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BMW X5 M y BMW X5 M Competition: 600 y 625 CV en formato SUV

Músculo germano.

Hace algo más un año que salió a la luz la cuarta generación del BMW X5, el todavía por aquel entonces mayor SUV de la marca (el honor recae ahora en el BMW X7), tiempo más que suficiente para que la espera hasta la llegada de su variante deportiva se haya hecho larga. El nuevo BMW X5 M ya es una realidad y, como es costumbre en los últimos lanzamientos de la compañía, llega acompañado de un BMW X5 M Competition todavía más radical.

La fórmula seguida por BMW en este caso es la ya conocida: estética agresiva, interior específico, una puesta apunto más deportiva para el chasis y un motor con cuantos más caballos mejor.

Su imagen se diferencia claramente del resto de X5 porque tiene un kit de carrocería M que incluye un paragolpes con tres enormes entradas de aire, pasos de rueda más definidos, aletas delanteras con branquias, faldones laterales, un difusor trasero acabado en negro brillante y un alerón fijo. Además, calza llantas de 21 pulgadas y muestra dos salidas de escape dobles. En el caso del X5 M Competition las llantas del eje trasero crecen hasta las 22 pulgadas, el sistema de escape es un M Sport con un sonido todavía mejor y tanto la parrilla, como los raíles del techo y los retrovisores son negros.

El interior también tiene detalles específicos.
El interior también tiene detalles específicos.

En el habitáculo el aire general es similar al de acabados inferiores, pero hay numerosos detalles que lo diferencian: asientos multifunción M, tapicería integral de cuero Merino (la del Competition es exclusiva), volante deportivo, instrumentación con diseño específico, HUD con lecturas específicas M, molduras de aluminio o fibra de carbono, placa con el nombre del modelo delante de la palanca de cambio y botones para acceder a los diversos modos de conducción ROAD y SPORT (el TRACK solo para el Competition).

Tanto BMW X5 M como X5 M Competition utilizan el mismo propulsor, aunque en diferentes grados de potenciación. Se trata de un bloque 4.4 V8 M TwinPower Turbo que se combina con una caja de cambios M Steptronic de ocho relaciones con Drivelogic y con la tracción total M xDrive, con modos 4WD y 4WD Sport, así como con un diferencial M activo.

En la versión básica desarrolla 600 CV y 750 Nm de par máximo, acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y tiene su velocidad máxima limitada a 250 km/h (285 km/h si se instala el M Driver Package), homologando un consumo de 12,8 – 13,0 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 291 – 296 g/km. En el Competition mantiene el par, la velocidad máxima y las cifras de consumo y emisiones,  pero entrega 625 CV y hace el 0-100 km/h en 3,8 segundos.

Tanto uno como otro utilizan la suspensión M adaptativa con amortiguadores de control electrónico, estabilización activa de balanceo, dirección M Servotronic y DSC con modo M Dynamic; frenos con discos de 395 mm mordidos por pinzas de seis pistones en el eje delantero y de 380 mm con pinzas monopistón en el trasero, una dirección con una puesta a punto específica y en su desarrollo se han tomado “medidas para incrementar la rigidez de la carrocería y los soportes de suspensión”.

Ambos modelos llegarán al mercado el 2 de mayo de 2020, pero por el momento BMW no ha desvelado cuáles serán sus precios.

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