La DGT alerta sobre el peligro de viajar con los pies en el salpicadero

Circular en esta posición que ves es en la foto principal, con las piernas sobre el volante, parece algo sacado de una película de terror... y acabó con la detención de la persona que había cometido semejante infracción. Pero aunque parezca mentira, las malas prácticas de los pasajeros son mucho más habituales por despreocuparse totalmente de la conducción... y por no ser conscientes de los riesgos que se asumen. Por eso, la DGT alerta sobre el peligro de viajar con los pies en el salpicadero. 

Porque sí, hay gente que lo hace y ojo porque no son ni dos ni tres personas, así que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha incluido este reprobable comportamiento entre sus recomendaciones acerca de lo que no se debe hacer en el interior de un vehículo. 

Vídeo. Multado por ponerse el cinturón así: 

Los asientos de cualquier marca de coches están diseñados para aunar seguridad y confort, de tal manera que su estructura, su forma, sus tapicerías, la posición y anclaje de los cinturones... han de cumplir ambas funciones. Incluso para su homologación deben incluir una serie de reglajes como para que el conductor y el copiloto puedan modificar un poco su postura durante un viaje -en el caso del primero, se recomienda hacerlo con el coche parado- con el fin de disminuir la fatiga.  

Debido a esto, es tan importante no salirse de los parámetros previstos por los fabricantes o podrías estarte exponiendo a unos riesgos tan elevados como innecesarios... y, probablemente, desconocidos por muchos. Por ejemplo, el llamado efecto submarino, que se produce al poner los pies sobre el salpicadero y siempre que una postura incorrecta sobre el asiento reste eficacia al cinturón de seguridad.   

Tal y como explica Tráfico en este dibujo divulgado en sus cuentas de redes sociales, este fenómeno consiste en la posibilidad de que, ante un frenazo o una colisión, un cinturón que no esté correctamente ajustado no impida que el cuerpo se deslice por debajo del mismo, se proyecte contra algunos elementos del coche o hacia el exterior... e incluso la persona que lo sufra pueda padecer lesiones en el cuello (desde quemaduras por la fricción hasta el estrangulamiento). Es un riesgo que ya te hemos contado en muchas ocasiones también cuando los menores viajan en un elevador sin respaldo de los grupos 2 y 3. 

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Además, hay que tener en cuenta que el hecho de no ir sentado correctamente, no llevar bien puesto el cinturón o restar su eficacia poniendo los pies sobre el salpicadero es un peligro mucho mayor todavía desde que existen los airbags: están pensados para detonar y expandirse a una determinada distancia de las personas que precisamente determina la sujeción al asiento. Y si en ese momento un pasajero se encuentra en una posición inadecuada respecto a esa explosión, las consecuencias podrían ser fatales.