Éstas son, para Porsche, las mejores 5 pinturas de guerra del 917
El mundo de la competición tiene un detalle curioso y es que, en muchas ocasiones, en la retina del aficionado se quedan grabados de manera inseparable las pinturas de guerra con las que cada marca acude a las competiciones. Hay algunas que no ha cambiado en décadas, como es el caso de Repsol Honda, pero en otras su historial es más variado. Lo que es más raro es que se empleen muchas en el mismo modelo y que, aún así, sean la mayoría reconocibles para el seguidor de los deportes de motor. En el caso del Porsche 917, fueron muchos sus “trajes” y ahora la propia marca ha elegido los que cree que son más icónicos.
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Es cierto que Porsche no lo ha tenido muy difícil, porque todos ellos son perfectamente reconocibles y han sido reproducidos luego hasta la saciedad en réplicas y merchandising de todo tipo:
Arranca con el verde y blanco, quizá el que menos suene a los aficionados, puesto que es la combinación con la que se presentó el coche en el Salón de Ginebra de 1969 apenas dos días después de terminar el vehículo. Le sigue el Cerdo Rosa, mote y decoración que se ganó por su carrocería más ancha y que acabó llevándole a competir como si hubiera salido de una charcutería.
En el puesto tres, los icónicos colores de Martini Racing, aplicado sobre el modelo en versión Long Tail, primero en conseguir una velocidad media de 240 km/h en Le Mans. La plata es para la pintura de Gulf, naranja y celeste, que apareció en la película de Steve McQueen. Y el oro es para el Rojo Salzburgo, porque fue con el que Porsche consiguió su primera victoria en Le Mans en 1970.
¿Y tú que piensas? ¿Cuál es, para ti, la pintura de guerra más mítica que ha lucido Porsche ya no solo en su 917, si no en toda su historia de competición?
Etiquetas: Competición
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