Prueba del nuevo Volkswagen T-Cross: ¿estamos ante un mini-Touareg?

A pesar de la llegada masiva de la movilidad eléctrica, el Volkswagen T-Cross se ha convertido en un auténtico superventas dentro del grupo VW. Se han entregado más de 1,2 millones de ejemplares del pequeño SUV de Volkswagen en los últimos cuatro años. Y en la prueba de los 100.000 kilómetros,  este crossover presentado por primera vez en 2018 quedó entre los primeros. 

Diseño

El nuevo Volkswagen T-Cross llegará a los concesionarios a partir de 2024, pero nosotros nos hemos adelantado y ya hemos ido a Hamburgo a conducirlo. Mejora visualmente con nueva parte delantera y trasera, y nuevos faros LED en el morro y la zaga, con gráficos tridimensionales.  

Opcionalmente, ahora hay ruedas de 18 pulgadas que quizás no rueden tan encantadoramente debido a la masa no suspendida, pero en combinación con la línea R que condujimos se ven realmente elegantes y le dan al T-Cross un aspecto completamente diferente en la carretera. También se ha renovado el cockpit. 

Independientemente de la configuración, el conductor siempre obtiene los datos de conducción de una pantalla digital nítida. La pantalla central, con gráficos nuevos y atractivos, se ha movido hacia arriba desde el tablero y ahora está “libre”. 

Un punto de crítica severa en el modelo anterior fueron los materiales utilizados en el interior. Aquí, Volkswagen ha mejorado significativamente. Están suavemente acolchados, lejos del plástico de aspecto barato de antes, y son agradables al tacto.

¿Y qué más? El T-Cross sigue siendo lo que era: un SUV compacto espacioso y versátil que ofrece espacio para cinco personas. El volumen del maletero va desde 385 hasta 1.281 litros, lo que permite llevar bicicletas eléctricas, ya que la carga máxima en el portabicicletas se ha aumentado de 55 a 75 kilogramos.

Motores y comportamiento

La motorización superior que probamos es el 1.5 TSI evo2 con 150 CV, desactivación de cilindros y geometría de turbina variable. No tiene problemas para mover con soltura el T-Cross de 1,3 toneladas. 

La transmisión de doble embrague de siete velocidades distribuye los 250 Nm de par máximo de manera deportiva a las ruedas delanteras y acelera el vehículo de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos . Alcanza una punta  200 km/h, y quienes lo lleven con cierta relajación obtendrán un consumo moderado con dos cilindros inactivos. La marca indica un consumo de 5,9 litros en ciclo mixto.

La conducción del nuevo T-Cross es ágil, como era de esperar, también porque no ha habido cambios en el chasis con respecto al modelo anterior. En cuanto a los motores, sí ha habido cambios. El tres cilindros, en su segunda variante más potente, ya no arranca con 110 CV, sino con 116 CV. 

Conclusión

Con un nuevo aspecto y materiales considerablemente mejores en el interior, el T-Cross seguirá siendo un favorito del público. Solo el precio podría hacer que los interesados duden.