Ariel, obsesión por el detalle y la diferenciación

Lanzó su primera moto en 1901 y, desde entonces, Ariel se ha forjado como una marca con especial obsesión por el detalle y la diferenciación. Una marca inglesa que supo poner sobre el asfalto modelos que rompían las reglas habituales y estandarizadas, un empeño por ofrecer motos diferentes con una fuerte personalidad, tanto en diseño como técnicamente. 

No hay más que ver la última de sus realizaciones, la Ariel Ace, un modelo que a primera vista deja claro que es una moto especial, con un diseño en el que por encima de todo destaca el chasis tubular de aluminio que marca sin duda la personalidad de todo el conjunto con unas formas muy particulares que muchos consideran casi una obra de arte. Un bastidor que abraza un motor referencia entre las grades mecánicas de moto, el bloque V4 de origen Honda VFR1200, con 173 CV de potencia para llevar a esta espectacular roadster hacia un impactante nivel de prestaciones, capaz de acariciar los 270 km/h de velocidad máxima. Puede, además, montar el cambio de doble embrague secuencial DCT, único en el segmento de las dos ruedas.

Todo ello con una capacidad de personalización que permite hablar casi de una Ariel a la medida de cada uno. Cuatro diferentes asientos, dos acabados frontales o tres tanques de combustible a elegir pasando por horquilla invertida Ohlins o una horquilla alternativa tipo Hossack, la capacidad de personalizacion de la Ace es casi infinita, siendo difícil encontrar en la calle dos modelos iguales.