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Cómo saber cuando hay que cambiar los filtros en un coche

Engañar en el taller

Hay dos formas de saber cuándo toca cambiar los filtros del coche, una 'teórica' y otra 'práctica'. Las dos son igual de importantes

Tu coche tiene cuatro filtros esenciales: el del aire, el del polen, el del motor y el del combustible. Cada uno tiene su cometido y aunque parezcan poco importantes (no son de las piezas más caras), saber cuándo cambiar los filtros es esencial para la salud de tu vehículo. En las próximas líneas te enseñamos a interpretar las señales que indican que ha llegado el momento de pasar por el taller.

Empezaremos por repasar para qué sirve cada uno de los filtros del coche:

  • El filtro del aire es el encargado de proteger el motor de las partículas que lo podrían ensuciar o dañar. Debe por tanto, filtrar el polvo, la arena... para que la mecánica permanezca limpia durante más tiempo
  • El filtro del combustible captura la suciedad, las partículas e impurezas que se forman en el motor y evita su obstrucción; también impide que entre agua en el sistema de inyección durante la condensación
  • El filtro de aceite tiene como misión mantener limpio durante más tiempo el aceite del motor. Este elemento es esencial para garantizar una correcta lubricación entre las piezas del motor; sin él, el desgaste se aceleraría dando lugar al temido gripado del motor
  • El filtro del habitáculo cuida de los ocupantes del vehículo evitando que las partículas contaminantes (especialmente el polen, de ahí que muchas veces se le llame filtro del polen) entren al habitáculo. Su misión, por tanto, es garantizar la calidad del aire en el interior del vehículo

Cómo saber cuándo hay que cambiar los filtros del coche

Esta pregunta tiene dos posibles respuestas, una teórica y una práctica

El libro de mantenimiento de cada vehículo indica la frecuencia con la que se debe llevar a cabo el cambio de cada uno de los filtros. Así, de forma habitual (aunque cada marca y modelo tiene sus propios plazos), el filtro de combustible de un coche diésel se renueva cada 50.000 km; mientras que en un gasolina es cada 80.000 km.

Más frecuente debe ser el cambio de los filtros del aceite y el aire: cada 10.000 y cada 15.000 km aproximadamente. En cuanto al filtro del habitáculo, se recomienda sustituirlo por uno nuevo cada dos años.

Taller mecánico

Ahora bien, el coche lanza una serie de señales que advierten de que deberías pasar por el taller para solicitar un cambio de filtros aunque no haya pasado el tiempo que marca el fabricante (esta es la parte práctica). Son los siguientes:

  • Si aprecias un incremento en el consumo de carburante es muy posible que sea porque el filtro de combustible está obstruído
  • La pérdida de potencia del vehículo no siempre indica que hay un problema en el turbo (que también puede ser). Antes de ponerte en lo peor, verifica en el taller que el filtro del diésel no está saturado
  • Los problemas para arrancar el coche pueden estar relacionados con la obstrucción del filtro de combustible
  • Si el filtro de partículas falla se enciende un testigo en el salpicadero (en este enlace te explicamos el significado de cada una de las lucecitas)
  • Si aprecias sacudidas durante la aceleración pueden ser síntoma de un desgaste excesivo del filtro de combustible o el del aire
  • El mal olor dentro del coche puede estar producido por un filtro del polen sucio
  • Son muchas las causas que pueden dar lugar a un ruido extraño del motor. Entre ellas, figura un filtro de combustible en mal estado que provoca un mal funcionamiento de los inyectores y fuerza la bomba de presión

Mejor en el taller

El cambio de filtros es una de las operaciones que con mayor frecuencia te hará pasar por el taller. La buena noticia es que también figuran en los primeros puestos de la lista de intervenciones sencillas y baratas (las cinco averías más caras las hemos recopilado en este enlace). 

De media, un filtro del aire cuesta entre 12 y 80 euros, el del combustible se puede comprar por unos 20 euros y el del habitáculo tiene un precio que ronda los 15 euros. A esto habrá que sumar la mano de obra del taller.

Cambiar el filtro del habitáculo es sencillo; el del combustible requiere más trabajo y maquinaria especial. En cualquier caso, lo recomendable es pasar por un taller entre otras razones porque reparar el coche en la vía pública puede ser motivo de sanción.

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