La industria de componentes de automoción pide un Plan Renove que incluya los vehículos de combustión

La Asociación Española de Proveedores de Automoción, Sernauto, ha hecho públicos los resultados de 2020 y las previsiones para 2021. El sector de componentes de automoción perdió el 15,7 % de su facturación el pasado año como consecuencia de la pandemia; para este año se prevé un crecimiento del 10 %, pero no se recuperarán las cifras precrisis hasta bien entrado 2022.

A juicio de los máximos responsables de la automoción, la recuperación del sector está siendo más lenta de lo esperada por dos razones: la primera es la "debilidad de la demanda de automóviles"; la segunda, el desabastecimiento mundial de semiconductores. "Estos factores están obligando a las empresas a ajustar su producción", afirma el director general de Sernauto, José Portilla, que ha añadido que las exportaciones y la venta de recambios se comportarán mejor que las ventas a los fabricantes de automoción.

Respecto a los empleos, la industria de componentes perdió el 5,7 % del empleo directo que genera y cerró el año con 212.500 trabajadores, cifra que prevén que se mantenga a lo largo del presente ejercicio.

A la espera del PERTE del vehículo eléctrico

La presidenta de Sernauto, María Elena Antolin, ha explicado que están en constante contacto con la Secretaría de Industria y que les consta que están trabajando "intensamente" en la definición del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) del vehículo eléctrico y conectado. Se espera que pueda ir al Consejo de Ministros a finales de junio o principios de julio y que los fondos puedan empezar a llegar a la empresas antes de que acabe el año, ha señalado.

No obstante, ha reconocido que, actualmente, "no hay una idea muy clara" de la forma en la que los fondos llegarán a las compañía, al tiempo que ha reclamado que se apoye la innovación para garantizar el futuro del sector.

Piden un Plan Renove

Portilla ha insistido en que la transición hacia modelos "limpios" requiere apoyar a la industria actual, en concreto, a los vehículos de combustión, para lo que ha considerado necesario la puesta en marcha de un un nuevo Plan Renove que incluya a los vehículos diésel y gasolina. "Estamos peleando por que haya un gran plan de achatarramiento con dotación presupuestaria significativa y que incluya compensaciones económicas también para la compra de diésel y gasolina con el objetivo de retirar al año de las ciudades en torno a 400.000 o 500.000 vehículos viejos", que son los más contaminantes, ha dicho Portilla.

En su opinión, el que salga adelante una iniciativa así es solo "cuestión de voluntad política". "Que traten de entender que sí, que está muy bien y estamos comprometidos con lo transición ecológica y tecnológica, pero que no podemos demonizar ciertas tecnologías que son necesarias" y cada vez más eficientes y limpias, ha añadido.

"Lo que pedimos siempre es que sea una transición progresiva, de forma que las empresas puedan destinar los ingresos que obtengan de esas ventas a su transformación", ha añadido Portilla.