¿Probar el Peugeot RCZ Racing Cup? ¡Claro que sí! La propuesta tuvo su respuesta inmediata. La cita es en el circuito de pruebas que la marca del león comparte con Citroën Sport cerca de París. Cuando llegas allí y ves un camión de Peugeot Sport rodeado de cuatro mecánicos y un ingeniero, con el RCZ arrancado y emitiendo un ronco sonido, te das cuenta de que la cosa va en serio. “Ponte el mono que empezamos”, me dice Florent Meilhaud, ingeniero jefe del coche. Los nervios empiezan a hacer acto de presencia.

Florent me explica sus características: “tienes a tu disposición 250 CV para un peso de 1.070 kilos, cambio secuencial con levas en el volante y autoblocante en el eje delantero”. 
Por fuera, el RCZ Racing Cup solo se diferencia de uno de serie por su prominente alerón posterior y sus vías más anchas. Por dentro, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Llega el momento. Para empezar me siento al lado de Grégory Guilvert, piloto en el campeonato GT3 de la FIA, que me da unas vueltas para que conozca el trazado. “Tienes que subir de marcha cuando los dos LED rojos se iluminen” me explica, pero yo clavo la mirada en la curva que se acerca y en la que entramos a fondo. ¡Pero estamos locos! “Para nada... y prepárate porque te toca”, me dice sonriendo. Cambiamos de sitio.

Al volante del Peugeot RCZ Racing Cup, las sensaciones, el ruido, la dirección y el tacto del freno te informan rápidamente de que lo que llevas entre manos se sitúa en las antípodas del Peugeot RCZ de calle, aunque derive de él. Con el pie a fondo, el Racing Cup sale literalmente catapultado hacia delante, pero lo que más me sorprende es su rapidísimo paso por curva. El coche vuela por las enlazadas de media velocidad, mientras Grégory me indica con el pulgar que no está pasando mucho miedo.

Lo que no sabe es que no quiero utilizar el seguro médico que acabo de firmar hace tan solo unos minutos. En frenada me lo tomo con un poco más de calma, ya que como buen coche de competición, el RCZ Racing Cup no cuenta con asistencia y puedes bloquear con cierta facilidad.

Tras dos vueltas empiezo a confiar más en un coche cuya zaga no se insinúa cuando fuerzas. ¿Y si no freno tanto en esta curva? ¿Y si me pego más al vértice? Al final, la prueba pasa volando y tengo que entrar en la zona de boxes. ¿Puedo darme una par de vueltas más?