Prueba a fondo: Nuevo Land Rover Defender
Seguro que el nombre Land Rover Defender evoca imágenes en tu cabeza: la Reina conduciéndolo sobre su finca. "Daktari" -Tracy, quemando su Land Rover a través de la Sabana. En resumen: purismo y aventura. ¿Y qué hay ahora frente a nosotros? Un SUV supermoderno con un revestimiento de lo más chic, rebosante de tecnología, grandes displays y siempre conectado online. Eso ya no tiene nada que ver con un Defender… ¿O tal vez sí?
Al menos los diseñadores han intentado, de alguna manera, dejar que las formas del anterior no se hayan desterrado del todo. Este Land Rover Defender tiene muchas reminiscencias: el capó recto, los faros más o menos redondos, la parte trasera tan rectangular. El nuevo Land Rover no es una copia 1: 1 basada en el modelo anterior, como sucede con el Mercedes Clase G, en el que solo los verdaderos conocedores perciben el cambio de modelo. De hecho, impacta al verlo por fuera y la primera vez que te acercas parece mucho más grande de la imagen que tenía por las fotos.
Comienzo la prueba del Land Rover Defender, un británico que está muy cerca de su predecesor en términos de movilidad todoterreno. Es más, es aún mejor. Pero si bien antes se le pedía al conductor que lo diera todo en el campo, ahora un ordenador hace el trabajo.
Un todoterreno 100%
Pasar con el Defender por colinas y valles es tan fácil como ir con un Volkswagen Tiguan al supermercado. Hay mucha tecnología detrás del nuevo todoterreno: se basa en la subestructura de su noble hermano, el Land Rover Discovery.
De modo que ahora cuentas con una suspensión de ruedas independiente, dirección de piñón y cremallera, una subestructura de aluminio autoportante, muelles neumáticos opcionales y frenos de agarre más firme.
Aunque debo decir que los discos tienden a sobrecargarse de vez en cuando y la distancia de frenado de este peso pesado de 2,4 toneladas sigue siendo larga, alrededor de los 40 metros para detenerse desde los 100 km/h. Pero incluso aquí ha mejorado abismalmente: después de todo, son unos buenos 10,15 metros menos que antes.
En carretera, como la seda
Y lo que está claro es que la actualización eleva el placer de conducir en carretera (que antes apenas existía) a una nueva dimensión. En lugar de balancearse bruscamente de uno al otro lado de la calle, en ciudad Defender rueda suavemente y amortigua cómodamente los baches y adoquines.
Y si antes daba algo de miedo superar con holgura los 100 km/h en carretera, ahora puedes relajarte y llevarlo con absoluta sensación de seguridad a velocidades mucho más elevadas. Antes, los conductores del Defender solo podían adivinar hacia dónde se dirigiría la mole al girar el volante, ahora la precisión es mucho mayor y ya se conduce como un SUV de gama alta más que un todoterreno pensado para el barro. El cambio y la ganancia en calidad (de materiales y de rodadura) es notable, aunque el volante me sigue pareciendo demasiado grande.
Debido al mejor aislamiento (o probablemente, a que exista por primera vez), por fin puedes mantener una charla relajada con el copiloto. Pero sobre todo: hay espacio. El Landy se ha vuelto 40 centímetros más largo y 20 centímetros más ancho.
Espacio para todos
Una vez superas el elevado acceso, te sientas entronizado en grandes sillones y te sientes cómodo, incluso en mi caso, que mido casi 1,85 metros de altura. Y lo mismo puede decirse de las plazas traseras del Defender 110 de 4,76 metros de largo. Hay una tercera fila opcional. En la parte trasera tienes que montarte tu propio “infoentretenimiento”, pero no hay problema: varias tomas USB y de 12 voltios garantizan el funcionamiento de tu teléfono móvil.
El nuevo sistema (real) de infoentretenimiento Pivi-Pro va instalado, claro, en la parte delantera. Con una pantalla táctil de 12,3 pulgadas y menús personalizables, reacciona mucho más rápido que los sistemas Land Rover anteriores, y es fácil de operar. El grupo de instrumentos totalmente digital, que se configura con los botones del volante, requiere algo más de tiempo para acostumbrarse.
¿Y el motor?
Nuestro coche de prueba monta el D240, un agradable diésel de cuatro cilindros y 240 CV de fuerza. Su rumorisidad en frío es mejorable, pero una vez en marcha se atenúa bastante. Eso sí, no es precisamente ahorrador en combustible, pero hace un trabajo muy notable.
Conclusión
Luce elegante, trepa como una cabra montesa, se conduce impecablemente: ¿es el Land Rover un buen coche? SÍ. Pero no es un verdadero Defender. El predecesor ha trabajado duro por su estatus legendario durante décadas a través de la simplicidad y un precio asequible.
De lo que no cabe duda es que el nuevo Defender es un éxito total y tiene una excelente figura u rendimiento dentro y fuera de la carretera. El alto precio y la tecnología elaborada contradicen lo que anteriormente representaba el Defender: un automóvil robusto y económico.
Valoración
Un SUV supermoderno y chic, rebosante de tecnología, grandes pantallas y siempre conectado online. Eso ya no tiene nada que ver con un Defender… ¿O tal vez sí?
Lo mejor
Espacio en el interior, cualidades todoterreno, rendimiento del motor
Lo peor
Volante demasiado grande, rumorosidad del motor en frío
Etiquetas: Todoterrenos, Offroad, Todocaminos
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