El hiperdeportivo que preparaba Audi era diésel y, por desgracia, se quedó en un cajón

A veces, algunas marcas tienen momentos de locura que se materializan en impresionantes prototipos, algunos de los cuales llegan a producción y se convierten en coches inolvidables, como el Mercedes CLK GTR. Otros, por desgracia, terminan en un cajón, como le pasó a un espectacular hiperdeportivo que preparó Audi con motor diésel.

Antes de que el diésel se convirtiera en el mayor enemigo del cambio climático, Audi intentó llevar esta tecnología a un hiperdeportivo de calle que debía ser la punta de lanza de su división Audi Sport. 

Quizá, a muchos les parezca raro un coche deportivo de alto rendimiento con motor diésel, pero hay que recordar que Audi dominó las 24 Horas de Le Mans con 13 victorias entre el 2000 y el 2014, de las cuales ocho fueron con prototipos impulsados con mecánicas diésel.

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Además, en 2008 la marca de los cuatro aros ya contemplaba la idea de hacer un superdeportivo diésel cuando presentó el Audi R8 TDI Le Mans Concept, con un V12 turbodiésel de 6.0 litros que producía 500 CV y 1.000 Nm de par.

Así que en Ingolstad quisieron trasladar ese dominio aplastante en Le Mans a la calle mediante el Proyecto Skorpion. Sin embargo, la idea terminó en un cajón dos años antes de que estallara el Escándalo de Volkswagen en 2015, conocido como Dieselgate. 

El hiperdeportivo que preparaba Audi era diésel y, por desgracia, se quedó en un cajón

Diez años después, el Museo August Horch de Audi en Zwickau, Alemania exhibe un estudio de diseño no funcional de este hiperdeportivo diésel, que ofrece una vista previa de lo que pudo haber sido un espectacular hiperdeportivo diésel pensado para una clientela muy reducida y adinerada.

Aunque, conociendo lo que pasó después del Dieselgate, es fácil suponer que el hipotético Audi Skorpion habría sido un auténtico fracaso, de haber llegado a la línea de montaje.

Aunque se conocen pocos detalles, el planteamiento de Audi era hacer una versión de calle del R18 que ganó la carrera de resistencia francesa entre 2011 y 2014. Inicialmente, el prototipo de carreras tenía un motor V6 TDI de 3.7 litros. En 2012 recibió tecnología híbrida y en 2014 aumentó su cilindrada hasta los 4.0 litros.

Audi pensó producir una tirada muy limitada del Skorpion, apenas 333 unidades destinadas a unos pocos propietarios con dinero de sobra que quisieran experimentar unas sensaciones similares a las de conducir el coche ganador de Le Mans. 

Se estima que el hiperdeportivo diésel de Audi habría tenido una potencia de entre 400 y 550 CV, con tracción trasera o total quattro.

En cuanto al diseño, se parece mucho al de un prototipo de la prueba francesa, con un frontal muy agresivo, un gran splitter, taloneras, una cabina muy baja, pequeñas ventanas, un alerón trasero fijo, una aleta que recorre toda la parte superior del vehículo y un difusor trasero.

Imagen destacada: Museo August Horch de Audi en Zwickau.