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Combustión interna neutral, los únicos coches que se podrán vender en 2035 no son gasolina o diésel

Combustión interna neutral

A partir de 2035, además de coches eléctricos, seguirán existiendo los coches de combustión interna neutral, que funcionarán mediante combustibles sintéticos.

Sabemos que Europa ha prohibido los motores de combustión en 2035 y que solo podrán venderse coches eléctricos a partir de ese año. Sin embargo, no será el final de los motores de combustión. La Unión Europea permitirá la llamada combustión interna neutral.

Es decir, motores que funcionarán con combustibles sintéticos neutrales. Es la última propuesta incluida en ‘Fit for 55’, el paquete de medidas sobre el clima con el que la UE quiere alcanzar el objetivo de reducción de las emisiones en al menos el 55 % para 2030 y alcanzar la neutralidad en carbono en 2050.

Esto significa que los fabricantes podrán seguir vendiendo coches con motores de combustión más allá de 2035, pero no serán de gasolina, diésel ni híbridos como los conocemos hoy, sino que utilizarán combustibles neutrales

Por tanto, más allá del umbral fijado por la Unión Europea, los vehículos de combustión seguirán conviviendo con los eléctricos, ya sean con baterías o de hidrógeno con pila de combustible. 

Combustión interna neutral, los únicos coches que se podrán vender en 2035 no son gasolina o diésel

Combustión interna neutral

Se entiende por combustibles neutrales aquellos que, en el momento de producirlos, ahorran unas emisiones o capturan una cantidad de CO2 de la atmósfera equivalente a las emisiones que se producen durante su combustión.

En AutoBild, te hemos hablado algunas veces sobre los combustibles sintéticos. Hay fabricantes inmersos en el estudio y desarrollo de este tipo de combustibles ecológicos. Uno de los principales ejemplos lo encontramos en el proyecto Haru Oni, en Chile, en el que está implicada Porsche junto con otras empresas, como ExxonMobil, Siemens Energy y Enel.

 

Incluso, hace poco te comentamos el combustible sintético español que puede ayudar a que no desaparezcan los coches térmicos, desarrollado por Repsol y otras compañías. 

Los combustibles sintéticos se producen de manera industrial y no tienen origen fósil, cuya huella de carbono, por tanto, se considera nula y no contribuye a aumentar los gases de efecto invernadero en la atmósfera. 

A falta de aprobar la legislación europea que determine las especificaciones técnicas que deberán cumplir estos combustibles, dos retos importantes aparecen en el horizonte: producir combustibles sintéticos en grandes cantidades para garantizar el suministro y que sea viable económicamente

A diferencia de los combustibles fósiles, los neutrales necesitan procesos más complejos y costosos de producción, como la captación de CO2 o la electrólisis. Procesos que requieren mucha energía, lo que impide su producción en grandes cantidades, al menos, en comparación con los combustibles fósiles. 

El gran reto de la combustión interna neutral

Combustión interna neutral

Sin duda, el gran reto de la combustión interna neutral será producir combustible suficiente. El proyecto Haru Oni antes mencionado espera alcanzar grandes volúmenes de producción, pero nunca al nivel de las necesidades actuales en la economía global. 

Esto podría quedar compensado con una menor demanda de combustibles, algo que se espera que ocurra en 2035, así como que los coches de combustión interna neutral supongan una minoría, frente a los eléctricos de batería e hidrógeno. 

Quizá, los motores de combustión neutral queden reservados a un selecto club de vehículos exclusivos, deportivos y icónicos, donde entraría, por ejemplo, el Porche 911. O coches clásicos que se puedan seguir utilizando con un menor impacto medioambiental. 

En este sentido, cabe recordar la conocida como “enmienda Ferrari”, presentada por un grupo de diputados italianos en el Parlamento Europeo, pensando en Ferrari y Lamborghini, por la cual se estableció una prórroga para los fabricantes más exclusivos o aquellos que tienen una producción artesanal con pocas unidades anuales.

Este tipo de coches podrían prolongar su vida más allá de 2035, utilizando combustibles sintéticos.

Etiquetas: Combustibles

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