Cada vez son más los sistemas de control que emplean los organismos reguladores del tráfico para vigilar que los conductores cumplan con las normas de circulación. Tecnologías como los radares de velocidad están a la orden del día en las carreteras españolas, mientras que en otros países usan otros métodos con los que dar caza a los infractores.

En este caso, se trata de radares de peso. Sí, has leído bien. Radares que verifican que los camiones llevan la carga establecida y no circulan con sobrepeso. Esta tecnología aún no ha llegado a España, pero ya está en funcionamiento en la ciudad de Nueva York, como ha informado el Departamento de Transportes de Nueva York.

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Después de los radares de velocidad, ahora llegan los radares de peso

Este programa, que se conoce como ‘BQE Weigh-In-Motion’, persigue a todos aquellos camiones que circulan con exceso de peso, sin respetar la carga máxima autorizada. De momento está en fase de pruebas en la Autopista Brooklyn-Queens y busca que los camiones que circulan por debajo del Brooklyn Heights Promenade respeten los límites de carga.

Según parece, esta sección de la autopista se ha visto afectada en los últimos años por el tráfico pesado, que está provocando un desgaste acelerado de la infraestructura de la vía. Sin embargo, el programa espera ampliarse al resto de la autopista antes de que finalice el presente año.

Para lograr interceptar a los camiones con sobrepeso se han instalado unas cámaras que pueden leer las matriculadas y que van acompañadas de detectores para identificar el peso bruto del camión y el peso por eje en cada trayecto.

De este modo, se puede saber la carga exacta que transporta cada camión y cotejarlo con la masa máxima autorizada del vehículo accediendo a los datos registrados a través de la matrícula. 

El sistema está automatizado y podrá sancionar a los infractores que no respeten las normas una vez se cumpla el período de pruebas de 90 días (empezó el 10 de agosto), un período en el que los conductores que sean cazados tan solo recibirán una advertencia. Pasada esta fase de pruebas, las multas llegarán hasta los 650 dólares (600 euros).

Aunque de momento este sistema se ha puesto en marcha tan solo en la ciudad de Nueva York, no se descarta que llegue a otras urbes y que esté capacitado para identificar otros tipos de vehículos como, por ejemplo, los SUV.

Esta tecnología sería muy eficaz en Francia, donde desde enero del año pasado se cobra un impuesto especial a los vehículos que pesen más de 1,8 toneladas. El impuesto aplica 10 euros por cada kilo de peso extra que pase de los 1.800 kg. También sería muy útil si se desea vetar el acceso a los coches más pesados a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en el futuro.