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Gripar el motor, así pasa y por qué ocurre la avería que siempre obliga a comprar un coche nuevo

Gripar el motor

Averías en el coche hay muchas, pero también lo son los grados en los que afectan al vehículo… y a la cartera. Podemos coincidir en que una de las más temidas es gripar el motor, algo difícil que pase pero que, si ocurre, no tiene marcha atrás: prácticamente te obliga a comprar un coche nuevo.

Lo bueno que tiene es que no es muy común que ocurra y para que se dé el caso tienen que darse unas circunstancias muy concretas. Vamos a analizar por qué tiene lugar para así poder evitarlo.

¿Qué es gripar el motor?

El término “gripar” se utiliza cuando un motor se bloquea o, directamente, algunas de sus piezas móviles se fusionan entre ellas impidiendo que se lleve a cabo el movimiento normal dentro del propulsor.

Esto es algo que se produce por varios motivos, pero que tienen como desencadenante final que en el bloque se alcanzan unas temperaturas excesivamente altas.

¿Qué puede provocar que el motor gripe?

Sí, ya hemos dicho que se debe a las temperaturas altas, pero la cuestión aquí es que circunstancias pueden provocar que se alcance tanto calor en el motor.

Como denominador común hay que señalar una falta de mantenimiento alarmante. Que el motor gripe es algo muy poco habitual y si llega a pasar es porque se ha desatendido de manera importante. 

Son tres las principales causas de que esto ocurra:

  • Falta de lubricación: si el aceite no lubrica de la manera correcta las piezas del motor, comienzan a producirse fricciones que elevan la temperatura hasta que el motor gripa
  • Mala refrigeración: ocurre algo similar, puesto que si se pierde refrigerante o este no tiene las propiedades adecuadas, no se controlará la temperatura y acabará siendo más alta de lo recomendable
  • Desequilibrio entre el cigüeñal y las bielas: si el primero se ha desequilibrado, genera vibraciones, desajustes y roces que derivan en un aumento de la temperatura

¿Hay síntomas que indiquen que el motor va a gripar?

Por suerte, esta avería deja pistas de que va a ocurrir antes de hacer acto de aparición. Lo malo es que en algunos casos son muy sutiles o que directamente pueden confundirse con síntomas de problemas distintos.

Entre los indicativos más destacables están la pérdida de potencia mientras se circula, que el coche pierda velocidad sin motivo aparente, que el propulsor haga cada vez más ruido, sobre todo como un traqueteo metálico; que suba mucho la temperatura, que empiece a salir humo negro por el escape o que se produzcan fallos eléctricos.

¿Se puede prevenir que el motor gripe?

Sí, es totalmente factible y para ello basta con llevar el mantenimiento del coche al día, no ser un “dejado” y prestar atención a los indicativos mencionados en el punto anterior.

Para asegurarte de que el coche no gripa haz los cambios de aceite cuando corresponde y que no te importe gastar más en aceites de mayor calidad, puesto que ayudará a conservar el motor. Además, presta atención especial al refrigerante, que siempre tenga la cantidad indicada por el fabricante para evitar calentones innecesarios.

¿Es posible reparar un motor gripado?

Técnicamente sí es posible su reparación aunque no es lo más recomendado por el enorme coste que ello supone. Hay que tener en cuenta que es una de las averías más destructivas para el motor ya que, al fusionarse unas piezas con otras, estas quedan inservibles, y, al seguir forzando su movimiento, suelen acarrear roturas en las partes que están a su alrededor.

Si el coche se ha parado a tiempo es posible que se hayan minimizado los daños, pero, aún así, hay que comprobar el alcance de los mismos. Entre los elementos que son más proclives a verse afectados por esto están los pistones, el cigüeñal, los cilindros, la culata o el árbol de levas. 

 

Una opción es intentar salvar todas las piezas que están intactas y reconstruir el resto con repuestos nuevos. Sin embargo, reparar el motor es algo francamente caro, hasta el punto de que en muchas ocasiones resulta más económico directamente reemplazar el motor completo.

Esto puede tener sentido en coches nuevos o exclusivos, pero en automóviles que ya tengan “su trote” o sean muy antiguos, es casi preferible directamente cambiar de coche.

Etiquetas: Averías coche

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