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Todo lo que debes saber sobre los frenos de coche

Todo lo que debes saber sobre los frenos de coche

Nacho de Haro

En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre los frenos de coche, hablando sobre los tipos de sistemas de frenada más comunes que puedes encontrar, sobre cómo funcionan, sobre sus problemas más habituales y también, sobre cuál es la mejor forma de cuidarlos. Así que ya sabes, ¡no te olvides de tomar nota!

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La inmensa mayoría de conductores no presta mucha atención a este elemento y eso a pesar de que, cuando se ponen al volante, su seguridad dependa de ellos. Nos referimos a los frenos de los coches, que son los grandes olvidados: normalmente escuchamos lo importante que es revisar la presión de los neumáticos o los niveles de líquidos del motor, pero rara vez oímos recomendaciones referidas a este componente tan importante. Pero eso va a cambiar.

Hoy te vamos contar todo lo que debes saber sobre los frenos de coche, analizando cómo es su funcionamiento, qué tipos de sistemas podrás encontrar habitualmente en los turismos, cuáles es la mejor forma de mantenerlos y también, cuáles son los problemas más habituales con los que te puedes topar. Y es que siempre que recurres a ellos están ahí para decelerar tu vehículo, así que no está demás que sepas a grandes rasgos cómo funcionan y cuáles son sus cuidados básicos, quizá así evites escenas tan dramáticas como las que se producen cuando los frenos fallan.

Para empezar, veamos cuál es el funcionamiento de los frenos de coche. Aunque principalmente podemos dividir este elemento de seguridad activa en dos grupos diferentes en función de sus características (los llamados frenos de disco y los frenos de tambor) el principio de funcionamiento en ambos es idéntico. Su capacidad para decelerar se basa en la fricción que se produce al poner en contacto dos elementos en movimiento, es decir, la fricción resultante del roce de la pastilla de freno contra un disco en el caso de los primeros o contra el tambor en los segundos.

Esas pastillas son accionadas mediante un sistema hidráulico que se encarga de amplificar la presión que ejercemos sobre el pedal del freno. Los equipos con discos son los más extendidos actualmente entre los frenos de coche ya que además de ser más ligeros, ofrecen una capacidad de retención superior y una respuesta más rápida y eficaz. Esto se debe a que poseen una capacidad de refrigeración mayor al estar expuesta al aire la superficie de fricción, que en los frenos de tambor queda oculta en el interior de los mismos.

En función del sistema que monte, los frenos de tu coche requerirán unos cuidados u otros. Los fabricantes recomiendan revisar visualmente el equipo de frenada al menos dos veces al año si empleas de forma normal tu vehículo, esto es, si realizas 20.000 kilómetros anuales o menos. Si haces más kilómetros o la mayoría de los que realizas son en zonas urbanas (aplicable también si practicas una conducción deportiva), lo aconsejable es que compruebes los frenos más a menudo, pues su desgaste en esos contextos será mucho más elevado. No tienen una fecha de caducidad (el líquido de frenos sí) como tal ni un kilometraje recomendado para sustituirlos (ya sea pastillas, discos…), todo depende del uso.

En el caso de los frenos de tambor es más complicado conocer cuál es su estado, pero con los de disco puedes saber cómo están con un simple vistazo, ya que tanto las pastillas como los discos son fácilmente visibles desde el exterior sin desmontar nada (eso por norma general, ya que también depende del diseño que tengan las llantas de tu vehículo). Lo más habitual es que tengas que cambiar antes las pastillas de freno y discos delanteros que los traseros, pues son estos los frenos del coche que realizan la mayor parte del trabajo cuando deceleramos.

FRENOS FÓRMULA 1

Existen varias formas de cuidar los frenos del coche que sin duda contribuyen a alargar su vida útil. Por ejemplo, practicar una conducción ecológica, es decir, si cambias rápido de marcha sin dejar que el motor suba mucho de vueltas e intentas aprovechar al máximo la capacidad de retención del motor en las frenadas, tendrás frenos para mucho tiempo y además, ahorrarás gasolina. Si por el contrario, te gusta aprovechar las prestaciones del motor de tu coche y apurar las frenadas, sufrirán más y por tanto, habrá que sustituirlos antes.

Es en estas situaciones, cuando exigimos el máximo de los frenos del coche, cuando puede aparecer el llamado efecto fading, que es una pérdida importante del rendimiento de estos elementos que se produce cuando el sistema no es capaz de evacuar todo el calor que se genera por la fricción. Esto se producirá antes en los de tambor por su menor capacidad de refrigeración y en el caso de los de disco, especialmente si el líquido de frenos no está en buen estado.

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