Una de las razones por las que cada vez más conductores se decantan por un coche eléctrico es el ahorro en costes asociados al uso y la propiedad. Esto supone un importante ahorro en la economía familiar si lo comparamos con un vehículo tradicional con motor de combustión, algo que hay que tener muy en cuenta cuando la economía se encuentra en estos niveles de inflación.

Con un vehículo eléctrico tienes varias ventajas que no aportan los coches convencionales, comenzando por una conducción silenciosa, los beneficios del distintivo ambiental Cero de la DGT o el hecho de poder acceder a cualquier Zona de Bajas Emisiones (ZBE) sin tener ningún tipo de restricción.

En este artículo vamos más allá de ventajas y beneficios, y nos centramos en aquellos gastos que no vas a tener si te compras un coche eléctrico. Hablamos de gastos asociados al uso y la propiedad, como te decía en el primer párrafo, donde se incluyen los impuestos, el combustible y el mantenimiento, entre otros.

El dato que acaba con uno de los mayores mitos de las baterías de los coches eléctricos

¿Qué gastos no tendrás si te compras un coche eléctrico?

Combustible

El más evidente, es, por supuesto, el combustible que no tendrás que repostar. Actualmente, el litro de gasolina tiene un coste medio en España de algo casi 1,55 euros, mientras que el diésel se sitúa por debajo de 1,5 euros. No tener que parar en la estación de servicio más cercana periódicamente implica un importante ahorro en carburante al año.

Eso sí, parte de lo que ahorres en combustible tendrás que reinvertirlo en pagar la factura de la luz si cargas la batería de tu coche eléctrico en casa, o en puntos de recarga públicos, donde el coste del kW es mucho mayor. Aun así, con una buena planificación, el ahorro es significativo.

Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica

Otro gasto que te ahorrarás en su totalidad es el del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, el conocido coloquialmente como impuesto de circulación. Los coches eléctricos están exentos, por ahora, del pago de este impuesto.

Esta tasa, que gestionan y administran los ayuntamientos, se paga anualmente y supone el desembolso de una buena suma a lo largo de la vida útil de un vehículo.

Impuesto de matriculación

Tampoco se paga el Impuesto de matriculación cuando compras un coche eléctrico. Esta es otra clara ventaja que permite abaratar el precio de adquisición de un automóvil eléctrico, que por lo general suele ser muy superior al de un coche de equivalentes características y prestaciones.

Además, hasta el 31 de julio de 2024 podrás seguir beneficiándote de las ayudas y subvenciones oficiales del Plan MOVES III en la compra de un coche eléctrico, que puede suponer un ahorro de hasta 7.000 euros.

Mantenimiento

El mantenimiento es otro de los puntos clave donde vas a ahorrar en gastos con un coche eléctrico. Como ya te contamos hace unas semanas, la diferencia en el número de piezas entre un coche eléctrico y uno de combustión es significativa, con un sistema de propulsión diferente donde no hay aceite, bujías, correas ni la mayoría de los filtros.

Por tanto, las revisiones de un coche eléctrico son más sencillas y, a priori, económicas que las de un vehículo térmico. Esto conlleva un ahorro significativo que puede llegar a ser de varios miles de euros pasados unos años.

Otros gastos donde puedes ahorrar

Además de lo antes mencionado, existen otros gastos donde puedes ahorrar si tienes un coche eléctrico. Uno de ellos está relacionado con las piezas de desgaste. Por ejemplo, los frenos se desgastan menos en un coche eléctrico gracias al sistema de recuperación de energía, lo que permite alargar la vida útil de pastillas y discos.

También ahorrarás si aparcas en zonas de estacionamiento regulado, como el SER de Madrid, donde los coches eléctricos tienen importantes bonificaciones que, dependiendo de la ciudad, pueden ser de hasta el 100%, por lo que aparcar en estos sitios te podría llegar a salir gratis.