Comparativa: Mercedes GLE Coupé vs Audi Q8

En la clase de los SUV de alta gama, tener sobrepeso es, aparentemente, estar en buena forma. Desde 2018, el Audi Q8 de 2.304 kilos completa la gama de su hermano, el Audi Q7. Con 2.414 kilos de peso, el Mercedes GLE Coupé añade 110 más a la balanza. 

Por fuera y por dentro

Con una estrella enorme en la parrilla, entradas de aire llamativas y una parte trasera ancha, el Mercedes sin duda cumple con el aspecto de SUV grande e imponente que se exige en esta categoría. Y es que, es posible que el “cisne blanco” no ofrezca la mayor practicidad por lo que cuesta, pero cuando se trata de la apariencia y lujo interior, que es lo que prima en este tipo de coches, no hay nada más que alegar. 

¿Y el Audi? Con sus líneas rectas y grandes ventanales siempre tiene, digamos, el “espíritu Bauhaus” flotando sobe él, y con un interior en formato “salón de baile”, rasca puntos a su rival, más estrecho en las plazas traseras.  

Pero que no se nos interprete mal: el GLE no desencadena ataques claustrofóbicos, precisamente, y además, ofrece el nivel más alto de comodidad en largas distancia en todos los asientos. Pero el Audi siempre tiene esos milímetros adicionales cruciales que marcan la diferencia entre “mucho” y “principesco”.

Bajo el capó

En ambos casos, un diésel de tres litros proporciona una propulsión adecuada. Con 286 CV, el V6 del Audi produce 14 CV más que el seis cilindros en línea del Mercedes, con 272. 

El motor más potente y la ventaja de peso hacen que el Q8 sea más rápido y más económico en cualquier situación. Acelera mejor, es más elástico y ofrece una velocidad máxima significativamente mayor: 245 km/h frente a 226 km/h. Hasta aquí los hechos objetivos.

Y en marcha…

Subjetivamente, la cosa cambia. Al conducir el Audi, el TDI parece más inarmónico y más rudo. Al principio no pasa nada, luego, en algún momento indeterminado, el turbo se pone a girar y notas una abrupta patada en la espalda  Además, el convertidor de ocho fases de Ingolstadt siempre parece un poco lento y no todo lo fluido que esperábamos.

Nada que ver con el comportamiento pulido del GLE, que ordena cuidadosamente sus nueve velocidades e implementa con suavidad y precisión los deseos de su conductor, siempre acompañado por el gruñido distante pero maravillosamente ronco del motor.

Así que no exageramos si decimos que hay casi un poco de espíritu deportivo en el tanque de Mercedes. Especialmente, si se ha pedido la suspensión Active Body Control opcional. En el modo "Curve", el GLE no solo elimina hábilmente todos los baches de la carretera, sino que también se inclina en las curvas como un ciclista, y funciona tan bien que el Benz le come la tostada al Audi en cada situación. 

Especialmente, porque la suspensión neumática del de Ingolstadt se aturulla de vez en cuando, especialmente sobre baches cortos.

Bestias de carga

Siempre que se haya marcado una cruz en la lista de equipamiento para la suspensión neumática, ambos oponentes, con una carga de remolque de 3,5 toneladas, están casi sobrecalificados para los desafíos estándar de su clase.

Con el Q8 y GLE, los entusiastas de los deportes acuáticos también pueden llevar a tierra barcos de vela de pequeño formato… Siempre que te quede dinero después de haber comprado uno de estos dos opulentos SUV, claro, que rondan los 90.000 euros en el caso de nuestros hinchados vehículos de prueba, con una ventaja de unos 5.000 para el Audi. Y debido a que en los dos casos la devaluación es realmente baja, todo huele a victoria para el de Ingolstadt…

Bestias multimedia

…si no fuera por el sistema de control MBUX superior que lleva el GLE: el control por voz en el Benz funciona tan bien y de forma auténtica y natural que algunos conductores podrían estar dispuestos a abrir su corazón a este automóvil.

En términos de funcionamiento, el cockpit del Audi, que también es muy elegante, no tiene ninguna posibilidad contra el Mercedes. Aquí, se utilizan tres monitores para "tocar", lo que rápidamente conduce a huellas dactilares antiestéticas. Así que no olvides tener una gamuza a mano en la guantera. 

Conclusión

Los puntos son inflexibles, y este es su frío veredicto:

Puesto 2: Audi Q8 50 TDI. Mucho espacio, gran rendimiento, menores costes. Pero el Q8 carece del “pulimento” final en lo que respecta a chasis y motor.

Puesto 1: Mercedes GLE 350 d Coupé. Su comportamiento cultivado y el sistema MBUX lo ponen por delante de su rival. El precio a pagar por esto, eso sí, es alto.

Audi y Mercedes entregan dos propuestas contundentes en la locura actual de los SUV coupés. Por irrazonables que parezcan los dos, sus motores diesel económicos salvan el equilibrio medioambiental. También tienen una gran ventaja sobre las berlinas del segmento superior: las enormes cargas que pueden remolcar. 

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Etiquetas: SUVSUV deportivo, SUV de lujo