Conducir un Porsche es una experiencia única. Todos los coches que salen de Stuttgart tienen una puesta a punto casi perfecta. No obstante, después de mucho meditar, aquí tienes una selección de los cinco Porsche que nunca olvidarás.
5. Porsche 911 (993)
La generación 993 del Porsche 911 es la que estuvo a la venta entre 1993 y 1998. Aunque no tiene muchos años, ya se considera todo un clásico ya que fue el último de los Porsche refrigerados por aire. Las primeras versiones tienen un motor de 3,6 litros con 272 CV y a partir de 1996 este bloque se modificó para ofrecer 285 CV. El impresionante Turbo, con el que ilustramos este reportaje, tiene 408 CV de potencia que todavía nos dejan con la boca abierta. Su comportamiento es para quitarse el sombrero.
4. Porsche 356 Speedster
El Porsche 356 fue el primer automóvil producido por este compañía (1948-1965). Al igual que el Volkswagen Escarabajo tenía un motor de cuatro cilindros bóxer colgado del eje trasero y compartía muchas piezas con su primo. Una de las versiones más interesantes de conducir es el 356 Speedster. Este coche nació debido a la petición del importador de Porsche en Estados Unidos que vio la necesidad de fabricar un descapotable sencillo. No se equivocó y el coche fue todo un éxito. Era una gozada conducir su pequeño motor con tan solo 75 CV a cielo abierto.
3. Porsche Cayman R
El Porsche Cayman R se lanzó en 2011 y, como sabes, es la versión más deportiva de la gama Cayman y está, a su vez, basado en la segunda generación del Porsche Boxster. Para muchos, el Cayman R –prueba del Porsche Cayman R- es de los coches más equilibrados que han fabricado los alemanes. El reparto de pesos es más favorable que el del Porsche 911 y tiene un peso en vacío por debajo de 1.300 kilos. Si a esto le añadimos un motor con 330 CV, no me extraña que este coche resulte inolvidable.
2. Porsche 917
El Porsche 917 es uno de los coches de carreras más importantes de todos los tiempos. Este coche se lanzó en 1969 y la versión 917/30 que se utilizaba en el campeonato CanAM tenía un motor bóxer de 12 cilindros turboalimentado de 5,3 litros con un potencia máxima de 1.100 CV. Este coche es capaz de acelerar de 0 s 200 km/h en 5,3 segundos y alcanza los 300 en 11,3 s. ¿Velocidad máxima? 409 km/h. Además, este Porsche es también conocido por sus victorias en las 24 Horas de Le Mans de 1970 y 1971. Hasta el mismísimo Steve McQueen disfrutó de la precisa conducción de este coche durante el rodaje de la película Le Mans (1971).