000 millones de dólares, casi 17 mil millones de euros, según estimaciones de la agencia Goldman Sachs. 

En el inicio de la pandemia, en 2020, loa fabricantes de chips semiconductores cesaron temporalmente la producción y sus clientes interrumpieron o cancelaron los pedidos, previendo una menor demanda de los consumidores. Sin embargo, ha ocurrido justo lo contrario: las ventas de automóviles aumentaron por el miedo al coronavirus, ya que la gente quería evitar el transporte público. 

La producción ha vuelto a la normalidad, pero la escasez persiste, afectando, sobre todo, a la industria manufacturera en Asia. 

Recuperación en 2022

Muchos analistas advierten que la escasez de chips semiconductores ha alcanzado ya su punto más bajo y se espera que la escasez de la oferta disminuya ligeramente a partir del tercer y cuarto trimestre del año. Sin embargo, no prevén que las existencias de este componente recuperen los niveles anteriores a la pandemia hasta 2022. 

Del mismo modo, los analistas esperan que la alta demanda de semiconductores disminuya a media que la economía de los diferentes países se recupere y los consumidores empiecen a gastar más dinero en otro tipo de productos en lugar de dispositivos electrónicos. 

No obstante, advierten, los fabricantes de automóviles serán los más vulnerables a la continua contracción de la oferta. 

La industria automotriz, la más perjudicada

¿Y por qué la industria del automóvil está entre las más perjudicadas? Muy sencillo. Los distintos fabricantes se encontraban entre las empresas que anularon los pedidos de chips, ya que las ventas de vehículos cayeron en los primeros meses de la pandemia. Luego, cuando quisieron retomar esos pedidos, se encontraron al final de una larga cola, por detrás de muchas otras empresas de diferentes sectores. 

El sector de la automoción representa alrededor del 10% de los pedidos de chips semiconductores. En consecuencia, perderá aproximadamente el 3% de la producción anual en 2021, según prevé Goldman Sachs, lo que equivale a unos 20.000 millones de dólares.