¿Cuánto gasta el aire acondicionado en un coche eléctrico?
Nacho de Haro
¿Sabes que usar la calefacción o el aire acondicionado en un coche eléctrico puede reducir significativamente su autonomía? Utilizar el sistema de climatización no supone ningún problema en un turismo tradicional, entre otras cosas, porque extrae la energía necesaria para su funcionamiento del motor de combustión interna.
Aprovechan el calor sobrante generado por el motor térmico para aumentar la temperatura del habitáculo o el giro de este para accionar el compresor del aire acondicionado y refrigerar así el interior. Esto se traduce en un mayor consumo de combustible, sobretodo en el último caso, algo que en la práctica no supone ningún problema por la facilidad a la hora de repostar. Pero es que el climatizador de un coche eléctrico extrae la energía de la batería de tracción y esto, como imaginarás, implica una reducción de la autonomía.
Y es precisamente eso, la autonomía, el principal talón de Aquiles de los automóviles eléctricos. Es cierto que cada vez disfrutamos de eléctricos con baterías de mayor capacidad, pero sigue siendo fundamental conservar la energía de las pilas para no mermar en exceso el alcance del coche.
Como cada vez más conductores apuestan esta clase de vehículos, tal y como demuestran los últimos datos de matriculaciones, queremos contarte cómo funciona el aire acondicionado y la calefacción de un coche eléctrico. Porque la opinión más extendida es que su utilización disminuye significativamente la autonomía y es correcto, pero pocos conocen su funcionamiento o los últimos avances introducidos para suavizar el efecto que tiene su utilización en la batería principal, la que se encarga de mover el vehículo.
Y para ello, empezamos con el aire acondicionado de los vehículos eléctricos. Como te decíamos más arriba, los turismos tradicionales aprovechan el giro del motor de combustión para accionar el compresor del aire acondicionado mediante una serie de poleas y la pertinente correa. El problema es que en un eléctrico el motor no siempre está en funcionamiento, como por ejemplo, al estar detenido en un semáforo, por lo que esta posibilidad queda descartada.
La solución que han encontrado los fabricantes probablemente la tienes en casa, pues pasa por incorporar un pequeño motor eléctrico dentro del propio compresor del aire acondicionado como sucede en los aparatos domésticos. En este caso este motor extrae la energía necesaria para su funcionamiento de la batería de tracción y puede variar su potencia en función de las necesidades. Este sistema también lo puedes encontrar en automóviles híbridos e híbridos enchufables.
Lo interesante es que además de usarse para refrigerar el habitáculo, muchas marcas utilizan el sistema de aire acondicionado para enfriar la batería de los coches eléctricos y también la calefacción. Porque recordemos que mantener la temperatura de la batería es clave para asegurar una vida útil adecuada y para que su capacidad de almacenamiento no disminuya drásticamente con el uso.
¿Cuánto reduce la autonomía usar el aire acondicionado en un coche eléctrico? Pues depende de muchos factores, como la temperatura exterior o la que hayamos ajustado en el interior, pero en unas condiciones normales su uso puede suponer una reducción del alcance del 10% o incluso más. Al menos esa es mi experiencia al volante de un Kia Soul EV: cuando se activa el AA marcando, por ejemplo, una autonomía restante de 100 kilómetros, esta cae al instante a 90 km.
Esto a la hora de enfriar, pero es que la calefacción de los vehículos eléctricos consume en algunos casos más energía que el aire acondicionado. Porque ante la falta de un motor de combustión interna que produzca mucho calor residual que se pueda usar para aumentar la temperatura del habitáculo, la solución más extendida hasta ahora pasaba por utilizar unas resistencias eléctricas para calentar el líquido del circuito de calefacción.
Como imaginarás, obtener calor mediante la disipación de energía eléctrica en unas resistencias no es la forma más eficiente de hacerlo y su utilización tiene un claro impacto en la autonomía. Pero desde hace un tiempo, modelos como el Nissan Leaf o el Renault Zoe han abandonado las resistencias eléctricas en favor de bombas de calor que resultan mucho más eficientes energéticamente, adaptando de nuevo una solución ya existente en los sistemas de climatización de las viviendas.
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