Test 100.000 km: Kia Stonic 1.0 T-GDI

Cuando un coche llega a nuestro garaje para que realicemos una prueba de 100.000 km no siempre enamora a primera vista a nuestros compañeros. Evidentemente, cuando se trata de un deportivo V8, todos sonríen. Pero los coches pequeños con motor de tres cilindros hacen que alguno de nuestros redactores incluso tuerza el gesto... Y, efectivamente, la llegada del este Kia Stonic 1.0 T-GDI amarillo al aparcamiento subterráneo de AUTO BILD en julio de 2018 no despertó excesivo entusiasmo. Cilindrada de 998 cc, 120 CV, transmisión manual... y un modelo, por aquel entonces, bastante desconocido. Pero lo cierto es que las primeras páginas del libro de viaje indican que la gente enseguida cambió de parecer.

Prueba de larga duración: 100.000 km al volante del Mini Countryman

Buenas sensaciones en los primeros kilómetros

Uno de nuestros compañeros anotó lo siguiente: “su aspecto exterior no es exagerado, es cómodo y espacioso para su tamaño”. Otro de nuestros redactores indicó que: “es un coche pequeño sorprendentemente bueno, ofrece gran comodidad en los viajes y buena maniobrabilidad”. 

Vídeo: así es el Kia Stonic:

El coreano también sorprendió a uno de los subdirectores de AUTO BILD Alemania, Tomas Hirschberger, quien después de conducirlo durante 1.000 km señaló que “es muy divertido. El sonido del tres cilindros está muy presente al principio, pero la entrega de potencia es excelente”. Esto es empezar con buen pie.

Al final del test se habían rellenado nada menos que 27 páginas del libro de viaje con más de 30 entradas en las que nuestros compañeros nos comentaban sus impresiones sobre el pequeño coreano.

Está claro que el Kia Stonic recibe muchos elogios y que su formato siempre es bien recibido. El espacio en la parte delantera y trasera es generoso para un SUV del segmento B. El acceso a la parte delantera es aplaudido por su amplitud y altura. Además, el motor de tres cilindros sorprende por su bajo consumo en el uso diario. Eso sí, si le pisas a fondo, "entonces el gasto de combustible es exagerado", según indica uno de nuestros compañeros. 

Tampoco ha terminado de gustar su chasis a algunos conductores y pasajeros, debido a que las juntas de dilatación de la carretera y los baches se transmiten al interior de forma contundente. Un problema típico de Kia, ya que los coreanos interpretan esto como deportividad...

Amplio equipamiento de serie

El buen equipamiento del coche de pruebas también ha conquistado a muchos de nuestros probadores. Como es habitual, esta es una unidad que nosotros mismos hemos comprado en Alemania en un concesionario cualquiera y sin que Kia tenga conocimiento previo de esta transacción. 

En este caso, nuestro Stonic es el acabado Spirit, que es el tercero mejor equipado, es decir, el intermedio, ya que hay otros dos por encima y otros tantos por debajo. En España sería equiparable a la versión Tech. 

Viene con volante multifunción calefactable, sistema manos libres Bluetooth, asientos con calefacción, navegador, cámara de visión trasera y climatizador automático. Además, monta un buen número de asistentes a la conducción (a veces resultan demasiado intrusivos, todo hay que decirlo...), como el aviso de cambio involuntario de carril, la alerta de tráfico trasero cruzado, las luces automáticas o el detector de fatiga. Así que viene realmente bien equipado para el segmento en el que se encuadra este modelo. Eso sí, como te decíamos, es mejor apagar el sistema de advertencia de cambio de carril al arrancar, porque te puede poner de los nervios con tanto pitido. 

Y te recomendamos que uses el teléfono móvil para navegar a través de la app Kia Connected Services. Sólo así es posible recibir indicaciones de tráfico en tiempo real, porque el sistema TomTom del coche te lleva directo hacia un atasco.

Test 100.000 km: Kia Stonic 1.0 T-GDI

Seguro que muchos se estarán preguntando por la fiabilidad de este pequeño crossover. Pues bien, esto es lo que te podemos contar: Kia indica unos intervalos de revisión para el Stonic de 15.000 kilómetros o una vez al año. Y eso no nos ha salido barato. En total nos hemos gastado 1.993 euros en las seis veces que hemos visitado el servicio técnico oficial de la marca durante este test de larga duración. 

Por otro lado, cuando el coche tenía 76.000 kilómetros, fue necesaria una nueva visita al taller, porque la caja de cambios no iba del todo bien, especialmente en primera y segunda marchas. La solución fue montar un nuevo embrague, lo que aseguró cambios de marcha suaves hasta el final de la prueba. En cambio, a lo largo de estos 100.000 km sólo hubo que cambiar las pastillas de freno delanteras, lo que nos costó 220,47 euros.

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100.000 km Kia Stonic (6 imágenes)

Al concluir el test notábamos que el motor se sobrecalentaba y comprobamos que el bote de expansión tenía el refrigerante por debajo del mínimo y este estaba bastante turbio. En el proceso de desmontaje del vehículo descubrimos que la bomba de agua mostraba rastros de pérdida gradual de líquido. Lo bueno es que, salvo por esto, la mecánica parece estar en buenas condiciones.

Salvo un consumo elevado en los tramos sin limitación de velocidad en Alemania, nos ha gustado mucho. Por eso, como cierre de este test utilizamos una de las últimas anotaciones en el cuaderno de viaje de una de nuestras compañeras que quedó enamorada: “Gran coche”. Y dibujó un corazón al lado. Bien hecho, Stonic. ¡Pequeño, pero gran coche! 

Puntos clave

Estos son los puntos claves que podemos extraer una vez hemos desmontado el vehículo por completo:

1. Mal para conducir de noche: Los probadores se quejaron de los faros ​​del Stonic en conducción nocturna. ¿Estamos demasiado mal acostumbrados a los faros LED? Puede ser, pero es un posible punto de mejora. 
2. Limpio y seco: ¿Cuándo fue la última vez que vimos esto? El tanque de agua del parabrisas está un poco polvoriento, pero completamente libre de suciedad.
3. Calidad de fabricación: En coches de este segmento a menudo sólo hay un eje delantero casi de una sola pieza, pero en el Stonic las partes se separan con una facilidad impresionante. Bien hecho.
4. Fallos en los ajustes: Los revestimientos de los pasos de rueda traseros tienen suelto un punto de sujeción en ambos lados y traquetean. Algo que se nota más en el lado izquierdo que en el derecho.
5. Falta material aislante: Contra el ruido de rodadura en los pasos de rueda. Sin duda, Kia debería ser un poco más generoso en este sentido, porque se mejoraría mucho el confort en el habitáculo.
6. Acabó un poco 'tocado': El paragolpes trasero concluyó este test de 100.000 km con la pintura ligeramente rozada en ambos lados, algo lógico tras más de dos años con él y con tantos conductores distintos en este periodo.

Nuestra opinión

¡Vaya con el Stonic! No es el modelo más avanzado de Kia, pero merece más atención de la que recibe. Su tamaño es adecuado para la ciudad, su apariencia es agradable y su tecnología está a la altura. Unos mejores ajustes lo convertirían en un modelo de 10.