Prueba: Volkswagen Golf GTE, el GTI híbrido

En 1978 nació en Volkswagen Golf GTI y, 36 años después, llega el Volkswagen Golf GTE. La marca alemana quiere reeditar la fórmula de un compacto potente, divertido y asequible como aquel Golf, pero adaptado a los nuevos tiempos. Es decir, a estos donde la eficiencia y los eléctricos toman cada vez más pesó. Por ello se trata de un Golf híbrido en la órbita de los Golf GTI y Golf GTD y que utiliza la estrategia que Toyota lleva ya un tiempo explotando con el Toyota Auris Hybrid: la de utilizar una carrocería compacta con mecánica híbrida huyendo de diseños que quizá no todo el mundo sabe apreciar (por ejemplo, el Prius).

Mecánicamente, el Volkswagen Golf GTE utiliza el motor de gasolina 1.4 TSI con 150 CV que está asociado a uno eléctrico de 102. La potencia máxima combinada es de 204 CV y el par de 350 Nm, lo que le permite ofrecer prestaciones de verdadero deportivo: por ejemplo, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos y alcanzar los 217 km/h.

Además, el Golf GTE 2014 tiene algo que me gusta, y es la utilización de una caja de cambios DSG (en realidad se ha desarrollado específicamente para este modelo y cuenta con tres embragues) que le permite diferenciarse de sus rivales híbridos (estoy pensando de nuevo en los Toyota Auris Hybrid y Toyota Prius Plug-In Hybrid, (su equivalente), aunque también lo podría extender a otros modelos como por ejemplo el KIA Optima... o el propio Volkswagen Jetta Hybrid), que cuentan con un cambio que no es tan agradable de utilizar, sobre todo en autopista y carreteras secundarias. 

Una de los aspectos principales del nuevo Volkswagen Golf GTE es la posibilidad de enchufarlo a red. A plena carga, la batería de 8 kWh (está refrigerada por líquido) te permite hacer 50 kilómetros, aunque te tienes que esmerar un poco con el acelerador. Si embargo, el propulsor eléctrico aguanta bien un uso relativamente intenso. Eso sí, cuando funciona junto con el TSI, el consumo se queda en unos espectaculares 1,5 l/100 km. En cuanto al sistema de carga, el nuevo Volkswagen Golf GTE necesita tres horas y 45 minutos, aunque con un cargador rápido (wallbox) se queda en apenas 2,5. El sistema ofrece cinco programas de uso:

-GTE: es el más deportivo y pone a trabajar a máxima potencia a los dos motores.

-Hybrid: funciona en modo híbrido normal, es decir, según la exigencia de fuerza conecta uno o los dos motores.

-e-hold: mantiene el nivel de carga del eléctrico, compensando con el de combustión cuando es necesario.

-e-mode: funciona sólo el motor eléctrico y, aunque Volkswagen asegura una autonomía de 50 kilómetros, por lo que he experimentado en esta prueba cuesta alcanzar los 30.

-Battery Charge: recarga en marcha el motor eléctrico 'tirando' del de gasolina, con el consiguiente aumeno del consumo.

A la hora de ponerte al volante, las sensaciones son las de cualquier VW Golf 7. Nada de grandes efectos especiales: la pantalla central de ocho pulgadas muestra la información habitual, además de la relativa al funcionamieno híbrido. También el cuadro de relojes muestra información específica: por ejemplo, en la izquierda, en lugar de haber un cuentavueltas grande, hay un medidor de potencia y debajo uno más pequeño del estilo del que marca el combustible, para las revoluciones. Poco más. Eso sí, el maletero pierde 105 litros de capacidad para meter las baterías y se queda en 275 litros.

Al girar la llave, lo que te puedes esperar: el coche se prepara, pero solo la palabra 'Ready' te avisa de que está lista. Al poner la palanca en D y aelerar, se oye el típico sonido a 'metro', aunque está bastante bien insonorizado. Responde bien y ágil al acelerador, sobre todo al activar el modo de conducción GTE y lo mismo puedo decir de la dirección: se nota que estoy mas cerca del Golf GTI que del VW Golf 1.4 TSI. Por ejemplo, la suspensión es más bien firme, y el tarado de la dirección también tiene un toque bastante deportivo. Sí he notado que el aumento de peso respecto al GTI de 155 kilos se siente cuando vas ràpido en curva, en forma de más inercias.

El funcionamiento en modo híbrido es como el de cualquier coche de este tipo, con la ventaja de que, como te decía antes, el cambio DSG del Golf GTE te hace mucho más agradable la conducción: al pisar a fondo no se revoluciona el motor. Si activas el modo eléctrico, puedes pisar a fondo (tienes 50 km en circunstancias ideales) sin que entre en fuincionamiento el TSI. Sólo al activar el botón de 'kickdown' trabajarán los dos motores a la vez, y lo cierto es que me gustaría tener un GTI al lado para encontrar las diferencias de empuje: creo que sin un cerono en la mano es complicado encontrarlas.

Al conducir el Golf GTE, en todo momento me ha acompañado un técnico que velaba por mi unidad, que era preserie. Le intentaba sacar información acerca de si pensaban utilizar este sistema en otros coches, pero no me podía decir nada; tampoco cuando le he preguntado si habían pensado en utilizar un motor más pequeño para obtener un Volkswagen Golf híbrido más asequible y menos potente.

La fecha de lanzamiento del Volkswagen Golf GTE está prevista para noviembre, pero si quieres leer todos los datos acerca del equipamiento, te dejo el enlace con más información del Volkswagen Golf GTE. Eso sí, para su lanzamiento en España, previsto en febrero de 2015, contará con una versión muy equipada, que incluirá de serie luces LED, llantas de aleación de 18 pulgadas, airbag de rodilla, chasis con XDS y cables de recarga. La garantía del modelo es de dos años como el resto de la gama Volkswagen, pero las baterías cuentan con ocho años de garantía especial.

Todavía no hay precios para el mercado español, pero apunta como referencia que en Alemania va a costar 36.000 euros.

Si quieres verlo en movimiento, aquí te dejo un vídeo del Golf GTE: