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Prueba del Hyundai Kona eléctrico: un paso adelante

Prueba del Hyundai Kona eléctrico

Sergio Ríos

514 km de autonomía y un estilo inimitable.

La nueva generación del Hyundai Kona ya se está viendo por las carreteras en sus versiones con motor de combustión, pero ahora se suma una versión eléctrica, al igual que sucedía en la pasada generación, pero con mayores capacidades. ¿Cómo es el resultado? En esta prueba del Hyundai Kona eléctrico lo pienso comprobar.

En el pasado mes de agosto se empezó a fabricar esta variante en la planta de Hyundai situada en Nošovice (República Checa), de la que también salen modelos como el Hyundai i30 N. Un coche que me llama especialmente la atención, si soy sincero, pero que no voy a conducir hoy. En su lugar, me espera la versión eléctrica de este recién actualizado SUV.

Para empezar, la primera impresión no es de sorpresa. No porque el diseño del Kona eléctrico no me guste, sino porque no dista demasiado del que muestran las demás variantes de la gama que están ya a la venta. Como en las demás versiones, se ha optado por un aspecto peculiar, en la línea de los modelos recientes de la marca coreana, y que me va gustando más con el tiempo.

En términos de apariencia, se podría decir que este es un coche que no deja a nadie indiferente y que tiene personalidad, algo poco común en los tiempos que corren, así que no hay pegas por mi parte en ese campo. Así, me encuentro con una unidad en un tono grisáceo con tintes púrpuras, con los pasos de rueda del color de la carrocería y solo unos detalles en negro.

Siguiendo hacia el interior del Hyundai Kona eléctrico, una vez más, no hay sorpresas. Como en las otras versiones, encuentro un salpicadero con dos pantallas unidas entre sí. Hay una de 12,25” para el cuadro de instrumentos y una central táctil del mismo tamaño para el infoentretenimiento. Por debajo de ella hay varios botones, pero no demasiados, lo que me gusta.

En líneas generales, la disposición del habitáculo me recuerda a coches como el IONIQ 5 y eso me gusta, así como también me convencen los materiales utilizados y el espacio. Delante, la amplitud es bastante buena, así como detrás también puedes ir cómodo sin importar tu altura.

Sea como fuere, estos son detalles que también definen a las unidades de combustión. La diferencia aquí está en la técnica y, en este caso, en las dos versiones disponibles de esta variante. La configuración estándar ofrece 156 CV y 255 Nm de par, con una batería de 48,4 kWh y una autonomía de 377 km. Eso sí, hay otra opción superior en todos los aspectos.

Se trata de la alternativa Long Range, la cual aumenta su potencia hasta los 218 CV, manteniendo el par sin cambios. Aquí, la batería crece hasta los 65,4 kW y con ella, la autonomía del Kona eléctrico puede llegar a 514 km. Al menos, así es sobre el papel. Esta variante es la que voy a conducir.

Al volante: ¿cómo se comporta?

Aun así, por ahora solo hablamos de cifras, pero las sensaciones al volante también aportan datos. Por ejemplo, en ciudad este SUV se desenvuelve como otros de su categoría, con soltura y suavidad. El tacto de la dirección es blando, aunque algo artificial. Esto ayuda a maniobrar en calles y zonas estrechas. Además, la respuesta inmediata del motor es positiva en ocasiones, pero no es brusca.

Junto a esto, tras el volante encuentro dos paletas, las cuales sirven para regular los cuatro niveles de retención. Su tacto me gusta y, con el modo más restrictivo, es posible conducir con el i-PEDAL. Así, no tendrás que usar el freno en ningún momento, lo que es cómodo al circular en ambiente urbano.

Prueba del Hyundai Kona eléctrico

Este detalle lo encontramos también en otros eléctricos y otro rasgo que se repite aquí es el silencio en el habitáculo, aunque es posible contar con algunos sonidos al navegar por los menús. No es algo que me preocupe, eso sí, ya que hay otros sonidos que sí están captando mi atención: los incesantes pitidos de los sistemas de ayuda y seguridad del coche.

Como se especifica por normativa, este modelo cuenta con multitud de sensores y avisos enfocados a la seguridad, pero hay uno de ellos especialmente irritante. Se trata del aviso al superar el límite de velocidad de una vía, el cual se activa y empieza a sonar, aunque solo te hayas pasado en unos pocos kilómetros del límite. 

El pitido en cuestión además da lugar a confusión cuando aún no te has familiarizado con el coche, ya que pensarás antes que te has dejado una puerta abierta o no te has puesto el cinturón. ¿Se puede desactivar? Claro, pero al arrancar de nuevo, se volverá a activar. Algo molesto, sí, pero surgido a partir de las normativas europeas, así que no será algo específico de este modelo.

Este puede ser el detalle que más me irrita al probar el Hyundai Kona eléctrico, ya que hay muchas otras cosas que me gustan. Incluso dentro de los sistemas enfocados a la seguridad, como la cámara que se activa y se muestra en una de las esferas del cuadro cuando pones el intermitente, para darte más visibilidad a la hora de hacer un giro o adelantamiento.

Prueba del Hyundai Kona eléctrico

Además de esto, volviendo a cómo se desenvuelve este coche como tal, tampoco tengo quejas. Por ciudad es cómodo de conducir y en carretera no se siente perezoso en adelantamientos, mientras que también ofrece suficiente suavidad. También hay silencio, además, con unos neumáticos Nexen NFera Sport 235/45 R19 que no suenan demasiado.

Estas gomas y la suave dirección también ayudan al llegar a carreteras con curvas, aunque la estabilidad no es tan elevada como la que puedes notar en un IONIQ 5, por ejemplo. Aquí hay más balanceo y se nota que la suspensión está orientada al confort, lo que no es malo. Además, no es algo dramático y este no es un deportivo, al fin y al cabo.  

Valoración

Nota8

El Hyundai Kona ha dado un salto enorme, con una oferta más atractiva en varios aspectos. En su versión eléctrica, también tiene buenos puntos a favor, aunque habrá que ver cómo le sitúa su precio frente a sus rivales.

Lo mejor

La disposición del interior, la respuesta del motor y los niveles de retención.

Lo peor

El tacto algo artificial de la dirección y los pitidos del aviso de velocidad.

Etiquetas: SUV, Motor

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