Prueba del Citroën C4 1.6 BlueHDI: hecho para ahorrar

Este año, Citroën ha renovado parcialmente la gama del C4. Habrás leído sobre sus ligeros cambios estéticos que afectan a las ópticas delanteras, los pilotos traseros y dos nuevos colores disponibles, el Gris Galet y el Gris Platinium. La última adición a la gama llegó en mayo, cuando empezó a estar disponible para el coche de esta prueba, el Citroën C4 1.6 BlueHDi de 120 CV y la caja de cambios automática EAT6.

En principio, no te la recomiendo, a pesar de que solo conlleva un sobrecoste de 1.300 euros. Y eso que la nueva versión sin embrague ofrece un modo Sport de funcionamiento y es un 40% más rápida que la anterior ETG6, que era manual pilotada. Según Citroën, con ella no se notan los saltos de marcha, pero es que su predecesora era tan brusca, que esta lo tiene muy fácil para superarla en este apartado. En todo caso, el cambio manual de seis marchas tiene unos recorridos cortos, funciona muy bien y con él, seguro, podrás exprimir mejor toda la fuerza de este cuatro cilindros.

Y es que esta nueva versión del 1.6 BlueHDi del C4 de 120 CV con Start-Stop de serie -de ahí el sobrenombre S&S del modelo- se ha hecho para ahorrar por todas partes y, a pesar de que al motor no le falta fuerza, sí que resulta algo descafeinado para tener 300 Nm de par. En Citroën lo han equipado con un nuevo catalizador de oxidación y un módulo SCR de reducción catalítica, que lo hacen más limpio y consiguen que cumpla con la Euro VI.

Además, se ha ajustado para que sea eficiente. Tanto, que a pesar de que tiene un consumo homologado de 3,6 l/100 km, para el uso que le di la semana que lo tuve, llegar a los 4,9 l/00 km fue para mí todo un logro. El habitáculo del C4 da una buena sensación de calidad, aunque esta resulta mucho mejor en la primera que en la segunda fila. Además, el compacto de Citroën tiene una buena cantidad de extras y tecnología, como su nuevo sistema de infoentretenimiento por los que no tienes que pagar nada, salvo por el navegador. Eso sí, para un coche de su categoría sigo sin entender la política de la marca, con unos precios  oficiales tan desorbitados como los descuentos, que además son perennes.

El C4, además, es un coche bastante espacioso, que resulta cómodo para viajar. En concreto, además la variante de 120 CV del motor 1.6 BlueHDi tiene un funcionamiento muy silencioso y es tan suave que apenas se notan vibraciones en el habitáculo, por otro lado, bastante bien aislado acústicamente. En esta versión, además está disponible el aviso de ángulo muerto y un asistente de mantenimiento de carril por el que sí tienes que pagar 500 euros.
El puesto de conducción tiene todo bastante a mano, me gusta bastante cómo está resuelta la relojería. Eso sí, el volante y su centro rectangular me siguen pareciendo enormes. Quizá esto contribuye a que la precisión de la dirección del C4 no esté entre las mejores de su clase para mi gusto. Tampoco las sensaciones que ofrece el chasis, demasiado blando. No es que el compacto de Citroën balancee en exceso,  pero tampoco te invita precisamente a creerte Loeb al volante del Citroën C4 que ganó varios mundiales de rallys.

El techo solar panorámico es otra de las novedades disponibles dentro de la gama del C4. Cuesta 670 euros y mejora mucho la sensación en el habitáculo, pero la situación de las luces no está bien resuelta y dejan de ser útiles. Además, resta tres centímetros de altura en las plazas traseras y, si tiene que viajar ahí alguien de 1,80 m de altura o más, lo notará. El hecho de que el acceso sin llave cueste 400 euros no me hace mucha gracia, aunque es probable que el comercial de Citroën pueda incluirlo en un paquete de obsequio. No lo ofrecen todos sus rivales y es una de las novedades para este año, por lo que en el C4 1.6 HDi de 120 CV hubiera sido bonito un detalle que fuera para todos siguiendo el lema de la marca. Sobre todo, porque este coche se lo compran conductores con la calculadora y en eso hay pocos peros que ponerle al C4.

Si quieres ahorrar, el C4 sigue estando entre las mejores opciones del mercado. Su precio de adquisición real es bajo, el mantenimiento, barato y su motor 1.6 HDi de 120 CV sirve para viajar cómodamente y no gastar ni en autopista, ni en ciudad. Lo malo llega cuando comparas el C4 con sus rivales de segmento, algo más caros, pero mucho más refinados técnicamente y con una calidad de rodadura netamente mejor. Los asientos y el chasis son blandos, cuestión de gustos, lo mismo que yo prefiero algo más de sujeción, igual tú vas tan cómodo como en el sofá de casa.