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Comparativa: ¿Hyundai Ioniq o Volkswagen Golf GTE?

Comparativa: Hyundai Ioniq y VW Golf GTE
Tal y como se están poniendo las cosas en materia medioambiental, los híbridos enchufables son una buena opción de compra

No creas que me he vuelto loco. Los dos coches que protagonizan estas líneas, el Hyundai Ioniq y el VW Golf GTE, tienen más en común de lo que te puedes llegar a imaginar.

La tecnología es capaz de poner al mismo nivel a un Hyundai y a un Volkswagen. ¿De qué hablo? De la tecnología híbrida enchufable. Y es que tal y como se están poniendo las cosas en las grandes ciudades en cuanto a restricciones de tráfico por contaminación, estos coches me parecen la solución perfecta de movilidad. Son caros, pero ofrecen mucho, como ahora vas a ver.

Poder disfrutar de un modelo con la pegatina de cero emisiones en el parabrisas siempre es un plus, ya que no pagas por aparcar, entre otras muchas ventajas. Y lo que quiero que hagas desde ya, es que te quites de la cabeza esa idea de que estos coches carecen de personalidad, que son simples electrodomésticos capaces de llevarte de un punto A a un punto B, sin más. Ejemplos como el GTE te van a  demostrar lo contrario. 

Hyundai Ioniq, a tope de equipamiento

Empiezo con el último en llegar: el Hyundai Ioniq.

El Ioniq nació para hacer la vida un poco más difícil al Toyota Prius, algo que está consiguiendo, con unas ventas más que sorprendentes. Con 4,47 metros, es más largo que el Golf, aunque no le saca mucho partido, ya que el alemán le pone en más de un aprieto en cuanto a amplitud interior. Pero con ese apartado iremos luego. 

Ahora toca sentarse al volante y ver qué ofrece. Repaso con la mirada cada detalle y descubro que hay cosas que me gustan bastante: buenos asientos, acabados de calidad, materiales bastante aparentes... También los ajustes parecen más que correctos. Por ejemplo, la pantalla central está bien ubicada y no hay crujidos al forzar con la mano ninguna de las superficies.

Estoy ante la versión más completa y el equipamiento de serie es simplemente abrumador: asientos con ajuste eléctrico, techo solar, navegador, volante con calefacción, cargador inalámbrico para el móvil, navegador, radio digital... Desde la pantalla central se pueden manejar casi todos los sistema. Sorprendido, ¿verdad?

En el Golf, aunque tiene detalles que no ofrece el Hyundai, como la instrumentación completamente digital, el acceso y arranque sin llave o el control de velocidad adaptativo, tienes que pagar por todos esos elementos.

Los ajustes y materiales del VW Golf híbrido enchufable también le toman la delantera al coreano, pero no gana por goleada como pasaba hace unos años. En las plazas traseras hay un empate técnico: el Golf es más amplio para la cabeza y las rodillas de sus ocupantes; el Ioniq es más ancho y carece del incómodo túnel central del Golf. Donde sí hay diferencia es en el maletero, ya que el coreano llega hasta los 341 litros, mientras que el Golf se tiene que contentar con unos escasos 272, muy lejos de los 380 que ofrece la variante normal.  

Con las baterías a tope

Me pongo en marcha.

Después de casi tres horas cuento con una carga completa de las baterías en el Ioniq que me van a dar (teóricamente) hasta 63 kilómetros de autonomía en modo completamente eléctrico. El Hyundai se mueve gracias a un motor eléctrico de 61 CV (suficientes para moverse con soltura por ciudad), mientras deja el motor de combustible a la espera de pasar a la acción cuando sea necesario. El confort es muy alto gracias a unas suspensiones que valoran más la comodidad de los pasajeros antes que el disfrute del conductor.

Todo lo contrario pasa en el VW Golf GTE. Armado con un motor de gasolina sobrealimentado de 150 CV (es atmosférico y de 102 CV en el Hyundai) y otro eléctrico de 102, sus reacciones son inmediatas a las órdenes de mi pie derecho. Es el GTI de los híbridos compactos, un coche que es capaz de bajar de los ocho segundos en el sprint de 0 a 100 km/h y obtener unas cifras de recuperación sobresalientes.

De todas formas, el talón de Aquiles del Golf con respecto al Hyundai es el peso. Eso le hace perder en eficiencia (más gasto y solo 50 km de autonomía en eléctrico puro) y ganar en inercias que luego las suspensiones (mas firmes e incómodas) han de esforzarse en contener. 

Pero, sin duda, los ingenieros alemanes han sabido elegir el punto de equilibrio acertado para hacer de este GTE un coche rápido y no excesivamente molesto en viajes largos (sobre todo si añades, por 840 euros, la regulación adaptativa del chasis).

De serie viene con cinco modos de funcionamiento:

  • GTE, el más deportivo y que pone a trabajar a máxima potencia ambos motores
  •  el modo HYBRID optimiza el uso de ambos motores para gastar lo mínimo
  •  mientras que el E-HOLD mantiene el nivel de carga de la batería
  •  el e-MODE obliga al motor eléctrico a funcionar en exclusiva
  •  y el último modo es el Battery Charge, que recarga en marcha el motor eléctrico tirando del de gasolina, con el consiguiente aumento del consumo y una total ausencia de eficiencia energética.

Todo este despliegue de configuraciones en el Golf se resume en dos modos modos de conducción en el Ioniq: Normal y Sport, nada más (este último hace que la respuesta al acelerador sea más viva).

Pero vayamos a la realidad... Las baterías del Hyundai flojean antes de llegar a los 50 kilómetros de uso eléctrico en exclusiva. En el Golf, si cabe, es peor, porque apenas me ha dejado cubrir algo más de 30 kilómetros. Así que, con las pilas descargadas, ambos coches se hacen más lentos de reacciones.

Los motores de combustión salen en nuestro auxilio y como en el Hyundai es atmosférico, su respuesta es más que discreta. En el Golf, con sus 150 CV turbo, las reacciones siguen siendo más vivas. Todo a costa de un consumo más alto (como te pases con el acelerador, te puedes llevar una sorpresa). Eso sí, dinámicamente el Ioniq no es rival, el GTE tiene un paso por curva mucho más alto y dinámico. Es hora de parar.  

Precio y costes

Con las ideas más claras sobre los puntos fuertes de cada uno, queda hablar de lo que piden por ellos y de los diferentes costes que conllevan. Y aquí también hay distancia entre ambos, a favor del Hyundai: no solo es más barato (4.000 euros menos), también ofrece cinco años de garantía. Aunque, eso sí, un Golf siempre será un Golf.  

Pincha aquí para tener toda la información del Hyundai Ioniq...

... y aquí para acceder a los datos del VW Golf GTE

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