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Neumáticos de invierno: siete cosas que (quizá) no sabes y te interesa saber

Cinco razones para utilizar neumáticos de invierno

Los que saben de frío los usan, por algo será...

Vamos directos al grano que hay mucho que contar. Aquí van siete cosas que (quizá) no sepas de los neumáticos de invierno y (seguro) te interesa saber.

No te pierdas nuestro especial con consejos para conducir en invierno

1. Los neumáticos de invierno no son solo para nieve

Casi siempre por desconocimiento, se suele pensar que las cubiertas de invierno son solo aptos para circular sobre nieve. ¡Error! Es la temperatura y no las condiciones meteorológicas la que indica cuándo hay que montar neumáticos de invierno.

El momento para pasar a los neumáticos de invierno es cuando los termómetros empiezan a marcar temperaturas inferiores a siete grados. Es por debajo de esta cifra cuando las cubiertas tradicionales dejan de ser efectivas y las de invierno alcanzan su máxima eficacia.

¿Por qué? Porque el caucho de las gomas convencionales se endurece con el frío y reduce la capacidad de adherencia, especialmente en suelo mojado ; con lo que también aumenta la distancia que tiene que recorrer el coche antes de detenerse en caso de emergencia (lo puedes ver más claro en el gráfico), mientras que los neumáticos de invierno están fabricados con materiales más blandos y flexibles que mantienen sus prestaciones inalterables a bajas temperaturas.

distancia de frenado con neumáticos de invierno
distancia de frenado con neumáticos de invierno

2. Los neumáticos de invierno no valen en verano

Del mismo modo y por la razón inversa por la que hemos dicho que las cubiertas convencionales no son aptas a bajas temperaturas, los neumáticos de invierno no son eficaces en verano.

¿Acaso tu llevas botas de nieve en pleno agosto? No, ¿verdad? Pues con el calzado de tu coche sucede lo mismo.

Los neumáticos de invierno están fabricados con caucho blando para evitar que la cubierta se endurezca y pierda agarre en invierno, pero este material hace que las prestaciones sean muy limitadas cuando los temperaturas suben por encima de los siete grados. ¿Puedes usar cubiertas invernales en épocas estivales? Sí, pero estarías perdiendo eficacia, seguridad y estarías acortando su vida útil (con el asfalto caliente el caucho del neumático de invierno se degrada antes).

En España todavía no se estila pero en los países en los que el uso de neumáticos de invierno es aconsejado e incluso obligatorio, todos los conductores cuentan con un par de juegos de gomas que van cambiando según la época del año. Incluso cuentan con hoteles de neumáticos (muchos en tiendas especializadas tipo Midas, Norauto...) donde guardan las gomas de invierno o de verano en las mejores condiciones de humedad, temperatura... hasta el siguiente cambio.

En esta infografía, puedes ver en qué países europeos es obligatorio llevar neumáticos de invierno, por si tienes pensado hacer una escapada (mira también nuestro especial sobre viajar en coche por Europa):

Mapa europeo de obligatoriedad de montar neumáticos de invierno

3. Cómo identificar las ruedas de invierno

Cuando vayas a comprar un juego de neumáticos de invierno mira el lateral. 

En el flanco del neumático aparece toda la información relevante de la cubierta: medidas, código DOT, índice de carga...  Junto a todos estos números y letras, las cubiertas invernales lucen las letras M+S (Mud and Snow -barro y nieve-). Si además llevan el dibujo de una montaña de tres picos con un copo de nieve significa que son eficaces con mucha nieve.

Si quieres pasar al grado experto, fíjate en la banda de rodadura. Los invernales tienen un un dibujo más recortado y profundo, con un mayor número de aristas y laminillas que son las ayudas a una evacuación de agua y agarre más eficaces.

4. Con neumáticos de invierno no hace falta llevar cadenas

Recuerda esta máxima: los neumáticos de invierno no sustituyen a las cadenas de nieve, las mejoran.

Las ruedas invernales son mucho más prácticas y eficaces que las cadenas de nieve por varios motivos: no son tan ruidosas ni pierden tracción; no hay que ponerlas y quitarlas según haya o no nieve; pueden funcionar a velocidades imposibles para las cadenas; su agarre sobre nieve es mayor. Y todo esto sin el engorroso trabajo que supone montar unas cadenas. Mira, mira...

La legislación española no contempla la obligatoriedad de usar neumáticos de invierno, pero sí permite que los coches equipados con ellos circulen sin más ayuda por carreteras restringidas al tráfico con cadenas.

Pero ojo, que sean una gran ayuda sobre nieve no significa que sean mágicos. Aunque conduzcas con neumáticos de invierno debes extremar la precaución y seguir nuestras pautas de conducción en invierno con mal tiempo.

5. No son mucho más caros que los convencionales

Llegamos a lo que duele: el bolsillo.

¿Cuánto cuestan los neumáticos de invierno? 

Pongamos un ejemplo real. Para unas ruedas de tamaño 195/65 R15 tienes unas Dunlop Winter Response 2 por 56 euros. Los Dunlop Sport BluResponse  (neumáticos de verano) para la misma medida cuestan unos 46 euros. Mientras que los Dunlop SP 4 All Seasons están a la venta por algo menos de 70 euros. 

6. Tienes que cambiarlos antes que los normales

En España, por Ley, no se puede circular con neumáticos cuya banda de rodadura no supere los 1,6 mm (aunque la recomendación de los expertos es no dejar que bajen de 2 mm). Cuando el relieve es inferior, las ranuras no son suficientemente profundas para eliminar el agua y garantizar el agarre tanto en seco como en mojado. Aquí tienes cinco claves para saber cuándo cambiar los neumáticos.

En el caso de los neumáticos de invierno la exigencia es mayor y el límite del cambio está fijado en una profundidad del dibujo de cuatro milímetros.

7. También son más seguros con lluvia

Frente a un neumático de verano, un neumático de invierno presenta una mayor capacidad de evacuación de agua, lo que se traduce en una mayor seguridad con lluvia. Pero también tiene mayor adherencia: sobre suelo seco necesita seis metros menos para frenar que un neumático de verano.

La razón está nuevamente en el dibujo: más profundo, con más ángulos y con más laminillas que aceleran la evacuación.

Lo mismo sucede sobre placas de hielo. Allí donde un neumático convencional empezaría a bailar sin control, las ruedas de invierno mantienen un cierto grado de tracción.

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