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Prueba Toyota GR86: pura diversión

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En noviembre de 2021 nos subimos al prototipo, todavía camuflado y ahora probamos la versión definitiva tanto en carretera como en circuito.

Hace ya casi 10 años que Toyota, además de una línea de vehículos híbridos, se propuso crear coches que emocionaran. Surgió entonces el Toyota GT86 y ahora llega su sucesor, el Toyota GR86, que aquí ponemos a prueba.

Con esta segunda generación del deportivo japonés se configura una gama de modelos de corte deportivo, bajo la misma denominación GR, que se puede considerar como un trío de ases: Toyota GR Yaris, Toyota GR Supra y este Toyota GR86.

Las diferencias con el Toyota GT86 no son pocas, aunque en esencia es el mismo coche. Se basa en la misma plataforma de antes, pero esta ha sido reforzada para ofrecer hasta un 50% más de rigidez torsional.

Motor del Toyota GR86

El motor (con gestión electrónica de Toyota, aunque de origen Subaru, ya que el coche es el mismo que el Subaru BRZ, que no se va a vender en Europa) sigue siendo un atmosférico de cuatro cilindros bóxer, es decir, con dos pares de cilindros enfrentados horizontalmente. Pero ahora tiene más cilindrada, más potencia y más par. Concretamente gana 389 cc, ya que antes era un 1.998 cc y ahora tiene 2.387 cc

Por cierto, el GT86 se llamaba así porque los pistones medían 86 mm, ahora tienen 94 mm, pero han mantenido esa nomenclatura no solo porque ya es reconocible por parte de los usuarios, sino porque hay otros elementos, como las salidas de escape y la carrera de los cilindros que también que tienen 86 mm.

Prueba Toyota GR86: pura diversión

En esta prueba del Toyota GR86 puedes leer mis impresiones, tanto del prototipo que pude conducir en noviembre de 2021, como las sensaciones que me ha transmitido el modelo definitivo. Y en ambos casos he podido conducirlo tanto en circuito como en carretera abierta.  

Cuando conduje el prototipo por primera vez comencé en el circuito y, pese a que aquel día llovía y el adfalto estaba muy deslizante, pude notar la diferencia mecánica con su predecesor a las primeras de cambio.

Lo importante no es que ahora tenga 34 CV más (antes 200 y ahora 234 CV a 7.000 rpm), sino que la cifra de par aumenta en 45 Nm y, sobre todo, lo entrega mucho antes: ahora tiene 250 Nm desde 3.600 rpm y el GT86 tenía 205 Nm a partir de 6.400 rpm.

Esto se nota en cuanto pisas a fondo el acelerador y sientes que es un coche mucho más enérgico, que te lo da todo casi desde el principio. Así que ha mejorado precisamente en lo que su predecesor fallaba, ya que le faltaba un poquito de punch.

Prueba Toyota GR86

Y no puedo dejar de hablar de su sonido, que es de esos adictivos que te invita a acelerar a fondo sin parar. Desde el habitáculo se percibe de manera muy notable, porque han instalado un sistema que lo amplifica. Ojo, no es falso ni sale por los altavoces como en otros deportivos del mercado. Es 100% real, aunque está amplificado. ¡Y me encanta!

La fuerza se envía al eje trasero por medio de una caja de cambios manual de seis velocidades cuyo recorridos han sido acortados y que ofrece un tacto durito, que engancha e invita a jugar subiendo y bajando marchas sin parar.

En otros mercados también se ofrece con cambio automático por convertidor de par de seis relaciones, pero esta opción ni está ni va a estar disponible en España. Una decisión de Toyota España que me parece todo un acierto, porque este es un coche muy pasional y en automático no tiene tanto sentido.

Con estos cambios, como puedes suponer, también han mejorado las prestaciones. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos, es decir, 1,2 segundos más rápido que su antecesor. Y la velocidad máxima es de 226 km/h. Y, aunque no es lo más importante en un deportivo, debes saber que declara un gasto medio de 8,7 litros.

Toyota GR86: comportamiento

Antes te decía que se ha mejorado la rigidez, pero otro de los grandes objetivos ha sido optimizar el peso. No hay una gran reducción de kilos respecto al anterior, pero lo importante es que han logrado rebajar el centro de gravedad en 1,6 mm (en total es 10 mm más bajo que antes) y así se logra una mejora en su dinamismo.

Esto ha sido posible a un uso más generalizado del aluminio en los refuerzos de la carrocería. Aunque lo que más se aprecia es que el tacto de suspensión es ahora más firme. Quizás eso es peor para el día a día, pero si buscas un deportivo para disfrutar debes contar con pagar ciertos peajes.

En la primera prueba en circuito, aunque veas unas bonitas fotos en un día soleado, a mí me tocó conducir el GR86 bajo una fina lluvia que mojó por completo el asfalto. En estas condiciones se ha mostrado como un coche juguetón, incluso un poco nervioso, al que le gusta insinuar la zaga y ponerse a bailar.

Hablando de esto, hay que decir que el control de estabilidad VSC se puede desactivar por completo o poner en posición Track, que es una opción intermedia pensada para circuito, que permite cierto deslizamiento. 

Y llegados a este punto es cuando ya puedo confirmar cómo se las gasta el modelo definitivo, porque en la segunda prueba, que ha tenido lugar en el Circuito de Monteblando y en las carreteras que lo rodean, me he dado cuenta de que no han dulcificado para nada sus reacciones. 

Lo que sí han hecho es configurar de manera específica el control de estabilidad para que no sea tan agresivo de reacciones. No obstante, debo reconocer que me ha sorprendido el carácter tan de deportivo de la vieja escuela que han querido mantener, porque ¡incluso con los controles activados la zaga se pone a bailar!

No he dudado tampoco en probar el modo Track del VSC (Vehicle Stability Control) y es una pasada para derrapar en curvas lentas, porque si vas por debajo de 50 km/h es como si estuviera desconectado por completo.

La dirección, sin duda es culpable de que resulte un coche fácil de conducir, ya que es precisa, rápida y directa. Tiene solo dos vueltas y media entre topes, así que a la menor insinuación el coche gira y obedece tus órdenes con gran precisión.

Si tuviera que ponerle algún punto de mejora en lo que a comportamiento se refiere, diría que los frenos, pese a que hacen bien su trabajo y detienen el coche con seguridad, podrían tener un mayor mordiente, porque para que en la primera parte del recorrido del pedal no se nota gran pérdida de velocidad y hay que hundirlo con decisión si quieres una buena frenada. Por suerte, esto puedes solucionarlo, como te cuento más adelante.

Respecto al interior, debo decir que me gusta cómo te sientes integrado con el coche, con el cambio muy cerca del volante y una interfaz que te hace sentir casi como si fueras en un coche de carreras, aunque creo que algunos materiales son mejorables. Además, los asientos, aunque no son tipo bacquet, sujetan muy bien la espalda.

Abusa un poco de plásticos duros que pienso no habría costado tanto mejorar de aspecto con una superficie engomada o, al menos, un acabado algo más trabajado. No obstante, los ajustes son correctos.

Respecto a la tecnología, no es el coche más avanzado del mercado, pero es que tampoco es el objetivo. No cuenta con navegador, pero sí con Android Auto y Apple CarPlay, así que puedes conectar tu propio teléfono y listo. También cuentan con tomas auxiliares y USB.

Precio y rivales del GR86

El precio era una de las grandes incógnitas cuando lo probé por primera vez, porque la clave es saber si es un coche de la vieja escuela con un precio accesible o más bien prohibitivo. Y tengo buenas noticias: el Toyota GR86 se pone a la venta por 32.900 euros.

Está disponible solo en tres colores: rojo, negro y blanco, como los que conforman el logotipo de GR (Gazoo Racing, que es la sección de competición y coche deportivos de Toyota) y llega con un acabado único llamado RZ, que viene con llantas de 17", neumáticos Michelin Primacy 4 (no los he probado en este coche, pero sí en otros y no creo que sean la mejor opción), pedalier normal (no de aluminio) y tapicería de tela. 

A Europa sí que llega otra versión mejor equipada, con llantas de 18", neumáticos Pilot Sport 4, tapicería de Alcantara y asientos calefactables, entre otros elementos, pero en España pasaría al siguiente tramo en el impuesto de matriculación y encarecería el precio final, por eso han decidido no traerla.

Esta es un acabado sencillo y económico, que responde con acierto más a la diversión de conducción que a la máxima calidad. No obstante, como accesorios de concesionario, Toyota va a ofrecer dos packs, que solo estarán disponible en España: Touring y Circuit Pack. 

El Touring Pack cuesta 2.500 euros y añade neumáticos Michelin Pilot Sport 4 S, llantas de 18" y pastillas GR (proveedor todavía sin confirmar); y el Circuit Pack (5.000 euros) cuenta con frenos racing (proveedor todavía sin confirmar), Neumáticos Pilot Sport Cup y llantas forjadas de 18", además de otras sorpresas que Toyota todavía no ha querido desvelar...

Factores para decidir la compra

El nuevo Toyota GR86 es un coche en el que han puesto más el foco en la conducción que en las prestaciones. Y cuando lo conduces te das cuenta de que lo importante no es que vaya rápido, sino cómo va, la pureza de reacciones que transmite. Es tu coche si te gustan los deportivos puros y, lo mejor de todo es que su precio es muy accesible.

De momento solo está confirmada la llegada de 100 unidades del GR86 a España en los dos años que va a durar su producción, porque en 2024 se dejará de hacer debido a las exigentes normativas de emisiones que entran en vigor en 2025. Podrían llegar más, pero si crees que te podría interesar no tardes en decidirte, creo que va a agotarse enseguida. Las primeras entregas se harán el próximo mes de julio.

Valoración

Nota9

Conducimos tanto en circuito como en carretera abierta el nuevo Toyota GR86, el tercer modelo de la gama GR y sucesor del ya casi mítico GT86. ¿Estará a la altura?

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