Coincidiendo con la puesta en marcha de la nueva campaña de vigilancia de mantenimiento (en vigor hasta el 16 de octubre), la DGT anuncia que retirará de espacios públicos y privados más de 20.000 vehículos abandonados. 

La pregunta es: ¿qué hará con ellos? Una buena parte irán a centros de tratamiento de vehículos para su posterior descontaminación. Pero aquellos que estén condiciones de seguir circulando podrán ser utilizados para servicios de vigilancia de tráfico.

Vehículos abandonados en recintos públicos y privados

Tráfico calcula que, cada año, quedan abandonados en vías públicas unos 50.000 vehículos. A estos se suman unos 6.000 que sus propietarios dejan en talleres, depósitos y aparcamientos públicos y nunca son recogidos. Y otros 20.000 que según cálculos de la DGT estarían abandonados en recintos privados, tales como garajes comunitarios, parkings de centros comerciales, supermercados...

Una de las principales novedades de la instrucción dictada por Tráfico es que amplía el ámbito de aplicación e introduce el abandono en recintos privados, que antes no estaba contemplado.

Supone esto que, a partir de ahora, la Administración competente podrá ordenar el traslado del vehículo a un centro autorizado de tratamiento de vehículos para su destrucción o descontaminación. Eso sí, antes de proceder al traslado del vehículo, el propietario deberá ser avisado y se le concede un plazo máximo de un mes para retirarlo de donde se encuentre estacionado.

Además, para evitar que se dé un mal uso de la norma, cuando sea el propietario del recinto privado quien solicite la retirada (o un vecino de una comunidad, por ejemplo) deberá aportar un certificado del administrador, acta notarial y fotografías que verifiquen que el vehículo que no está ni averiado ni accidentado.

¿Los 'nuevos' coches de la Guardia Civil?

Llama especialmente la atención un párrafo de la instrucción que dice textualmente: "en el caso de que el vehículo objeto de tratamiento residual por abandono se encuentre aún en condiciones para un uso ordinario, la autoridad competente podrá sustituir el tratamiento residual por su adjudicación a los servicios de vigilancia del tráfico, previa autorización del Jefe Provincial de Tráfico (JPT)".

Es decir, un vehículo que lleva meses abandonado podrá pasar, previa aprobación de las JPT, a convertirse en coche de la Guardia Civil. 

Choca esta decisión con las numerosas alertas lanzadas por asociaciones de guardias civiles ante el mal estado de los vehículos oficiales que, de acuerdo con sus denuncias, alcanzan los 300.000 km y superan los 15 años de antigüedad.

Choca también que el anuncio se haga en plena campaña de concienciación sobre el peligro que supone el uso de vehículos antiguos. Datos facilitados por la DGT apuntan que el riesgo de fallecer o resultar herido grave se duplica en un coche de 10 a 15 años con respecto a uno que no haya cumplido los cinco años.