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Diferencias de precio en el mantenimiento de un coche diésel y un eléctrico

Diferencias de precio en el mantenimiento de un coche diésel y un eléctrico

Un punto a favor para los cero emisiones.

Aunque no dejemos de hablar de ellos, los coches eléctricos son algo muy nuevo y sobre los que el usuario promedio todavía tiene muchas dudas. De entre los diversos puntos que se suelen señalar como positivos de los cero emisiones, se habla de su mantenimiento más asequible, pero, ¿qué diferencia hay en términos de precio con el de un coche diésel?

Lo primero que hay que señalar es que el coste del mantenimiento de un vehículo, sin importar el tipo de combustible que use, depende en gran medida del uso que se le dé. Cuanto mayor sea el kilometraje anual que se le haga, antes habrá que reemplazar ciertos componentes o pasar por el taller para hacer las revisiones correspondientes.

 

Así, para eliminar este factor, supongamos que tanto el coche eléctrico como el coche diésel experimentan el mismo uso al año. 

Además, vamos a dejar fuera de la ecuación el coste de uso del vehículo, es decir, lo que cuesta el diésel anual y la energía eléctrica necesarios para circular, aunque en este punto la balanza se decanta claramente hacia los modelos de cero emisiones, pues mientras en gasóleo es posible pagar unos 900 euros al año, en electricidad puede ser la mitad (depende del uso).

Mantenimiento de un coche eléctrico contra el de un diésel

Los coches eléctricos tienen a su favor una enorme ventaja respecto a cualquier modelo de combustión, sea diésel o gasolina: su sistema de propulsión es mucho más sencillo, tiene menos piezas y eso hace que haya menos elementos susceptibles de sufrir averías. Además, también hay otros tantos elementos que no necesitan reemplazos periódicos.

En los motores térmicos hay que llevar a cabo de manera periódica algunas operaciones, como es el cambio de aceite y los cambios de filtros de aire en el sistema de admisión. Esto implica un gasto periódico al que los modelos de cero emisiones no se tienen que enfrentar.

Además, también prescinden de otros elementos que, simplemente por el uso y desgaste, también han de sustituirse. Hablamos, por ejemplo, de las bujías, cuyo reemplazo es bastante común, y otros no tan habituales como los inyectores

A esto hay que sumar otras piezas clave, como son la correa de distribución, que en un modelo de combustión hay que acabar cambiando; o la caja de cambios, ausente en los cero emisiones y que en un coche térmico es una posible fuente de varias averías/gastos de mantenimiento.

Otro punto a favor de un eléctrico radica en los frenos que, si bien suelen ser más caros que los de un diésel (al pesar más, necesitan un sistema con mayor mordida), se desgastan menos por le uso de los sistemas de frenada regenerativa. 

Por último, a la hora de pasar la ITV, el hecho de tener que realizar menos pruebas (como la de emisiones), también hace que ese coste (cuya periodicidad es idéntica a la de los térmicos) sea sensiblemente inferior al de un coche diésel.

¿Qué diferencia de precio hay en el mantenimiento de un coche diésel y un eléctrico?

Los costes anuales de mantenimiento varían en función de múltiples factores e, incluso con un uso idéntico, cambian según el tipo de vehículo que sea (tamaño, rendimiento, etc.), por lo que es difícil establecer unas cifras fijas.

Sin embargo, si se puede apuntar que más o menos el mantenimiento de un coche diésel (o de un gasolina) puede suponer entre 250 y 350 euros al año. A este respecto, el de un coche eléctrico puede ser hasta un 50 o un 60% más barato, con cantidades que pueden rondar los 150 euros anuales.

Etiquetas: Diésel

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