Carlos Sainz es uno de los pilotos de referencia en el Rally Dakar y Fernando Alonso tiene todavía mucho por aprender de esta disciplina de los rally raids, en la que ha debutado con su participación el Rally de Marruecos hace muy pocos días. Hemos recopilado las 5 lecciones que el asturiano debe aprender del madrileño para ser uno de los mejores en el rally más duro del mundo.

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Aunque Alonso acabó el Rally de Marruecos con un sabor agridulce tras no encontrar el ritmo de la forma que él quería, todavía quedan casi tres meses para la celebración del Dakar, en los que Fernando continuará haciendo test con el Toyota Hilux 4x4 y quizás compitiendo en otras carreras menores en Oriente Medio. En algunas podría incluso enfrentarse a Carlos Sainz - que corre con MINI -, un piloto del que puede aprender interesantes cualidades.
 

Ganar etapas no es lo más importante

Aunque un piloto no encuentre el ritmo necesario para ganar etapas desde el inicio de la carrera, puede luchar por la victoria en el Dakar. Ganar etapas no es lo más importante en una prueba de resistencia de este estilo. Sí lo es la constancia, el estar en el top 5 regularmente y no cometer errores (ni siquiera caer en las trampas del libro de ruta). Estar entre los cinco primeros regularmente y apretar al final de la carrera puede ser decisivo para conseguir una victoria. Menos riesgos da lugar a menos errores, y los errores en una carrera como el Dakar se pagan muy caros.

Por poner un ejemplo: Sainz solo ganó dos etapas en el Dakar 2018, el segundo en el que se impuso. Sus rivales Nasser Al-Attiyah y Stéphane Peterhansel ganaron cuatro y tres respectivamente. Carlos apretó cuando tenía que hacerlo, en la quinta y sexta etapa, se puso líder y luego administró su ventaja, viendo como sus principales rivales sufrían problemas. Eso sí, en seis de las trece etapas disputadas, Carlos estuvo entre los tres primeros.

Lidiar con compañeros de equipo fuertes

Carlos Sainz ha tenido que enfrentarse a duros compañeros de equipo durante el Rally Dakar, como por ejemplo Stéphane Peterhansel, Nasser Al-Attiyah, Giniel de Villiers... En el Dakar, como en muchas otras categorías, tu compañero es tu principal rival y teniendo en cuenta las alineaciones tan potentes que llevan las marcas, no es nada extraño ver a dos pilotos del mismo equipo luchando por la victoria. ¿Sabías que incluso un Rally Dakar se decidió por una moneda al aire?

Un Alonso vs. Al-Attiyah en un futuro sería épico y muy interesante para el Dakar y el automovilismo en general, pero también puede dar lugar a una batalla que puede acabar con las posibilidades de ambos y beneficiar a un tercero. Carlos Sainz es un experto en gestionar situaciones así… e incluso crecerse ante la adversidad.
 

Intentarlo, intentarlo y volver a intentarlo

Ganar el Rally Dakar en el debut es una tarea prácticamente imposible. Carlos Sainz sabe bien que cualquier cosa puede suceder durante un Dakar. Accidentes, barrancos por los que no debería pasar la carrera y otras veces hasta un pequeño exceso de velocidad puede costar muy caro, fallos mecánicos… Para ganar un Dakar todo debe ser absolutamente perfecto.

Sainz tardó cuatro años en ganar por primera vez el Dakar (desde 2006 hasta 2010) y hasta entonces solo pudo ser undécimo, noveno y sufrir un abandono. ¡Y eso que en 2007 había sido Campeón del Mundo de Rally Todoterreno! Más allá de eso, entre 2013 y 2018, año en el que logró su segunda victoria, no acabó ni una sola edición… y estamos hablando de Carlos Sainz.

Pero a pesar de ello, Carlos nunca ha tirado la toalla ni ha dejado de pelear por nuevas victorias en el Dakar. Una lección que debe conocer Alonso, porque aunque no pueda conseguir grandes resultados en uno, dos o tres años… con perseverancia y experiencia, es posible subir a lo más alto.
 

Fe ciega en su copiloto

Aunque Carlos Sainz ha competido en doce ediciones del Dakar y ha cambiado de equipo en varias ocasiones, siempre que ha podido ha contado con el mismo copiloto: Lucas Cruz. Carlos y Lucas se entienden a la perfección, han corrido ya siete veces el Dakar juntos y han ganado en dos ocasiones. El ‘feeling’ dentro del coche es crucial para conseguir buenos resultados y para sacar el uno del otro lo mejor. En más de una ocasión los copilotos se llegan a definir como “psicólogos” durante la carrera: no hay que olvidar que viven todo tipo de alegrías y frustraciones y pasan horas y horas juntos dentro del coche. A las etapas hay que sumar las largas horas de enlaces.

El entendimiento entre Carlos y Lucas es absoluto. Alonso y Coma, por otra parte,  acaban de echar a rodar como pareja de rallys: solo han corrido juntos la Lichtenburg 400 y el Rally de Marruecos. Llegar al Dakar con más experiencia en competición será clave para que mejore ese entendimiento dentro del coche.

Conocimiento de las reglas y de la organización

Una carrera como el Dakar exige conocer al 100% las reglas y saber dónde está el límite del reglamento para no sobrepasarlo y sufrir una penalización que puede costar muy cara en lo que a resultados respecta. La velocidad máxima en los enlaces, saber el momento en el que hay que dejarse superar por otro rival durante la ruta, la convivencia con distintas categorías, posibles peleas durante el camino…

Y si hay que “lucharlo” ante los comisarios, hay que ser también bueno en eso, como lo fue Carlos Sainz en aquella increíble (porque fue difícil de creer) pelea con el holandés Kes Koolen, que por poco no acusa al español de querer herirle. La organización dio la razón a Sainz, del que prácticamente nadie dudó.

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Imagen: Toyota/MINI/Volkswagen