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Prueba del Peugeot 2008 Puretech 130

Puede que estés saturado de tanto SUV. A mí me pasa, cosa que con los deportivos no. El caso es que es comprensible la apuesta de los fabricantes por coches de este tipo de carrocería, más aún si se tiene en cuenta que es el segmento que más crece, sobre todo el de los todocamino pequeños. A este grupo, precisamente, pertenece el coche de la prueba, el Peugeot 2008 Puretech 130, que llega totalmente renovado en su segunda generación.

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Adopta el lenguaje de diseño de los últimos modelos, con esos acertados 'colmillos' que forman las luces LED. Tampoco pasa desapercibida la parrilla con inserciones verticales ni sus grandes pasos de rueda, que pueden albergar llantas de hasta 18 pulgadas. El esmero que ha tenido el equipo de diseño se puede apreciar claramente en las múltiples nervaduras del capó, así como en las líneas de tensión triangulares de su perfil que se funden con la línea ascendente de la cintura. Ésta finaliza en los pilotos, que están integrados en una banda negra y están compuestos por tres luces con tecnología LED.

Pero, sin duda, lo que más me ha llamado la atención de este nuevo 2008 es el interior. El salto de calidad que ha dado respecto a la generación previa es enorme. Como el Peugeot 208, incorpora la evolución del cuadro de mandos, que ahora se denomina Peugeot i-Cockpit 3D. Como habrás adivinado por el nombre, la estructura que lo forma y la información, que es generada mediante dos pantallas, es en tres dimensiones, algo que le da un punto de segmento superior. Se une el volante de pequeñas dimensiones, que por tamaño es de mi agrado, pero que está achatado por la parte superior e inferior... ¿No teníamos suficiente con una?

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La consola incorpora diferentes botones, algunos táctiles y otros físicos tipo tecla de piano que adoptan un acabado metálico. Lo positivo es que casi todas las funciones tienen su botón, excepto la función de subir o bajar los grados de la temperatura o la intensidad del sistema de climatización, algo que veo esencial. Pero bueno, viendo como muchos de sus competidores te exigen navegar por el menú de la pantalla para ejecutar la gran mayoría de las acciones, me doy con un canto en los dientes.

Prueba del Peugeot 2008 130 Puretech

Además de la pantalla alojada en la parte superior, otro detalle que hace que incremente su calidad percibida es el uso de materiales gomosos en muchas zonas del habitáculo, como la parte superior de los paneles de las puertas -algo que no es común en el segmento- y el salpicadero. También el tapizado de este último, que imita a la fibra de carbono. ¡Y ojo a los pespuntes!

Y déjame que destaque el soporte de la parte inferior de la consola central que forma la tapa del hueco portaobjetos: ingenioso y súper útil para colocar el móvil.

Antes de comenzar con la prueba dinámica del Peugeot 2008 Puretech 130, echo un vistazo a las plazas traseras. Su mayor longitud y anchura consigue que el espacio para los pasajeros, sobre todos los de la segunda fila, sea más amplio. Los pasajeros posteriores tienen muchísimo hueco para las piernas y para la cabeza, y eso que es más bajo que la generación anterior y que nuestra unidad de pruebas equipa techo panorámico. El espacio para los hombros es justo si viajan tres personas, pero cabe señalar que la plaza central es cómoda, tanto el respaldo como la banqueta. 

Prueba del Peugeot 2008 130 Puretech

Pulso durante unos segundos -se me hacen largos- el botón de encendido para que sus tres pistones funcione. Este motor tricilíndrico tiene 1.199 cc y rinde 130 CV de potencia. La energía que desprende es idónea para mover sus 1.267 kg. Es más, va tan sobrado que me atrevería a decir que con el de 100 CV tienes más que suficiente. El de la prueba, el Peugeot 2008 Puetech 130, acelera de forma decisiva -hace el 0 a 100 km/h en 8,9", una cifra muy, muy digna- y mueve el coche con mucho brío. Se aprecia un mayor empuje cuando la aguja -digital- pasa de las 2.800 rpm, sobre todo en modo Sport -tiene dos más: Eco y Normal-. En este caso está asociado a un cambio manual de seis velocidades, rápido y que no peca de ser muy impreciso. 

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El Peugeot 2008 Puetech 130 se presenta con una alternativa cómoda que muestra un diseño muy trabajado tanto en el exterior como en el interior, donde, por cierto, la calidad percibida ha crecido exponencialmente. Una muy buena opción de compra desde 23.100 euros -desde 19.650 con el Puretech 100-.

Prueba del Peugeot 2008 130 Puretech

Valoración

Nota8

Ponemos a prueba el Peugeot 2008 Puretech 130. Es la segunda generación del B-SUV francés que llega ahora con un diseño muy atractivo.

Lo mejor

Diseño exterior e interior. Calidad percibida en el interior. Espacio. Empuje de su motor.

Lo peor

Volante achatado por la parte superior e inferior. Ausencia de algunos botones.

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