Comparativa del Mazda CX-60 vs Mercedes GLC: el Olimpo de los diésel

Con el Mazda CX-60, la firma japonesa entra en el segmento de SUV premium y pretende competir con Audi, BMW, Mercedes y otros de la clase alta. Para enfrentar la fuerte competencia, como por ejemplo el Mercedes GLC de esta comparativa, Mazda ha puesto toda la carne en el asador,  desde la nueva "Large Platform" con motores montados longitudinalmente y propulsión trasera, hasta una transmisión desarrollada específicamente y sistemas de propulsión innovadores.

El hermano mayor del Mazda CX-5 (que permanece en la gama de manera simultánea) está disponible a partir de unos 48.000 euros. Los clientes pueden elegir entre cuatro líneas de equipamiento: "Prime-Line", "Exclusive-Line", "Homura" y "Takumi".

Así, el CX-60 es varios miles de euros más económico que la competencia premium alemana. Para comparar: el Audi Q5 50 TFSI e tiene un precio de partida por encima de los 60.000 euros, BMW pide más de 65.000 euros por el X3 xDrive30e, y un Mercedes GLC 300e 4Matic tiene un precio inicial de bastante por encima de los 70.000.

Además del híbrido enchufable, también hay en el gran SUV de Mazda motores diésel de seis cilindros con tecnología mildhybrid y 3.2 litros de cilindrada. Por cierto, para aquellos a quienes el CX-60 les resulte “pequeño”, Mazda ha anunciado el CX-80 de siete plazas, que se presentará en la primavera de 2024.

Que el CX-60 quiere competir con Mercedes y compañía ya lo han dejado claro en Mazda. Pero, ¿cómo se comporta este SUV contra el competidor de Stuttgart? Eso es lo que quisimos averiguar. En la comparación directa, la potente versión diésel del CX-60 se enfrenta al GLC 300 d 4Matic.

Diseño interior

Y el CX-60 comienza fuerte. Cuando te sientas por primera vez, puedes indicar tu altura, una cámara escanea tus ojos y ajusta automáticamente el asiento, el volante y los espejos. Los conductores más deportivos pueden bajar un poco más el asiento, pero luego no tendrán que preocuparse más. 

El Mercedes, por su parte, impresiona con un sistema de infoentretenimiento más moderno y una impresión de calidad aún mayor, con un empate en cuanto al maletero.

Motores

La propulsión del CX-60 está pensada para los entusiastas de los motores de combustión: un bloque diésel de seis cilindros en línea, 3,3 litros de cilindrada, 254 CV y 550 Nm. De hecho, el motor del Mazda da una impresión general muy ágil. 

Se desplaza poderosamente a través de su banda de revoluciones, acelera de 0 a 100 en 7,5 segundos y luego continúa hasta 219 km/h. Además, tiene un consumo total menor, con 6,6 litros: el Mazda necesita 0,2 litros menos que el Mercedes.

Comportamiento

Sin embargo, el alemán destaca con mejores prestaciones de conducción, aceleración ligeramente más rápida y una velocidad máxima más alta. Y la suspensión neumática instalada en el vehículo de prueba se adapta de manera muy hábil entre confort y deportividad, permitiendo al GLC de casi dos toneladas maniobrar hábilmente a través del tráfico gracias a la dirección trasera.

Al final, el CX-60 pierde ante el GLC, en términos de puntos, y la victoria es para Mercedes, a pesar de la marcada diferencia de precio, de casi 30.000 euros a favor del japonés. Pero dicho esto, ha sido una carrera de lo más reñida: hemos constatado que el Mazda será un duro rival para la marcad premium alemanas. 

Factores para decidir la compra

No hay duda: el Mercedes es más detallista, cómodo y silencioso. Pero el Mazda también puede presumir de encanto, potencia y una presencia impresionante, y un motor diésel de seis cilindros de gran cilindrada que es una característica distintiva. Solo el chasis y los sistemas de asistencia necesitan algunos ajustes para afinar su respuesta.