Prueba del Hyundai Venue 2020. ¿El rival definitivo del VW T-Cross?

El Hyundai Venue comenzará a venderse en 2020 en Estados Unidos. Y jugará en la liga del Volkswagen T-Cross. Los dos comparten la combinación de una apariencia robusta, el buen espacio, la tecnología moderna y que ni siquiera están disponibles opcionalmente con tracción en las cuatro ruedas. Nosotros ya nos hemos puesto al volante, en esta prueba del Hyundai Venue 2020. 

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Pero claro, el Hyundai será mucho más barato: el precio inicial es equivalente a 15.220 euros (16.750 dólares), unos 3.000 por debajo del Volkswagen. El coreano lleva un pequeño motor innovador de 1,6 litros atmosférica, un bloque voluntarioso que genera 121 CV pero, eso sí, solo 153 Nm. 

El problema, sin embargo, no es que el pequeño SUV no lleve turbo (como es la tendencia mayoritaria hoy en día), sino la desafortunada combinación de motor y transmisión. El cuatro cilindros de 1,6 litros va acoplado a un sistema CVT, lo que minimiza el consumo, pero por lo demás es un error su elección, vista la respuesta del coreano.

En marcha bien, pero...

Cuando piso a fondo el pedal del acelerador me “recompensa” primero con un fuerte aullido de la mecánica, y solo al cabo de un rato siento que tengo el impulso adecuado. Quien circule de manera relajada y no provoque a la transmisión, esto es, quien mantenga la aguja del cuentavueltas en la zona media/baja, mantendrá el ruido a raya, y en general logrará un comportamiento agradable para el día a día. 

Pero cuando llega la hora de adelantar, o de salir de un semáforo con cierto ímpetu, la cosa se vuelve un tanto molesta. Por lo menos, el modelo básico del Hyundai Venue 1.6 SE viene de serie con una transmisión manual de seis velocidades. Nosotros la recomendamos con los ojos cerrados. 

Por lo demás, este Hyundai me ha sorprendido para bien. La suspensión es sorprendentemente firme, con esquema McPherson delante y de torsión detrás, y es cualquier cosa menos blanda. La dirección sí que es suave con los neumáticos en el formato 205/55 R 17, y aparte de las juntas transversales, el SUV de 1,3 filtra sin problemas las irregularidades del asfalto y, como hemos dicho, tiene un manejo muy agradable en el uso diario. 

Y por dentro... 

El interior de estilo moderno no solo agrada ópticamente, sino que gracias a la distancia entre ejes de 2,51 metros ofrece suficiente espacio para al menos cuatro personas. El maletero es generoso, porque los ya exuberantes 529 litros se pueden ampliar plegando el asiento trasero hasta los 903 litros.

El cockpit con la pantalla central en el centro del salpicadero se ve muy moderno. El manejo de los elementos de control es fácil a través de los botones del volante, un puñado de botones en la consola central y la pantalla táctil. La instrumentación, eso sí, aunque es legible, tiene un aspecto menos moderno, como la pequeña pantalla monocromática entre los relojes.