Prueba Kia ProCeed GT: una familia muy en forma

Se llama ProCeed y más que su frontal, nos gusta su trasera. Algo así sólo está disponible en Mercedes, concretamente en su CLA Shooting Brake, cuya segunda edición llegó el pasado mes de septiembre. El Porsche Panamera Sport Turismo, que lleva despertando admiración durante dos años, claramente ocupa un lugar más alto de este nicho. Y ambos son bastante más caros que el Kia que nos ocupa. Prueba del Kia ProCeed GT.

La sabiduría popular dice que "la belleza está en el interior", pero en el Kia ProCeed ocurre justo lo contrario. Nos damos cuenta tan pronto como nos ponemos al volante. ¿Alguien ha aplastado el techo? Correcto, faltan exactamente 38 milímetros de altura respecto al Ceed Tourer GT-Line. Suena a poco, pero se nota mucho. Esos casi cuatro centímetros de menos hacen posible que por fuera su silueta se vea muy afilada, pero los echamos en falta cuando nos ponemos al volante. Y es que los adultos más altos rozan el techo con la cabeza, debido a un pilar A muy inclinado, que obliga a inclinar la cabeza si quieres mirar por el retrovisor. 

Luces y sombras en el interior

El techo de cristal no mejora las cosas. Y si te toca llevar pasajeros de más de 1,85 en la parte de atrás, prepárate para oír alguna queja. La línea descendente del techo queda muy bien por fuera, pero tiene sus consecuencias por dentro. Y resulta poco comprensible que el amplio techo panorámico venga de serie, porque resta altura. 

Pero no todo son inconvenientes: gracias al respaldo trasero divisible en tres partes, sus 594 litros de espacio para el equipaje y una inteligente solución de almacenamiento para la persiana enrollable trasera debajo del suelo, otorgan al ProCeed un lado muy práctico y versátil. Eso sí, si tienes que hacer alguna pequeña mudanza, tal vez eches de menos los 149 litros de volumen de maletero extra que del Tourer. 

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Prueba Kia ProCeed GT (7 imágenes)

El equipamiento sí que es admirable en este ProCeed, porque tiene muchos elementos de serie que cuidan de la conducción y el pasaje: faros LED, advertencia de tráfico cruzado, cámara de visión trasera, sensores de luces, de lluvia y de parking en ambos paragolpes... Vamos, que casi no falta de nada. ¿La razón? El motor más potente de la gama que monta esta unidad siempre va asociado al acabado GT, por lo que la lista de equipamiento de fábrica es la más completa de todas. Tanto por dentro como por fuera, resaltan brillantes detalles en rojo con contrastes en negro. Además de eso, monta llantas de aluminio de 18", portón trasero eléctrico, carga inalámbrica para el teléfono móvil y un escape con sistema de mariposa que ofrece un sonido de lo más estimulante.

Los asientos deportivos también forman parte del equipamiento GT y la verdad es que en la tapicería de cuero y Alcantara los viajes largos se llevan mucho mejor. Eso sí, echamos en falta un poco más de agarre lateral. 

Enérgico y apasionado

Y ahora llegamos a las muchas virtudes del ProCeed: las que se perciben en marcha. Comencemos con el turbo de 1,6 litros, que envía 204 CV muy vivos a las ruedas delanteras. Esa energía es la que convierte al ProCeed en un familiar bastante veloz. Sólo se toma un respiro antes de llegar a las 1.800 vueltas, pero a partir de ahí se pone a acelerar alegremente. Y es que sus cifras son bastante notables: acelera desde parado hasta los 100 km/h en sólo 7,3 segundos y no para de aumentar su velocidad hasta los 230 km/h. Y con una caja manual de seis relaciones bastante precisa a la que siempre querrás echar mano: reduce una o dos marchas, pon el intermitente izquierdo y déjate llevar. Los 265 Nm de par máximo ya están disponibles desde sólo 1.500 vueltas, preparados para estrujar tu espalda contra el respaldo. Dicho esto, te damos un consejo: ¡los dedos lejos del botón Sport! Lo que hace es abrir la mariposa del escape, que pasa a ofrecer un sonido tan elevado como artificial. 

Vídeo: Kia Proceed, un familiar con la trasera del ¿Porsche Panamera?:

Eso sí, los conductores hambrientos de curvas tienen siempre un buen aliado en el ProCeed. Por supuesto, Kia tampoco puede hacer maravillas y lograr que desaparezca como por arte de magia el subviraje típico de un tracción delantera, pero el coche es siempre muy controlable y aplomado, gira con agilidad y sus frenos trabajan de manera salvaje: sólo necesita 33,7 metros para detenerse desde los 100 km/h. 
La suspensión, aunque firme, filtra correctamente lo que pasa en el asfalto y sólo en algunas grietas su respuesta puede volverse nerviosa y algo incómoda. Pero, en general, siempre se va a comportar de forma previsible y segura, ya que está más orientado al confort que a la deportividad, así que los viajes largos no van a ser nunca un problema. Salvo por su depósito de sólo 50 litros, que en una conducción normal te va a dar para recorrer unos 600 kilómetros, aproximadamente.

Llegamos al final de esta prueba y la conclusión, con la lista de precios en la mano, es clara: el ProCeed no es barato precisamente. Pero antes de poner los ojos en blanco, hay que fijarse en lo que da a cambio. Para empezar, una carrocería familiar muy vistosa, a la que acompaña un equipamiento bien nutrido en este acabado GT (no vas a echar en falta nada). Como colofón, un motor de sólo 1,6 litros, pero que ofrece 204 CV que resultan ser muy divertidos en todo tipo de situaciones. Y con 8,1 l/100 km, el consumo medio es más que correcto. Así que sólo se le puede poner pegas debido a una amplitud interior que está condicionada por su esbelta silueta exterior. Ah y, por supuesto, también hay una garantía enorme de siete años. 

Conclusión

Sí, la elección sensata se llama Ceed Tourer. Pero también es más aburrido. No sólo estéticamente, sino también debajo del capó: no se ofrece (todavía) con 204 CV, como el ProCeed, que atraerá a quienes buscan diferenciarse… ¡Y añade algo de diversión al volante!