Tras haber conducido las ocho generaciones y con una versión Cabriolet en mi propio garaje, creo estar en condiciones de afirmar que hay tantos tipos de Volkswagen Golf por la calle como clases de conductores. En esta prueba del Volkswagen Golf 8 2.0 TDI 115 CV vamos a reafirmarlo.

Y que aunque las tendencias del mercado cambien tanto, hay necesidades que perduran. Y este Volkswagen Golf TDI puede ser el coche ideal de mucha más gente de la que crees, a pesar de que los motores diésel parezcan proscritos. ¿Y tú?

Prueba del Volkswagen Golf 8 2.0 TDI 115 CV

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Pues sería tu coche (casi) perfecto si eres de los que quiere un vehículo para casi todo, discreto por dentro y por fuera, con una buena habitabilidad para hasta cinco personas (especialmente, en las plazas traseras) y que puedas dejar en la calle sin preocuparte demasiado. 

También por equipar un cambio manual de los de siempre, con los últimos adelantos en tecnología y seguridad (ampliables como extras), un alto estándar de calidad... y, sobre todo, si piensas hacer muchos kilómetros durante años. En fin, lo que vienen siendo los clásicos valores del Golf y de la tecnología TDI. 

Hasta hace poco, Volkswagen sacaba pecho de ambas cosas y ahora sólo mantiene en este compacto la opción turbodiésel con motor de dos litros y potencias de 150 CV (desde 32.980 euros) y 115 CV (casi 1.500 euros más barato).

Este último es el que hemos probado aquí, con una eficaz caja manual de 6 velocidades (con DSG de 7 vale 1.805 euros más), cuya palanca rompe el minimalismo del que hacían gala cuando nos presentaron el Golf 8 en Wolfsburgo, pero ni tan mal. Y tras semanas probando eléctricos, ¿quién se viene a recorrer España a gasóleo? 

Empieza a ser exótico eso de que un motor suene y vibre ligeramente más que uno de gasolina o gas. Pero también, sus casi 900 km de autonomía.

No estar buscando postes de recarga libres y que funcionen; ese par motor desde abajo que insufla el turbo en este tipo de diésel... Y el tener un compacto sin aires SUV (¡ni los quiero en este viaje!). 

Así, los km pasan de forma muy cómoda y sin extravagancias, aunque se agradece que cuando vas sólo y quieres disfrutar de un puerto de montaña, por ejemplo, puedas tener una respuesta del motor y la dirección que pase de ser Eco o Normal a un poco más deportivas, con el modo Sport, mediante botón físico o táctil.

Por lo demás, aquí la diversión está lejos de la urbe, en la versatilidad, sentir más el asfalto que en un crossover, en el confort de marcha, la conectividad y la seguridad. Porque si necesitas sensaciones más fuertes, hay otras versiones de este compacto más pasionales... aunque no tan prácticas ni ahorradoras.

Mi opinión

¿Soso? ¿Continuista? ¿Sin alardes deportivos ni toques de SUV? Y... ¿¡diésel!? ¡Exacto! Este discreto compacto con mecánica TDI puede darte muchas alegrías incluso en su variante de 115 CV y sin necesidad de que todos giren el cuello al verte pasar.