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El Dodge Viper GTS de 1997 se enfrenta al Viper ACR

El Dodge Viper GTS de 1997 se enfrenta al Viper ACR
Duelo generacional: el Dodge Viper de 1997 se enfrenta cara a cara con la última entrega del modelo, que además es su despedida del mercado, el Viper ACR. ¿Cómo sientan 20 años de diferencia al deportivo americano?

La producción del Viper terminará en agosto

El Dodge Viper es uno de los deportivos americanos más reconocibles de todos los tiempos. Su característica estética y su salvaje comportamiento se quedarán para siempre en la retina de los seguidores del mundillo y en su memoria, lugar donde quedará relegado ya que el modelo no tendrá continuidad. Presentado en 2016, el Viper ACR es su último canto de cisne y, puesto a despedirlo, ¿por qué no compararlo con uno de sus antepasados?

VÍDEO: Un homenaje al salvaje Viper ACR

Doug DeMuro se ha prestado a llevar a cabo este enfrentamiento generacional ofreciendo su propio Dodge Viper, un GTS de 1997, para demostrar que, al contrario de lo que mucha gente piensa, no todos los Viper son iguales. La primera similitud entre ambos modelos, a los que separan dos décadas, es la presencia de un motor V10, pero mientras que el de 1997 emplea un bloque de 8,0 litros que entrega 445 CV de potencia, el ACR cubica 8,4 litros y tiene 200 CV más para llegar a los 645. La diferencia de caballos cobra relevancia en el 0-60 mph (0-96 km/h), para el que el GTS necesita 4,2 segundos y su nieto es capaz de completarlo en 3,0 segundos. A nivel de conducción, aunque el nuevo es bastante más pesado y está pensado para la entrar en circuito, se postula como un deportivo mucho más fácil de conducir y más balanceado.

20 años son muchos en cuanto a tecnología, algo que queda patente en el interior: el espartano GTS poco o nada tiene que ver con el ACR, que cuenta con volante multifunción, retrovisores eléctricos, ajuste electrónico de los pedales, sistema de infoentretenimeinto o ‘Launch Control’ entre otros. Estéticamente, aunque la esencia es la misma,  puestos uno al lado del otro se nota claramente que el de 1997 es de otra era, con una estética más clásica, mientras que el ACR tiene una imagen heredada directamente de los coches de competición.

Fuente: Doug DeMuro.

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