Prueba Skoda Scala 1.0, la gasolina llega para quedarse

Motor de solo un litro y gasolina para animar al Skoda Scala de esta prueba. Hace años sería difícil ver un compacto (porque el Skoda Scala lucha con los compactos tipo Seat León) animado por esta mecánica aspirando a ser un superventas, pero los tiempos han cambiado y ahora toca ver si esta combinación mecánica es suficiente. En marcha!

Por fuera, llaman la atención sus grupos ópticos, tanto delanteros como traseros que, en este caso son de tipo LED porque viene montado un pack que cuesta 850 euros extra, pero que, sin duda, merece la pena. Y estoy convencido de que sus intermitentes dinámicos también te gustarán y te harán sentir de lo más moderno. Claro que para gustos los colores, y no hablo del Verde Rally de esta unidad al que, por cierto, le sienta realmente bien, sino del tubo de escape escondido en la zaga. Quizá hubieras preferido que se vea; yo creo que ese punto discreto y sencillo le sienta de maravilla. 

Scala y su seguridad

En cuanto a seguridad, se han implementado los sistemas más modernos y mejorado algunos que tenía el Spaceback, como su asistente de ángulo muerto, que detecta los vehículos que se acercan por detrás, ahora desde 70 metros. 
En el interior, a la cantidad de huecos disponibles (filosofía Simply Clever) se le suma una gran pantalla central táctil, flotante, pero muy bien enrasada con el salpicadero.

Aunque si hay algo en lo que los Skoda son especialistas es en arañar centímetros a sus medidas exteriores para ofrecer un gran espacio interior. Y en el Scala se nota sobre todo en sus plazas traseras, muy cómodas y amplias.

El maletero, con sus casi 500 litros de capacidad, colmará las necesidades de cualquier familia media. Y si abates los asientos traseros tendrás más de 1.400 litros. También se ha pensado en el pequeño escalón que queda en el suelo y se puede solucionar con una opción (155 euros) en la que te darán una bandeja para enrasar la superficie.

El precio y la financiación del Skoda Scala

Con descuentos y financiación, puedes tener el motor que nos ocupa, el 1.0 TSI de 115 CV, desde 13.990 euros, lo que no está nada mal. Como tampoco está nada mal su comportamiento. Es cierto, se trata de un tres cilindros de solo 999 cc, pero en marcha parece mucho más grande por lo ágil y vivaracho que resulta, eso sí, mucho más en marchas cortas. En marchas largas, si necesitas ganar velocidad con rapidez, se hace necesario recurrir al cambio y reducir alguna marcha.

Lo mismo pasa si llevas a toda la familia y el maletero también con carga. Por lo menos, la caja de cambios de seis velocidades es muy agradable y lo suficientemente rápida de accionar para no quedarte colgado si necesitas recuperar velocidad con  celeridad.
Otro punto positivo de esta mecánica es su bajo nivel de vibraciones y sonoridad a bordo, aunque esto último hay que agradecérselo a una excelente insonorización del habitáculo.

Renting Skoda; todo lo que debes saber

Se hace imprescindible la opción Drive Mode Select (solo cuesta 105 euros), que permite elegir entre cuatro modos de conducción: Eco, Normal, Sport e Individual. Siempre te vendrá bien si vas a ir de viaje y te interesa mantener un consumo bajo o necesitas exprimir el motor a fondo en alguna circunstancia. La diferencia entre el Eco y el Sport no es abismal, pero sí que lo notarás.
Respecto a la amortiguación, trata bien al pasaje y a la vez crea una elevada sensación de seguridad en apoyo, aunque si atraviesas un bache en plena curva, notarás algo de nerviosismo en el eje trasero. En cuanto a los frenos, las distancias de parada son buenas, pero este motor monta tambores atrás, algo en lo que no se debería haber ahorrado tanto. En lo que sí ahorra es en consumo. En esta prueba no ha llegado a los 6 litros cada 100 km. 

Por tanto, entre el rendimiento del motor y ese bajo nivel de consumo (sensible al acelerador), la conclusión es que este 1.0 me ha convencido.