Prueba Lamborghini Huracán Evo RWD Spyder 2021, ¡la mejor forma de despeinarse!

Hoy es uno de esos días en los que cualquier persona se levantaría de un salto, en los que no importa a qué hora suene el despertador y si has desayunado o no. ¿Por qué? Porque no todos los días uno tiene la oportunidad de probar a fondo un Lamborghini Huracán EVO RWD Spyder con un motor V10 de 610 CV en sus entrañas. Y hoy amigos ha llegado ese día...

VÍDEO: Aquí tienes la prueba, sube el volumen de los altavoces

Hay muchos que dicen que si lo pones todo atrás, que si en un deportivo envías la fuerza del motor solo al eje trasero, entonces haces lo correcto. Este Lamborghini Huracán recoge la herencia dejada por el Lamborghini Gallardo Balboni para despojarse de la tracción a las cuatro ruedas y enviar toda su furia al tren trasero y ganar en purismo y, de paso, hacer bueno aquello de que menos es más: porque son menos kilos, menos dinero y también menos caballos, aunque cuando la cifra pasa de los 600, ¿a quién le importa?

Mide 4,52 metros de largo, 1,93 de ancho y solo 1,16 de alto, con unas vías enormes de 1,69 metros delante y 1,62 detrás. La capota, como no podía ser de otra forma, es de lona, no es de techo duro como pasa por ejemplo en el McLaren 720S Spider. Se retrae en 17 segundos y la operación se puede hacer hasta 50 km/h. Está disponible en 3 colores: negro, marrón y rojo, y se conjuga con los 7 tonos diferentes de carrocería que puedes elegir. Pero si no te convence ninguna de estas opciones tienes a tu disposición el programa de personalización de la marca con el que puedes configurar tu Huracán EVO RWD al gusto.

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Por culpa de los refuerzos necesarios para mantener la rigidez del chasis más el sistema electrohidráulico de la capota, este Huracán EVO descapotable gana kilos y se va hasta los 1.509, lo que supone un aumento de 120 kilos respecto al cupé. 

Arrancamos a la bestia V10

Pero antes de seguir con más datos, ¿damos vida a su V10? Arranco. El ruido es ensordecedor. Es simplemente alucinante. Te invito a que te pases por nuestro canal de Youtube de Auto Bild para que puedas escuchar cómo suena... 

Una cosa que tienes que tener en cuenta: además de la tracción total, Lamborghini tampoco ha incluido de serie en este tracción trasera los amortiguadores adaptativos ni los frenos de carbono que pasan a ser una opción. La dirección a las cuatro ruedas tampoco está disponible y, además, las llantas de serie son de 19 pulgadas y no las de 20 de la versión cerrada (también las puedes incorporar pagando un extra).

¿Cómo se conduce esta bestia de 610 CV? Básicamente tienes tres programas de conducción que se seleccionan desde la parte baja del volante y que son los que cambian radicalmente el comportamiento y el carácter de este Huracán de tracción trasera. Se llaman Strada, Sport y Corsa, y modifican la respuesta del motor, la transmisión, el sonido del escape y la dirección.  

¿Modo Confort? No gracias...

En el modo Strada, que es el menos agresivo, la dirección tiene un tacto más natural. Es más fácil de mover y menos pesada. Las ruedas delanteras, como están liberadas de tener que soportar la fuerza del motor se notan más comunicativas: te dicen a las claras qué esta pasando delante. 

No es nada artificial y tampoco requiere un periodo de adaptación por tu parte como ocurre en otras direcciones actuales que giran de una forma más artificial. Eso sí, cualquier pequeño movimiento que hagas con las manos se trasladan al eje delantero con una velocidad vertiginosa.

En el modo Strada, el motor se muestra vivo, pero la respuesta es algo más civilizada. Incluso el sonido del motor está algo más apagado. Ahora bien, ¿qué es lo que pasa si activo el modo Sport? ¡¡¡Boooom!!! El sonido cambia por completo y las reacciones del motor son más instantaneas y rápidas... Notas todo absolutamente más tenso y es entonces cuando empiezas a disfrutar de este Lamborghini de verdad, porque te lo da todo sin medida, sin pedirte nada a cambio. Eres tú, la carretera y la máquina. Nada más.

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Circular a ritmos altos en una carretera de montaña no tiene mayor dificultad que la de tener que guiar un coche extremadamente ancho y rápido, que te va a exigir que midas bien los ímpetus del pie derecho. El chasis va duro, mucho: se pone como una piedra y si circulas por una carretera muy rota puedes tener ciertas dificultades, porque literalmente las ruedas despegan del asfalto y el splitter delantero también puede golpear. En ese sentido, un Ferrari F8 Spider se muestra más suave y es menos radical, con unas suspensiones que trabajan con más margen y no van tan tensas. 

Solo en el modo Corsa vas a poder quitar del todo el control de estabilidad, lo que solo debes hacer si estás en circuito, porque la entrega de potencia a medio régimen es tan bestia que la trasera se va a mover a poco que tengas girado el volante. 

Al llevar el motor en el centro de la carrocería y ofrecer un reparto de pesos tan equilibrado, enseguida vas a notar cualquier movimiento de la zaga y, es entonces cuando te das cuenta que lo que llevas entre manos es un aparato muy serio. 

Pero incluso en el límite, todo sucede con fluidez. Los frenos ofrecen siempre un gran tacto. Son duros, el pedal es firme y hay que hacer fuerza para extraer la quintesencia de los mismos, que resisten un uso intenso como si nada y parecen guardar siempre un margen extra por si mides mal la velocidad de entrada a curva. 

En cuanto a la caja de cambios, tampoco te voy a descubrir nada nuevo: es doble embrague, con 7 velocidades y funciona a la velocidad del rayo. Es obediente tanto al subir como al bajar y el golpe de gas en las reducciones es simplemente brutal. 

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Y dejo para el final la joya de este coche, el motor V10 de 5,2 litros, atmosférico, 610 CV a 8.000 vueltas, que es una burrada, 560 Nm de par desde las 6.500.... Vivimos rodeados de motores turbo con menos cilindros y mucho par. Y es cierto que funcionan francamente bien. Ferrari, McLaren ya se han pasado a esa moda hace año, pero la progresividad con la vas ganando vueltas y velocidad con este V10 hasta rozar las 9.000 vueltas es algo digno de experimentar. 

Desde parado vas a acelerar hasta los 100 km/h en solo 3,5 segundos, 9,3 segundos en acariciar los 200 y puedes seguir acelerando hasta los 324 km/h de punta. Es una auténtica bestialidad señores... Y todo ello con el cielo por montera y con una sinfonía que pone los pelos de punta.

Un vistazo al exterior

Bajo el ritmo para hablarte del exterior. Como no podía ser de otra forma, el diseño se encuentra plagado de aristas, de ángulos superafilados... una silueta super reconocible. Pero hay ligeros cambios con respecto al coupé: la caída del techo de este, deja paso ahora a dos jorobas muy características. En la versión cerrada, la zona del capó, donde va el motor, es totalmente plana. 

Estructuralmente, el Lamborghini Huracán Spyder hace gala de un chasis de aluminio con ciertos elementos desarrollados en fibra de carbono. Como referencia respecto a la versión Spyder del Lamborghini Gallardo Spyder, su predecesor, nos encontramos con una rigidez torsional un 40% mayor. Y si el exterior es intimidante, el interior no se queda atrás. El parabrisas va supertendido, la visibilidad trasera es casi nula y cuando miras por los espejos laterales ves las enormes entradas de aire y te quedas... alucinado. La verdad es que sientes un cosquilleo especial cuando está aquí sentado.

Un interior para alucinar con Alexa de invitada

Como gran novedad, el sistema de infoentretenimiento añade el asistente personal Alexa con el que puedes interactuar de una forma muy natural. Eso sí, la pantalla vertical se ha quedado algo desfasada y parece pedir más tamaño y protagonismo. No hay muchos huecos portaobjetos y la ergonomía está lejos de ser la que te encuentras en otras marcas.

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Por ejemplo, los mandos del elevalunas están en la parte alta del salpicadero y tantos los intermitentes como el mando del limpiaparabrisas están en el volante. La calidad sí que está fuera de toda duda y los asientos son una auténtica pasada, ya que te recogen muy bien la espalda. Estoy seguro que si estuvierais aquí sentados, alucinaríais...

Para algunos, la tecnología y el rendimiento extra del Lamborghini Huracán EVO de tracción a las cuatro ruedas sigue siendo la elección por defecto, pero el ahorro y la pureza en la conducción del Huracaán EVO RWD Spyder lo convierten en mi elección dentro de la gama. Podrías, por supuesto, ahorrar aún más dinero y encargar el muy similar Audi R8 RWS, pero la puesta en escena de este Lamborghini lo convierte en una propuesta más excitante. 

Precio 

Cuesta 238.700 euros, un precio descabellado, pero más asequible que un F8 Spider o un McLaren 720S. Si al final te decides, te recomiendo que dejes las llantas de 19 pulgadas e incorpores la suspensión adaptativa.