Prueba Toyota Land Cruiser 2024: nunca el 4x4 extremo había sido tan sencillo

Por mucho que a muchos les pese, los todoterreno puros tienen y deben seguir existiendo. Y por eso, aplaudimos la llegada del nuevo Toyota Land Cruiser 2024, cuyo concepto sigue siendo fiel a lo que siempre ha significado el 4x4 japonés: una garantía para sobrevivir en los peores tramos fuera del asfalto.

Hablar de Toyota Land Cruiser es hacerlo de una leyenda cuyo germen nació hace 70 años y que a lo largo de todos esos años ha tenido una infinidad de versiones correspondientes a todos los mercados globales donde se comercializa (esta generación se denomina Serie 250 y sustituye a la Serie 150 que se vende en Europa Occidental). Ahora llega su última evolución y lo hace con un montón de novedades.

El nuevo 4x4 de Toyota es más grande que el anterior y está construido sobre una plataforma distinta, aunque mantiene la concepción clásica de construcción de chasis de largueros y travesaños (el nuevo chasis es más rígido).

Mide 4,92 metros de longitud, 1,98 de anchura y 1,87 de altura, con una distancia entre ejes de 2,85 metros, con una altura libre al suelo de 215 milímetros (el recorrido de las suspensiones se ha incrementado un 10%).

Un exterior retro muy acertado

Una de las cosas que más llama la atención del nuevo Land Cruiser 2024 es, sin duda, su estética. Hay que hacer una mención especial a la edición especial de lanzamiento denominada 'First Edition'. ¿Por qué? Porque incluye unos faros redondos muy característicos que recuerdan al Land Cruiser FJ60 de los años 80 (las 250 unidades destinadas a España se agotaron a las siete horas de comenzar el plazo). 

La versión VX cuenta con un frontal totalmente distinto, con faros cuadrados (y tecnología Multi LED), una parrilla distinta y un carácter más 'enfadado'. Para gustos los colores, pero para mí, esta versión es mi preferida. En general, el libro de estilo del nuevo Toyota Land Cruiser 2024 viene marcado por las líneas rectas y angulosas, tanto en el techo como en el capó o en las propias secciones que marcan su carrocería.

La trasera es igualmente rectangular en sus formas, con una gran luneta posterior (permite una buena visión hacia atrás) y un maletero de 621 litros en configuración de cinco plazas (todos los Land Cruiser llegarán con un aforo máximo de siete plazas).

Un interior a la altura de las expectativas

Si por fuera el nuevo Land Cruiser es más que llamativo, por dentro no lo es menos. Te encuentras con un diseño muy diferente y una calidad general más que buena. El salto es importante. Al igual que en el exterior, el diseño en el interior está marcado por las líneas rectas y horizontales.

Hay dos grandes pantallas: la de la instrumentación y la central tiene 12,3" de tamaño y desde ella se maneja de forma táctil el sistema Toyota Smart Connect. Los mandos de uso más común (como la climatización) van aparte y se manejan de forma no táctil (un acierto, sin duda). 

Luego, entre los asientos, están todos los botones que permiten manejar los elementos mecánicos destinados a la conducción 4x4 (doble bloqueo de diferenciales, la reductora o activar o desactivar la barra estabilizadora delantera).

Los elementos de confort también se han tenido en cuenta: asientos tapizados en piel (ventilados y calefactados), un techo solar de grandes dimensiones o un sonido premium de JBL con 12 altavoces. Entre los elementos tecnológicos, apunta un head up display, la llave inteligente o el espejo retrovisor interior electrónico por cámara.

En marcha: bien en carretera, imparable fuera de ella

El nuevo Toyota Land Cruiser no quiere ser un SUV. La marca japonesa ya tiene unos cuantos en su haber y no quiere uno más. Lo que quiere es tener un todoterreno de verdad. Y para eso, mantiene los argumentos que le han hecho llegar a lo que es hoy en día e incorpora unas cuantas novedades interesantes.

Entre ellas, apunta la nueva dirección eléctrica, un sistema que hace que la conducción fuera del asfalto sea mucho más fácil y confortable. En carretera le pediría una mayor conexión con el asfalto, ya que va muy asistida y filtra demasiado lo que pasa bajo las ruedas. Pero fuera del asfalto, solo me queda alabar su funcionamiento.

Mecánicamente, el Land Cruiser se nutre únicamente del archiconocido diésel de 2,8 litros con 204 CV 500 Nm de par máximo. Como es normal, toda la fuerza va a parar a los dos ejes de forma permanente mediante una transmisión automática Direct Shift de ocho relaciones (más adelante llegará un sistema de micro hibridación que le permitirá lucir la etiqueta ECO).

¿Necesitas más caballos? En la toma de contacto que he tenido la oportunidad de llevar a cabo en tierras de Escocia, donde he podido recorrer todo tipo de superficies, no he echado en falta más fuerza. Tanto en asfalto como fuera de él, la caja de cambios saca lo mejor de un bloque que se exhibe a bajas vueltas (desde 1.600 rpm tienes todo el par disponible), justo lo que quieres si haces todoterreno a velocidades muy bajas.

Su consumo cercano a los 10 litros no es bajo (tiene que arrastrar más de dos toneladas), pero con un depósito de 80 litros te da para recorrer unos 800 kilómetros.

Fuera del asfalto, el Land Cruiser 2024 es una bestia. Entre los sistemas específicos destaca el control de avance lento (CRAWL) que se ha mejorado para hacerlo más suave a velocidades más bajas.

También ofrece un DAC (control de descensos) mejorado y, por primera vez, una desconexión de la estabilizadora delantera que hace que el Land Cruiser 2024 sea más eficaz en los obstáculos más complicados. 

Más madera: a todos esos sistemas se le añaden los bloqueos de los diferenciales central y trasero, los modos de conducción offroad Multi-Terrain o el Multi-Terrain Monitor, que incluye una cámara en el frontal del coche que permite ver con cierta claridad los posibles obstáculos que hay debajo.

En definitiva, el nuevo Toyota Land Cruiser 2024 es mejor en todos los sentidos y eso ha hecho que el interés sobre el 4x4 japonés haya sido muy alto desde su anuncio. En frente tendrá que ganarle la batalla a rivales como el Ineos Grenadier o un Ford Bronco, además del Jeep Wrangler, Mercedes Clase G o Land Rover Defender.

¿Precios? A la versión First Edition de faros redondos (85.950 euros, de 250 unidades ya todas vendidas) le seguirá el acabado VX a un precio más ajustado de 76.450 euros.