5 coches tan feos que dan miedo
Cuando la practicidad sacrifica el diseño en el mundo de los coches, esto da como resultado vehículos tan feos que pueden llegar a dar incluso miedo. En este artículo te vamos a mostrar cinco ejemplos claros de diseño poco agraciado en el sector del automóvil.
Aunque juzgar el diseño es subjetivo, ya que se basa en la percepción de cada uno, lamentablemente hay coches que son menos agraciados a nivel estético que otros. Y, coincidiendo con que ya casi es la noche de Halloween, hemos elaborado una lista que incluye 5 coches tan feos que dan miedo.
En la lista hemos incluido coches que, a nuestro juicio, no van a ganar nunca un concurso de belleza. Por supuesto, no estamos juzgando si son mejores o peores, más fiables o menos, si están mejor o peor equipados, o si son más caros o más baratos. Lo único que valoramos es que sean coches estéticamente muy poco atractivos. Y estos cinco lo consiguen con nota.
5 coches tan feos que dan miedo
Fiat Multipla
El Fiat Multipla es un clásico en las listas de coches feos. Su diseño no está precisamente influenciado por la belleza del estilo italiano de los Alfa Romeo o los Ferrari. Su principal defecto estético está en sus desproporcionados volúmenes, con grandes ventanales laterales, un capó bajo y un extraño marco bajo el parabrisas delantero donde se integran unos faros auxiliares.
A pesar de ser poco atractivo, el Multipla es un coche especialmente práctico que incluso llegó a ser expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Fue diseñado pensando en potenciar su practicidad, un coche familiar con seis plazas modulares y un interior muy aprovechable. Fiat lo lanzó al mercado en 1998 y en 2004 recibió un restyling que solventó parte de sus problemas estéticos.
Pontiac Aztek
Lanzado al mercado en el año 2000, el Pontiac Aztek es un crossover de tamaño medio que comercializó General Motors hasta 2007. Este extraño y atípico vehículo no llegó a España, pero ganó especial fama por su papel como coche particular de Walter White (Bryan Cranston) en la serie de televisión de AMC, Breaking Bad.
Es un caso muy parecido al del Multipla. Aunque los volúmenes del Aztek son más regulares, sus líneas de diseño irregulares no le aportan valor, tiene unas ópticas muy poco atractivas y cuenta con un diseño general que lo convierte en un híbrido entre monovolumen y SUV. Un coche realmente raro que tampoco triunfó en términos de ventas: menos de 120.000 unidades en ocho años.
Tata Nano
La moda de los coches urbanos, reforzada por los Smart, provocó una oleada de modelos de diferentes marcas en los que el diseño no solía ser su suerte. Uno de los más feos de este segmento es el Tata Nano, un vehículo de solo 3,1 metros de largo que estuvo a la venta una década, entre 2008 y 2018.
Su diseño redondeado, muy parecido a un huevo, y sus diminutas ruedas ubicadas en cada esquina de la carrocería le hacen ver ridículo. A pesar de ello, fue el coche que motorizó a la India, ya que era especialmente económico con un precio de salida en la época de unas 100.000 rupias, el equivalente unos 1.130 euros.
Reliant Robin
De la India al Reino Unido para descubrir otro de los coches feos que dan hasta miedo, el Reliant Robin. Este pequeño vehículo de tres ruedas se comercializó en varias versiones durante 30 años. Está fabricado con fibra de vidrio y ganó mala fama por su poca estabilidad en curva, ya que era muy fácil volcar si se hacía un giro a cierta velocidad.
Es una especie de vehículo urbano de tres puertas que solo tiene una rueda en el eje delantero, donde también está ubicado su motor, aunque es un coche de tracción trasera. Tiene las líneas típicas de un coche barato de los ’70, con el añadido de ofrecer una atípica configuración de tres ruedas con la que no gana muchos enteros.
Sebring-Vanguard CitiCar
Cerrando la lista de coches feos que dan miedo, el Sebring-Vanguard CitiCar. Fabricado entre 1974 y 1977, el CitiCar fue el coche eléctrico de mayor producción en la historia de Estados Unidos hasta la llegada de Tesla.
A pesar de su proeza, no le favorece para nada su diseño en forma de cuña. Tiene solo dos asientos, cuatro diminutas ruedas y un frontal inclinado con dos saltones faros que, en conjunto, recuerdan a una especie de sapo. Por detrás tampoco mejora, con una caída plana y una gran luneta posterior. Un coche realmente raro que solo ofrecía 3,5 CV de potencia y 65 km de autonomía.
Descubre más sobre Aarón Pérez, autor/a de este artículo.
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