Por qué deberías pensarlo dos veces antes de comprar un coche gasolina en 2023

Todos estaremos de acuerdo en que, salvo en contadas excepciones (garaje propio, más de un automóvil en el hogar, etc.), todavía es pronto para pasarse al coche eléctrico. Sin embargo, optar por uno térmico exclusivamente quizá tampoco sea la mejor decisión en la actualidad. Te contamos por qué deberías pensarlo dos veces antes de comprar un coche gasolina en 2023. 

Aunque, en realidad, son tres los motivos principales por lo que debes sopesar su adquisición con calma antes de dar el paso.

El precio de la gasolina está disparado

En lo poco que llevamos de año ya ha habido ciertos protagonistas en el mundo, tanto en general, como en el sector de la automoción en concreto. Y en este último uno de los principales ha sido el hecho de que ha desaparecido la ayuda estatal a la compra de combustible.

Los 20 céntimos de descuento se han esfumado (aunque algunas gasolina los mantienen para socios, gente que use sus tarjetas, etc.), lo que supuso un aumento del precio de la gasolina y el diésel, pero la cosa no se queda ahí y es que, sin tener en cuenta este lance, las tarifas de ambos llevan varias semanas en constante ascenso y no parece que la cosa vaya a cambiar.

Según diéseloogasolina, hoy 25 de enero de 2023, la media del precio de la gasolina del 95 es de 1,668 €/l y el del gasóleo de 1,710 €/l. Si miramos al coste que tenía el 1 de enero, estaban respectivamente en 1,604 y 1,677, respectivamente.

La tendencia es al alza y todo apunta a que seguirá así e incluso irá a peor, porque la Unión Europea ha anunciado una nueva sanción a los refinados rusos.

Ante este panorama, está más que claro que el coste por uso de un coche de gasolina no va a hacer si no incrementarse en los meses venideros, sin tener claro cuando la situación dará un respiro.

Los coches están cada vez más caros

Y da igual si hablamos de coches nuevos o de coches de segunda mano. Los primeros han subido sus precios de manera notable durante 2022, concretamente un 10,4% según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la inflación. Además, las listas de espera todavía son largas y hay que aguardar semanas o meses a que llegue el coche encargado.

Pero lo peor es que la situación en el mercado de ocasión es todavía menos halagüeña. Durante el año pasado el precio medio de un coche usado se situó en 17.990 euros, 2.000 más de la media de 2021, lo que implica un aumento del 20,2%.

Los coches jóvenes son los que más se han encarecido en bruto, pero porcentualmente son los antiguos los que más han aumentado su precio, haciendo que los más “baratos” ya no lo sean tanto.

Así, recurrir a coches antiguos para hacerse con un modelo asequible no es algo que resulte ya tan económico, además de que ir a por automóviles de gasolina (o diésel) con cierta edad es a partir de 2023 una idea todavía peor… por la llegada de las Zonas de Bajas Emisiones.

Has de tener en cuenta las nuevas ZBE

Al menos sobre el papel, este año van a implantarse ZBE en 149 municipios, aunque en la práctica la mayoría no estén activos todavía.

Esto implica restricciones de circulación para los coches más contaminantes, entre los que se encuentran los de gasolina. Lógicamente los más modernos, con su etiqueta C, todavía pueden campar a sus anchas, pero los sin etiqueta (gasolina de antes de 2001) empiezan a ser ya una mala opción de compra y los de etiqueta B (2001 a 2006) pronto estarán en el disparadero.

Ante esta situación resulta difícil no recomendar mejor la compra de un vehículo que cuente con algún tipo de electrificación, por mínima que sea, para disfrutar de la etiqueta ECO de la DGT al menos y evitar problemas a medio plazo.