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Prueba Land Rover Defender V8: el coche definitivo e imparable para Lara Croft

Es increíble cómo va este maquinón...

Prueba Land Rover Defender V8. Hace una semana publiqué la prueba del Land Rover Defender PHEV y comentaba que aunque me llevé una grata sorpresa por su comportamiento sobre todo en conducción offroad circulando en eléctrico puro, lo cierto es que no era nada comparable con la joya de la corona de la gama Land Rover Defender.

Efectivamente me refiero al Defender V8, en el que  Land Rover ha volcado en esa versión décadas de conocimiento y experiencia construyendo motores de ocho cilindros en V. Cabe destacar que el motor V8 está disponible para ambas carrocerías del Defender: 90 y 110.

¿Se diferencia el Defender V8 del resto de la gama en cuanto a diseño se refiere? La respuesta es sí. Los puntos diferenciadores más importantes son un sistema de escape cuádruple y unas exclusivas llantas de aleación de 22 pulgadas con acabado Satin Dark Grey, así como unas pinzas de freno delanteras Xenon Blue y sus discos de freno de 20 pulgada. Y por supuesto, el emblema V8.

Land Rover Defender V8 barro

Aunque, sin duda ninguna, la gran diferencia se halla bajo el capó: el motor V8 de 5,0 litros sobrealimentado que presenta unas cifras de escándalo, pues desarrolla 525 caballos de potencia, un par de 625 Nm, alcanza los 240 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en tan sólo 5,2 segundos (con carrocería 110 tarda 5,4 segundos). Y todo ello teniendo en cuenta que el Defender V8 pesa la friolera de más de 2,5 toneladas. Un tanque, vamos.

En el interior, las principales novedades se refieren a la pantalla central que con el acabado buque insignia Carpathian Edition puede montar en opción un display de 11,4''. Y sin olvidar que en el apartado tecnológico, el Defender V8 como el resto de la gama es compatible con Android Auto y Apple Car Play

Hechas las presentaciones, vamos al lío. Y desde luego que el día se presenta desafiante, no solo porque hacia donde nos dirigimos, el centro de experiencias offroad de Les Comes (Barcelona) hay unos negros nubarrones que no barruntan nada bueno. Y si a todo ello se le suma que la unidad del Defender V8 que voy probar está traída directamente de Gran Bretaña y presenta el volante a la derecha, pues qué se puede decir: ¡que va a quedar una tarde maravillosa!

Ahora en serio: con volante a la derecha o la izquierda, sea como fuere el Defender V8 en carrocería 90 (versión corta) me parece un artefacto bien bonito. Formas compactas y proporcionadas, y con la imagen de robustez que esperas de un todoterreno de verdad.

Prueba Land Rover Defender V8

Reconozco que puedo entender a los nostálgicos que echan de menos el Defender original y por ello han caído enamorados del Ineos Grenadier, que pretender acoger en su seno a todos aquellos que se sienten huérfanos. Aunque para gustos los colores, el Defender nuevo me parece un coche adaptado a los nuevos tiempos, es el Defender del siglo XXI. Y esto se nota especialmente cuando te pones a sus mandos.

Porque por muy entrañable que fuera el Defender anterior –y por mucho que nos enamoráramos al verlo en la saga de Tomb Raider y Lara Croft– lo cierto es que era un coche muy de campo, muy incómodo, sin apenas sitio para las piernas, sobre todo una de ellas pegada a la puerta. Como diría el escritor japonés Haruki Murakami: "el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional".

Así, pues, una vez accedo al interior del Defender V8, a parte de buen gusto, excelentes acabados y muchos, pero muchos botones y controles, lo que siento es comodidad. Arranco el motor y por los cuatro tubarros de escape se escapa la atronadora pero agradable melodía del motor V8. De verdad que se echa de menos un poco de petardeos mecánicos, aunque sé que es ¿políticamente? incorrecto...

Inicio la marcha intentando habituarme primero a hacer un cambio cerebral para conducir como un británico en España y, por otro lado, intentar entender los iconos de los modos de conducción.

Land Rover Defender V8 modos conducción

No entiendo cómo un elemento tan fundamental para un coche moderno y en especial para uno destinado a la conducción offroad como el de los modos de conducción está perdido en medio de otros muchos botones en la consola central. Y si a eso le unes que uno es un poco torpe y no identifica bien los iconos con su correspondiente modo, pues la cosa se complica. Pero como decía, es cuestión de ir acostumbrándose a la interfaz del sistema Terrain Response 2.

Y es más, toda la tontería se te quita una vez empiezas a sentir el poderío del Defender V8. No es solo son los 525 caballos de potencia; son también los ajustes de la suspensión y la transmisión que incluyen muelles y amortiguadores con tarados especiales y un nuevo diferencial activo electrónico trasero, que dotan a esta mole de una agilidad y una maniobrabilidad inusitadas.

Además, el Land Rover Defender V8 cuenta con barras estabilizadoras sólidas de mayor diámetro que ayudan a reducir el balanceo de la carrocería en las curvas extremas, mientras que el diferencial activo electrónico trasero introduce un Controlador de Guiñada que permite controlar con precisión la posición del vehículo. 

Todo ello se traduce que cuando circulas en modo Dynamic, tanto la entrada como sobre todo la salida de las curvas se convierte en un auténtico juego de niños para esta mole de más de 2,5 toneladas de peso. Nada de balanceos, nada de insinuaciones de tren trasero; va plan, sobre raíles y sale recto y escopetado de las curvas. Esto es de quitarse el sombrero.

Con el Land Rover Defender V8 fuera del asfalto

Ya hemos comprobado que el Defender V8 se defiende brillantemente bien en asfalto. Pero, ¿y en conducción offroad? ¿Ha perdido su esencia campera? En dos palabras: para nada.

Para ello lo comprobamos en el enorme y espectacular centro de experiencias de Les Comes. Primero unas cuantas rondas de aclimatación por las pistas rápidas. El Defender V8 va como un tiro y aunque le busques las cosquillas en curvas rápidas y cambios de apoyo bruscos, como mucho te arrancará un "¡¡¡guauuu!!!" mientras el tren trasero se te insinúa con alegría.

Aunque lo mejor llega cuando nos metemos hasta la cocina de Les Comes, y activamos el modo offroad. Subir zonas escarpadas, con rocas, descensos bruscos, salvar riachuelos sobre un puente de troncos... Nada para al Defender V8 con una altura al suelo de 291 mm y una profundidad de vadeo máxima de 900 mm. En este sentido es digno de resaltar la tecnología ClearSight Ground View, que te permite aprovechar al máximo la todopoderosa capacidad del Defender al mostrar en la pantalla táctil central la zona que suele estar oculta por el capó, directamente delante de las ruedas delanteras. ¡Chapó! Pues te da confianza para sentirte mejor conductor offroad de lo que eres realmente.

Land Rover Defender V8 visualizacion

¿Algún defecto? Hombre, el precio no ayuda... al menos a mi bolsillo. El nuevo Land Rover Defender V8 está disponible a partir de 135.021 euros para la carrocería 90, y 139.150 euros para la versión 110. No es moco de pavo...

Valoración

Nota8

Prueba Land Rover Defender V8, con 525 CV y unas capacidades onroad y offroad increíbles para sus dimensiones, además de una batería tecnológica para conducción 4x4.

Lo mejor

Capacidad offroad, potente motor V8, tecnología para conducción offroad

Lo peor

Ubicación e iconos modos de conducción (requiere aprendizaje), precio, posicionamiento/canibalización con Discovery

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