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Bentley EXP 100 GT: 1.340 CV y 700 km de autonomía

Bentley EXP 100 GT
Del pasado al futuro.

Parece que está de moda, cuando cumples 100 años, ofrecer un pequeño adelanto de cómo ves tu futuro. Ya lo hicieron las marcas del Grupo BMW (BMW, Mini y Rolls-Royce) y ahora que en 2019 es Bentley la que alcanza el siglo de vida, repite la jugada mostrando su Bentley EXP 100 GT.

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Este prototipo futurista en realidad no lo es tanto puesto que, aunque la compañía ubique este modelo (o similares) en 2035, lo cierto es que es viable crear un vehículo de producción así dentro de menos años.

Quizá el mayor obstáculo para ello sea que las baterías que alimentan su sistema eléctrico tienen una densidad energética cinco veces mayor a las que hay actualmente en el mercado, pero el resto de elementos son bastante factibles. Así, utiliza una configuración de cuatro motores que entregan 1.340 CV y 1.500 Nm de par, que le llevan de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y a una velocidad máxima de 300 km/h. Su autonomía, con las mencionadas baterías, es de unos 700 kilómetros y apenas tarda 15 minutos en recargar el 80% de su capacidad.

Quien tenga la suerte de ponerse al volante podrá (aunque dudamos que quiera) otorgar el control al vehículo, que cuenta con tecnología de conducción 100% autónoma. Éste sería el otro pero, puesto que todavía no tenemos sistemas tan desarrollados y tampoco se ha creado una legislación adecuada.

El exterior del Bentley EXP 100 GT es claramente futurista, pero no pierde de vista elementos tradicionales de la casa, como un frontal perfectamente reconocible pero con un interesante formato de parrilla retroiluminada que acaba integrando las ópticas delanteras. Sus proporciones son las típicas de un cupé, pero sobredimensionado (5.600 mm de largo y 2.400 mm de ancho), con solo dos puertas de apertura vertical y considerable tamaño y una caída del techo realmente suave que acaba en una trasera muy fina.

Llama la atención el techo de cristal, que permite ver un interior cuya configuración varía dependiendo de si está en modo autónomo o no. Tiene tres plazas hábiles, cada una con un asiento biométrico que monitoriza las constantes vitales de cada pasajero y adapta, gracias a la inteligencia artificial del coche, aspectos como la luz, el olor o la música, siempre buscando el confort de los ocupantes.

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